El Clásico sigue siendo imposible para el Real Madrid. El Barcelona se ha proclamado campeón de la Primera Iberdrola después de golear por 5-0 al conjunto blanco. Las culés no han cedido un sólo punto en toda la temporada y, aunque el encuentro contra las madridistas se presentaba como algo más igualado, las azulgranas demostraron que aún hay una enorme diferencia entre los dos equipos. Un doblete de Alexia Putellas allanó el camino un título que confirmaron Guijarro, Hansen y Jenni Hermoso.
La misión parecía imposible para las de Toril. El Barça, con 23 victorias en 23 partidos de Liga, sería campeón de lograr la victoria y así fue. Desde la llegada del técnico al banquillo madridista, todo son victorias, salvo en las tres ocasiones que se han medido al conjunto catalán. En plena remontada buscando acercarse a los puestos Champions, las blancas querían consolidar su enorme mejora con una victoria ante el mejor equipo del mundo, más aún en vísperas del enfrentamiento que las volverá a medir a las azulgranas en la máxima competición.
No era nada sencillo, puesto que la motivación culé para el Clásico era máxima, debido a que podían sumar su séptima Liga en caso de ganar, pero después de reducir bastante las diferencias en los últimos encuentros ante las barcelonistas, había una oportunidad, por mínima que fuese, de conseguir rascar algo de Johan Cruyff. Para ello, el técnico salía con casi todo, puesto que no estaba Zornoza.
La sorpresa era la ausencia de Svava, la galáctica fichada en invierno, que se quedaba en el banquillo. Iban las blancas con Misa bajo palos; Kenti Robles, Ivana, Peter, Carmona en defensa; Kaci, Teresa y Oroz en el centro del campo y, arriba, Athenea, Esther y Asllani. Por su parte, con varias bajas, el Barça de Giráldez salía con: Paños; Torrejón, Pereira, Mapi, Leila; Guijarro, Bonmatí, Alexia; Rolfo, Graham y Jenni Hermoso.
Comenzó el partido con el Barça queriendo resolverlo por la vía rápida. No tardaron las azulgranas en apoderarse del balón y comenzar a sitiar el área madridista. De un centro desde la derecha llegó el primero, de Rolfo, a los cuatro minutos de partido, pero fue mal anulado. La asistente levantó la bandera indicando un fuera de juego que, por poco, no era y al no haber VAR, el tanto no subió al marcador.
El Madrid sobrevivía a un bombardeo constante. La presión de las culés las llevaba a robar con facilidad y asediar la portería de Misa, que se hacía una vez más gigante bajo los palos. Las blancas apenas podían robar y salir en velocidad, disponiendo sólo de una oportunidad en la primera parte. Es sí, fue la más clara de las que se vieron. Athenea lo hizo todo a la perfección para zafarse de Mapi y quedarse sin oposición en la frontal, pero su disparo salió centrado y lo atajó Paños.
Los goles llegarían al filo del descanso. La Balón de Oro, Alexia Putellas, resolvía en dos minutos fatídicos para el conjunto blanco. Primero, con fortuna. Fruto de la desesperación del sin fin de ocasiones falladas, la capitana culé la pegó desde fuera del área y su disparo lo desvió Ivana al tratar de despejar, despistando a Misa. En la siguiente jugada, un disparo cruzado tras una buena acción individual ponía el 2-0.
Buscando una reacción, Toril metía a Svava tras en descanso, por Kaci. Parecía que por un momento surtía efecto, con el equipo más volcado hacia la meta de Paños y con un ligero control al comienzo de la segunda parte, pero pronto Guijarro rompía toda esperanza de las madridistas por meterse en el partido. El Cruyff era ya una fiesta y a ella se sumaron Hansen y Jenni Hermoso para cerrar la goleada y confirmar el séptimo título liguero de las culés.