El Real Madrid sigue con su ascensión en la Euroliga. El equipo blanco se impuso con sobriedad al Zenit de San Petersburgo en un partido dominado de principio a fin por los de Pablo Laso, que sólo aflojaron el pistón en los últimos minutos de partido. Sin un líder marcado desde la salida de Facundo Campazzo, la defensa de Tavares y la actividad de Laprovittola y Abalde en ataque marcaron la diferencia para continuar con una dinámica positiva en la máxima competición continental.
La batalla de los blancos les medía un día más en Euroliga ante un equipo con aspiraciones de acabar entre los mejores de la Liga Regular. El Zenit, en este caso, no es un equipo preparado a priori para pelear por los puestos de arriba, pero la labor de Xavi Pascual les hacía presumir de un récord positivo y varias victorias de renombre, por encima de lo previsto al inicio del curso.
Pablo Laso dispuso de sus hombres y no dudó en hacer pruebas, aunque lo que respondieron fueron realidades tangibles. Laprovittola, casi inédito en Euroliga, se destapó desde la dirección, con Abalde siempre como estilete desde la creación y el físico, imponente desde sus 202 centímetros, mientras Tavares intimidaba y marcaba, un día más, la diferencia en aro propio y contrario.
La figura del cavoverdiano se antoja desiquilibrante de cara a muchos de los contendientes del panorama europeo y con él como bastión el Madrid construyó una ventaja que fue subiendo con el único lunar del último cuarto, ya con todo a favor y la victoria preparada, antes del maquillaje final del Zenit, que no pudo evitar una derrota merecida, en gran medida, por los méritos acumulados del Real Madrid.