En el nombre de Rudy
Nadie ha ganado más títulos de Copa del Rey que Rudy Fernández y tan solo su gran amigo Sergio Llull llega a igualarle en el palmarés del torneo. Ambos han levantado en seis ocasiones el trofeo más eléctrico del baloncesto español. Llull volverá a estar sobre la pista en el Olímpico de Badalona, pero ahora mismo es una incógnita su Rudy podrá sumarse a la carga o tendrá que verlo detrás del banquillo, vestido con el chándal, mordiéndose las uñas por no poder ayudar a sus compañeros. Sería una baja sensible, sobre todo por la experiencia que puede aportar el balear en uno de los momentos álgidos de cada temporada.
«Tenemos 15 jugadores que van a estar preparados para lo que haga falta. Abalde y Rudy no estuvieron en Murcia, pero van a estar disponibles, seguramente. Hay gente con más ritmo de competición y las decisiones que tomemos van a ser siempre en beneficio del equipo. Debo pensar en el equipo contrario y en mis propios jugadores y sus estados de forma. Todos pueden ayudar de la manera que sea, unos desde el banquillo y otros en la cancha», dijo Chus Mateo antes de viajar a Badalona.
El idilio de Rudy Fernández con la Copa del Rey comenzó en 2008. Aquel año explotó al lado de un jovencísimo Ricky Rubio y fue el artífice de que el Joventut ganara su última Copa hasta la fecha. Promedió más de 21 puntos en aquel torneo y unos meses más tarde ya jugaba en la NBA. No fue su único MVP en la competición. En 2015, guió al Real Madrid al título en Gran Canaria. Era la tercera de la seis Copas que adornan su palmáres, la última hace tres años en Málaga.
La factura física
Sin embargo, y después de un Eurobasket heroico donde capitaneó a la selección española al oro más sorprendente de toda su historia, a Rudy le está pasando factura su cuerpo. En septiembre tuvo que pasar por el quirófano por una lesión en su muñeca derecha y, cuando superó esa dolencia que le mantuvo fuera varios meses, topó con distintos problemas musculares que no le han dejado en paz desde entonces.
Esta suma de contratiempo apenas le han permitido disputar nueve partidos en toda la temporada: la Supercopa, cuatro de Euroliga y otros cuatro de Liga Endesa. El alero cumple su duodécima temporada en el Real Madrid, su contrato vence en verano y a punto de cumplir 38 años su futuro es una incógnita total. Pero todavía no ha llegado el momento de resolver esas preguntas. En Badalona, sus compañeros lo tienen muy claro: en el nombre de Rudy.