La reciente visita oficial de los Reyes de España a Italia no sólo ha sido un acto diplomático de gran importancia, sino también una pasarela cuidadosamente planeada donde cada elección de vestuario de la Reina Letizia ha transmitido mensajes de respeto, cercanía y diplomacia cultural. Durante estos tres días, los atuendos de la Reina han oscilado entre la moda española e italiana, generando conversación en torno a su estilo y al protocolo que lo envuelve. Hablamos con Juan de Dios Orozco López, Consultor de Protocolo, Imagen y Comunicación y CEO de International Butler School y Escuela de Lujo para descifrar los mensajes en los looks de la Reina Letizia durante su visita a Italia.
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Elegancia italiana en el inicio del viaje
Para el encuentro con el presidente de la República Italiana, la Reina optó por un conjunto de inspiración clásica firmado por la marca italiana Alberta Ferreti. Este dos piezas de tweed destacó por su confección meticulosa y su toque sofisticado.
La elección de accesorios negros, desde un cinturón ancho que realzó su figura hasta un bolso de Gucci, añadió un aire de sobriedad. Los pendientes, provenientes de la firma valenciana Singularu, introdujeron un guiño a la moda española y que no olvida a los afectados por la DANA. Sinduda, un look que marca el equilibrio entre ambos países.
Un tributo de la Reina Letizia a la marca España en el broche final
El momento más solemne de la visita llegó con la investidura del Rey Felipe VI como Doctor Honoris Causa por una universidad napolitana. En este evento, la Reina eligió resaltar el diseño español, luciendo una falda de tafetán con detalles brillantes combinada con una camisa blanca estructurada de The 2nd Skin Co. Los accesorios en tonos neutros y un abrigo en el mismo color completaron un conjunto que proyectó sofisticación sin opacar la importancia del evento. Sobre los hombros, llevó un abrigo blanco de Angel Schlesser, el detalle de estilo, también español, que ha puesto el broche de oro.
La mirada del experto
Juan de Dios Orozco, especialista en protocolo y etiqueta, destaca la capacidad de la Reina Letizia para utilizar el vestuario como un puente entre tradición y modernidad. Según él, la monarca ha logrado adaptar los códigos protocolarios a los tiempos actuales, combinando respeto por el pasado con una conexión más cercana y accesible con la sociedad.
«La Reina Letizia entiende el protocolo como una herramienta de comunicación efectiva», afirma. Su bagaje como periodista y su enfoque contemporáneo han permitido que su estilo sea un reflejo de la Casa Real adaptada a los valores actuales.
El simbolismo en cada detalle de la Reina Letizia
Además de sus elecciones de vestuario, pequeños gestos como la ausencia de reloj en público han generado debate. Según el experto, esto no tiene relación con el estatus o la puntualidad, sino que puede interpretarse como una decisión consciente para no distraer la atención del mensaje principal: el respeto y la conexión.
En un viaje donde moda y diplomacia se han entrelazado, la Reina Letizia no sólo ha dejado huella con su elegancia, sino que ha mostrado cómo la ropa puede ser un lenguaje universal para transmitir valores y fortalecer relaciones internacionales.
El vestuario de la Reina Letizia durante su visita a Italia es un ejemplo magistral de cómo la moda puede convertirse en una herramienta diplomática y cultural, afirma el experto en protocolo. Cada estilismo no sólo proyecta elegancia, sino que también estuvo cargado de simbolismo. El guiño a la moda española e italiana a través de sus elecciones demuestra un profundo respeto y aprecio por ambas culturas, convirtiendo cada aparición en un puente estilístico entre dos naciones.
El uso de firmas italianas como Alberta Ferretti para actos oficiales en Italia resalta la sensibilidad de la Reina hacia la tradición del país anfitrión, mientras que la incorporación de marcas españolas de renombre en momentos clave subraya su compromiso con la promoción de la creatividad y el talento nacional en un contexto internacional. Esta alternancia refleja no sólo un equilibrio diplomático, sino también una habilidad para integrar mensajes de cercanía, respeto y orgullo nacional.
«Este baile entre ambas modas va más allá de lo estético». Es una declaración de intenciones: un reconocimiento a la riqueza cultural compartida, un tributo al legado de la moda en ambos países y una celebración de la capacidad de la vestimenta para comunicar valores universales como la colaboración y la admiración mutua.
