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Un transporte histórico

El Tren de Sóller demanda a Armengol por obligarles a hacer viajes aunque no haya pasajeros

"La viabilidad del Tren de Sóller como transporte público en estos momentos está abocada a la quiebra"

En el resto de servicios públicos, el Ejecutivo balear ha permitido adaptar su oferta a la demanda

El Ferrocarril de Sóller S.A. ha presentado un contencioso-administrativo contra el Govern de Francina Armengol por obligar al a mantener cuatro frecuencias, con independencia del número de viajeros del tren. La dirección ha explicado que en el resto de servicios públicos el Ejecutivo balear ha permitido adaptar su oferta a la demanda. En cambio, «el Ferrocarril debe hacer viajes aunque los vagones estén vacíos».

La empresa ha recordado que aunque el Ferrocarril es una concesión administrativa de transporte público, «tiene sus propias particularidades». «Es histórico y turístico, dada su adjudicación desde hace más de cien años, lo que lo convierte en un tren especial. Sin dejar de lado su carácter como servicio público, cubre las necesidades de ocio de gran parte de la población y de los turistas que nos visitan durante todo el año». Además, la dirección ha incidido en que son «el único transporte público que no recibe subvenciones por parte del Govern».

Esta controversia, sumada a los dos años de pandemia y sus consecuencias para la economía de Baleares y el sector turístico, han llevado a la empresa a tomar la decisión de demandar al Govern. En este sentido, ha hecho hincapié en que el motor económico de las Islas y de Sóller todavía no se ha recuperado de la crisis del coronavirus. «Desgraciadamente, nadie tiene garantías sobre el futuro turístico. Las noticias actuales de nuestros principales países emisores, Alemania y Reino Unido, y de nuestro propio país, no garantizan una estabilidad de futuro de los viajes turísticos».

«Sin subvenciones, prohibidas por la Ley de Transportes, y sin transporte turístico, la viabilidad del Tren de Sóller como transporte público en estos momentos está abocada a la quiebra. Por tanto, la única posibilidad de subsistencia del Ferrocarril de Sóller, pasa por adaptar las frecuencias a la demanda del sector turístico, mientras dure la situación de fuerza mayor, provocada por la pandemia», ha detallado la empresa.

Así, reclaman que la Dirección General de Movilidad y Transportes recule y les aplique el mismo criterio que al resto. «La situación actual no tiene ningún sentido. Los datos turísticos y la incertidumbre nos han llevado a ser previsores para garantizar el empleo de nuestros trabajadores y el capital invertido de los accionistas». La empresa ha contado que históricamente el Tren de Sóller ha funcionado siempre, «con independencia del número de viajeros que transporte», como un servicio a los ciudadanos de Sóller. No obstante, desde hace tiempo su uso es principalmente turístico. «Sólo queremos adecuar las frecuencias a la realidad que estamos viviendo, con el compromiso de volver a la normalidad cuando todo termine».