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Los científicos no dan crédito: descubren un rarísimo mamífero que evolucionó para cambiar el agua por la tierra

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Aún desconocemos muchas cosas de la vida de los animales. Por ejemplo, a veces se encuentran especies gigantescas que se daban por extinguidas en la península. Otras, como en este caso, se desvela el inesperado pasado acuático de un extraño mamífero tras millones de años de evolución.

En un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los científicos han descubierto que los equidnas, un peculiar animal con púas de la familia del ornitorrinco, en realidad provienen del agua.

Puede parecer un simple hallazgo biológico, pero este hito abre nuevas fronteras en la investigación sobre las tendencias evolutivas y sobre cómo el equidna y otras especies pueden adaptarse al cambio climático.

Los científicos se asombran al descubrir que este extraño mamífero pasó del agua a la tierra

Sabemos que algunas especies de mamíferos acuáticos, como el delfín o la ballena, abandonaron la tierra para regresar al océano. Pero el camino contrario que siguió el equidna es casi único en la historia de los mamíferos.

El hallazgo se ha producido a partir del análisis de un pequeño fósil encontrado en una zona remota de Australia en la década de los 90.

Tres décadas después de que los paleontólogos desenterraran ese fósil, que corresponde a un húmero parcial, el avance en las técnicas de escaneo 3D han permitido a los científicos averiguar sorpresas evolutivas en el antepasado del equidna.

Según las investigaciones, la densa estructura ósea del fósil, similar a la del ornitorrinco actual, indica que el antepasado del equidna fue un monotrema capaz de sumergirse en el agua.

Las pistas que demuestran que este familiar del ornitorrinco proviene del agua

El húmero analizado pertenece al Kryoryctes cadburyi, un antepasado del equidna que vivió hace 106 millones de años. La densidad de los huesos de aquel animal contrasta con la ligereza de los huesos de los equidnas actuales, diseñados para excavar en la tierra.

Otras pistas que sugieren el pasado acuático de los equidnas son sus similitudes con otras especies de monotremas como los ornitorrincos. Ambas criaturas poseen rasgos únicos en los mamíferos como los electrorreceptores en el pico.

Estos sistemas sirven a los ornitorrincos para detectar presas en el agua. El hecho de que los equidnas sigan teniéndolos, aunque menos desarrollados, demuestra que su pasado también estaba en entornos acuáticos.

Otros detalles como la posición de las patas traseras, orientadas hacia atrás para nadar, reflejan esta tendencia evolutiva: el equidna salió del agua para adaptarse a la tierra.

¿Por qué este descubrimiento sobre un mamífero es importante para el estudio de la biodiversidad?

Hallazgos como el de los científicos de la PNAS no sólo son curiosos para los amantes de la biología o de la vida natural, sino que abren nuevas fronteras en la conservación de especies.

Conocer la capacidad del equidna de adaptarse del agua a la tierra a lo largo de millones de años puede ser clave para proteger a esta y a otras especies contra amenazas como el cambio climático o la deforestación.

Por otro lado el avance en técnicas de escaneo y otros sistemas tecnológicos se demuestra fundamental para averiguar nuevos hitos de la ciencia con fósiles encontrados hace décadas en lugares remotos del planeta.