La historia de la maleta no se concibe sin el diseñador Louis Vuitton, quien en 1837 empezó a fabricar cajas personalizadas para empaquetar la ropa y objetos de los viajeros. Sus baúles se hicieron pronto internacionalmente famosos y, desde entonces, la firma no ha parado de crear maletas funcionales y de diseño. La exposición de Louis Vuitton ‘200 baúles, 200 visionarios’, que se encuentra ahora en Nueva York, exhibe el equipaje más artístico de la marca, que ha sido desarrollado por doscientos diseñadores de distintas partes del mundo. Se encuentra en el histórico edificio Barneys de la Gran Manzana, cuya fachada ha sido ‘coloreada’ para la ocasión.
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Exposición itinerante
La exposición ‘200 baúles, 200 visionarios’ se concibió inicialmente para conmemorar el bicentenario de Louis Vuiton el pasado año, pero tal ha sido su éxito que se encuentra recorriendo el mundo. El debut tuvo lugar en Asnières, en la casa-atelier de Monsieur Vuitton, después estuvo en Singapur, luego en Los Ángeles y ahora está en Nueva York.
Esta exposición de Louis Vuitton es itinerante y pretende recorrer las principales ciudades del mundo. En Nueva York solo se podrá visitar hasta 31 de diciembre.
Desde Marc Jacob a Supreme
La muestra nació con la idea de demostrar al mundo que LV sigue siendo creativa y experimental, y que están abiertos a todo tipo de colaboraciones. Es por ello que la directora de marca de la firma se puso en contacto con diferentes personalidades del mundo del arte, del diseño, la música… y les pidió que dieran suelta a su creatividad en una caja de 50x50x100 cm. Estas precisamente eran las dimensiones del baúl original que Vuitton concibió en 1850.
Los 200 baúles se distribuyen por los cuatro primeros pisos del edificio y entre ellos se encuentran diseños de Supreme, el grupo de pop coreano BTS, Gloria Steinem, la famosa maquilladora Path McGrath y Fornasetti, entre otros.
Marc Jacob, antiguo director creativo de la firma, también quiso unirse a la exposición y creó su peculiar baúl.
Gastronomía
El recorrido termina en un espacio versátil, llamado The WorkShop, en el que se realizan actividades artísticas. Además, en la novena planta del mismo edificio, la firma ha abierto las puertas de su nuevo restaurante Freds x Louis.
