Remontada de líder del Real Madrid en el Clásico de la Euroliga
El Real Madrid vence en el Clásico de la Euroliga frente al Barcelona (65-64) y se pone líder en solitario
El Real Madrid sufrió y remontó al Barcelona (65-64) en el primer Clásico europeo, por lo que se queda como líder en solitario tras la jornada 5 de la Euroliga. Los madridistas siguen agrandando su racha de 13 partidos invictos. El combo argentino formado por Facundo Campazzo y, sobre todo, el MVP, Gaby Deck (20 puntos, 7 rebotes) comandaron a los blancos hacia la victoria contra el eterno rival en el Wizink Center. Esa alianza, apoyada por Vincent Poirier (14 puntos , 7 rebotes) bajo el aro, contrarrestó a Willy Hernangómez (13 puntos, 4 rebotes), que firmó un primer tiempo sobresaliente.
El partido comenzaba con una principal novedad, la baja por lesión del base del Barcelona, Nicolás Laprovittola. Roger Grimau eligió en su lugar a Satoransky, al que acompañó de Abrines, Kalinic, Da Silva y Vesely. Por su parte, Chus Mateo presentaba un quinteto formado por Campazzo, Deck, Abalde, Musa y Tavares. Todos ellos bajo la atenta mirada de las estrellas de la sección de fútbol: Vinicius, Jude Bellingham, Rodrygo y Aurélien Tchouaméni.
No faltaba nadie en el Wizink para ver un serio arranque del Barça, convencido de poder mantener su buen momento de forma en la Euroliga. Los culés se pusieron siete arriba cuando restaban 5,56 minutos del primer cuarto. Ahí fue cuando Campazzo y Musa decidieron surtir de caramelos al aro una y otra vez a Tavares, y si no los conseguía por su cuenta. Una canasta de Vesely seguido de un triple de Satoransky forzaron el primer tiempo muerto de Chus, que veía como el eterno rival se ponía ocho puntos por encima.
Acto seguido metió experiencia en la cancha con el Chacho Rodríguez, Rudy Fernández, Llull y Poirier. No estaba cómodo el Madrid en el inicio y es por eso que el técnico blanco decidió darle la vuelta a la idea presentada al principio. Antes de que entraran, el equipo arbitral tardó una eternidad en revisar una canasta de Vesely que no acabó subiendo al marcador y que desesperó al Wizink, incluso a los jugadores.
Willy hace de las suyas
Willy Hernangómez encendió a la afición madridista con un mate colgado del aro que distanciaba aún más a los blaugranas antes del final del primer cuarto. Chus sentó a Deck, desconectado del juego, y metió a Eli Ndiaye. Poirier palmeó un rebote del Chacho sobre la bocina y mantuvo a los suyos a siete puntos del Barça al término del primer parcial (12-19).
El pívot español del Barça abrió el segundo cuarto con dos canastas seguidas con las que superó la barrera de diez puntos, a lo que el Chacho respondió con dos jugadas magistrales seguidas, la segunda con alley oop a Poirier incluido. Willy estaba siendo el mejor, todas le caían a él, y con el ecuador del segundo cuarto apenas cumplido llegó a la decena anotadora para poner a su equipo 14 arriba.
Una nueva falta de Tavares sobre Willy, la tercera, le mandó al banquillo y frenó un breve arreón de los locales. El Barça las tenía de todos los colores, incapacitando por completo a un Madrid inédito en la primera mitad. Ahí fue cuando Campazzo acudió al rescate, bailando a la defensa culé y enviando una asistencia brutal a su compatriota, Deck. Los mismos protagonistas presionaron al conjunto de Grimau antes del descanso. Este reaccionó metiendo a su mejor hombre, que falló dos tiros libres nada más volver a la cancha.
Deck dinamita el Clásico
Deck activó por completo al Madrid, que se marchó perdiendo de dos al descanso, lo que parecía impensable según lo visto en el tramo inicial. Una canasta y un triplazo del argentino sobre la bocina, el primero en 11 intentos desde el perímetro, dejaron el Clásico totalmente abierto en el intermedio (28-30). Poirier empataba el partido en la reanudación palmeando un fallo de Mario Hezonja bajo el aro.
Deck le daba la vuelta al marcador y ponía al Madrid en cabeza por primera vez en el Clásico. El dúo argentino se entendía con una mirada y fue clave para la remontada momentánea de los blancos, no importaba la jugada que trazaran, siempre acababa con el mismo final. Un triplazo de Da Silva volvió a adelantar al Barça, pero otro de Hezonja devolvió la ventaja a los locales. Lo necesitaba el croata, que había cometido varias pérdidas y errores en defensa previamente.
El Madrid había desactivado por completo al Barça de Willy y sólo sumaba buenas noticias en el tercer cuarto, un parcial en el que Deck y Poirier machacaron una y otra vez. Precisamente un mate del francés puso la guinda al tercer cuarto, con el que los blancos se marchaban ganando de diez puntos al último asalto del Clásico (51-41).
El Madrid sufre hasta el final
Con 14 de ventaja, Chus sentó a Poirier en lugar de Tavares, que volvía a pista después de más de un parcial y medio. El Madrid levantó el pie del acelerador en el ecuador del cuarto definitivo y el Barça lo aprovechó para acercarse en el marcador (58-54). Esa era la distanciaba que debían conservar los blancos a falta de 1,57 para el final.
Un rebote de Tavares en el momento justo puso la calma y un tiro libre de Campazzo ponía el +5. Sin embargo, Satoransky firmó cinco puntos seguidos y puso el empate cuando quedaban 40 segundos de partido. El Madrid había perdido una ventaja de 12 puntos, por lo que el base argentino tuvo que decantar la balanza con tres tiros libres. Después de un tiro libre anotado por Satoransky, el partido estaba en dos puntos a 9,3 segundos del final, cuando Grimau gastó su penúltimo tiempo muerto.
El Real Madrid gana el Clásico de Euroliga
El árbitro se sacó de la manga una antideportiva de Campazzo sobre Satoransky a 4,3 segundos del desenlace. Pese a que la acción fue revisada, el Barça iba a disparar su última bala en forma de tres tiros libres. El checo sólo anotó el segundo y Hezonja recogió el rebote con el alma para marcharse a la pintura contraria y cerrar el Clásico con victoria para el Real Madrid en la jornada 5 de la Euroliga. C0n el tiempo prácticamente acabado, Abrines firmó un triple sobre la bocina, innecesario para forzar la prórroga.