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Cuidados del bebé

Pautas y consejos para garantizar la seguridad del bebé en la cuna

La cuna del bebé debe ser firme y segura con un buen colchón, sin almohada y además con cierta protección fijada en las barras de seguridad.

Cuando llega un bebé a casa, el hogar se transforma y los espacios, previamente diseñados para la convivencia entre adultos, cambian y se vuelven «a prueba de niños». Cuando el bebé comience a gatear, tu hogar debe estar listo para recibirlo, pero también debemos garantizar la seguridad en la cuna del bebé y para ello, nada como guiarnos con las siguientes pautas y consejos.

Pautas y consejos para garantizar la seguridad del bebé en la cuna

Especialmente en las primeras semanas, la cuna será el nuevo hábitat del bebé y debe estar libre de obstáculos y objetos excesivos, sino que debemos garantizar un espacio cómodo, limpio y sin riesgos para el bebé. Veamos entonces cómo conseguirlo.

La elección de la cuna

Antes de hacer una elección consciente de la futura cuna del bebé, es bueno recordar los requisitos esenciales para que sea considerada una cuna segura y cómoda. Las características principales que debe tener entonces cualquier cuna son las siguientes: ligera, manejable, pequeña y segura.

Cualquier producto que refleje estas cuatro características básicas puede considerarse una excelente elección. Lo importante es no olvidar que la cuna acogerá al bebé desde el nacimiento hasta al menos el séptimo mes de vida y, por tanto, debe demostrar ser especialmente robusta y capaz de soportar el peso del bebé en constante crecimiento. Cuando el bebé muestre su malestar o haya alcanzado una altura incómoda en la cuna, será necesario pasarlo por fin a una cama.

El colchón

El colchón debe ser necesariamente duro y ancho, sin dejar espacio en los bordes donde el niño pueda caer o «hundirse». La altura máxima dependerá de la de los lados de la cuna que deben emerger al menos 27,5 cm, según el consejo de los expertos.

Deben evitarse colchones acolchados, cordones y cintas decorativas, elementos todos particularmente peligrosos para la seguridad de tu pequeño, sino que es mejor elegir varias capas de mantas ligeras para quitar y poner si es necesario.

Suavidad higiénica

El colchón más seguro e higiénico es el futón, un producto elaborado con algodón crudo sin procesar y provisto de un fuerte aislamiento térmico, capaz de absorber y transpirar de manera muy eficaz. Este tipo de colchón se presta perfectamente para sostener el frágil cuerpo del bebé, especialmente en los primeros meses cuando el bebé pasa por una fase de desarrollo y entrenamiento.

El futón se modela según el cuerpo del niño, evitando la creación de agujeros y huecos que golpearían la columna vertebral del bebé. Una alternativa puede ser un colchón de lana de oveja más clásicos, que contienen una fibra capaz de absorber la humedad de forma eficaz y prevenir las cargas electrostáticas.

Almohada y barras de protección en la cuna

Los niños muy pequeños generalmente no necesitan una almohada y se recomienda a los padres que no la utilicen a menos que sea muy delgada. Esta necesaria precaución también es muy útil para prevenir el principal peligro: la asfixia en el sueño del recién nacido.

Por otro lado, las barras de la cuna pueden protegerse con una almohadilla parachoques que, sin embargo, no debe fijarse con nudos y cordones hacia el interior de la cuna, ni debe ser demasiado «esponjosa», para facilitar la correcta respiración del bebé.