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Mourinho desvela lo que le dijo al oído a Guardiola: «No montéis la fiesta que aún no ha terminado»

Con motivo del décimo aniversario de la eliminatoria de semifinales de Champions entre Barça e Inter, Mourinho recuerda aquel duelo en 'La Gazzetta dello Sport' y repasa su episodio con Guardiola tras la expulsión de Motta

La eliminatoria de semifinales de la Champions League de la 2009-10 entre Barcelona e Inter de Milan dejó una imagen para el recuerdo. Los azulgrana necesitaban remontar el 3-1 de la ida y tras la expulsión de Thiago Motta tras un lance del juego con Busquets antes de llegar a la media hora de partido, Guardiola llamó a Ibrahimovic para darle nuevas instrucciones y Mourinho se acercó para decirle algo al oído al técnico catalán.

Con motivo del décimo aniversario de aquel encuentro, el preparador portugués ha concedido una entrevista a La Gazzetta dello Sport donde explica lo sucedido aquella noche: «Cuando Busquets cae casi noqueado, yo estaba en diagonal entre nuestro banquillo, el suyo y el sitio donde Motta es expulsado. Por el rabillo del ojo vi al banquillo del Barcelona celebrándolo como si ya hubieran ganado y a Guardiola llamando a Ibra para hablar de táctica en 11 contra 10. Yo solo le dije: «No montéis la fiesta, que el partido no se ha terminado».

Con la expulsión de Motta parecía que el partido se le ponía de cara al cuadro azulgrana. Aquel duelo es recordado como un ejemplo de supervivencia defensiva por parte del conjunto nerazzurro, que resistió con uñas dientes. Aunque Mou reconoce que esa no era la idea inicial: «El partido emblemático del Mourinho defensivo fue el Camp Nou pero el Barcelona perdió 3-1 en San Siro y nos habíamos ganado el derecho de jugar contra ellos como quisiéramos. Además, si Pandev no se hubiera lesionado en el calentamiento, habríamos jugado con él, Sneijder, Eto’o y Milito».

El ahora técnico del Tottenham recuerdo aquel choque como una dura jornada de trabajo, en la que los suyos consiguieron que el Barcelona solo marcara un gol y fue en el minuto 84. «En las gradas tienes tiempo para vivir el drama. Al límite puedes rezar pero en el campo tienes que encontrar soluciones. Esta fue la derrota más maravillosa de mi carrera: no perdimos 1-0, ganamos 3-2 en condiciones épicas», concluyó.