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¡Esto es lo que hay!

Antimadridistas

Hay dos equipos punteros en la Primera División del fútbol español y que, además, están a años luz de los otros que la conforman: el Real Madrid y los antimadridistas. Sí señores, estos dos equipos, antagónicos 100%, son los que cortan el bacalao en España. La proporción en nuestro país de aficionados al fútbol puede llegar a ser: 55% antimadridistas, 35% seguidores del equipo merengue y el 10% restante pasa olímpicamente del dichoso tema en cuestión.

Ser antimadridista en España, ya que en la mayoría del resto del mundo admiran al Real Madrid, es sin lugar a dudas muy fastidioso y desagradable (por no decir otras palabras que dañarían el artículo). El equipo merengue, por naturaleza, pierde pocos partidos durante el año, de hecho, ahora hacía más de un año que no perdía, por lo tanto, los antimadridistas han estado más de 365 días sin alegrías, además de los dos disgustos de la última Liga y la última Champions. En fin, a lo que íbamos: ser antimadridista es pasarlo muy mal casi siempre, pero por lo que se ve a esta gente le va la marcha y si esto es lo que les gusta, no seré yo quien les lleve la contraria. Allá ellos con su dantesca afición, ya que con el pecado llevarán la penitencia.

Un servidor, desde muy pequeño, optó por ser del Mallorca y del Real Madrid. Evidentemente, del Mallorca por cuestión geográfica, ya que soy mallorquín, y del Real Madrid porque en aquellos tiempos ganó cinco Copas de Europa (en blanco y negro, por supuesto, y los culés lo recuerdan cada día que pasa) seguidas y de carrerilla, como decíamos en el colegio. Cuando eres un niño y te gusta el fútbol, casi siempre eres del equipo del que tu padre es aficionado o, en mi caso, ya que mi padre no era futbolero y mi madre menos, del equipo de moda, que en aquellos momentos era el Real Madrid.

Iba al Lluís Sitjar cada 15 días a ver a mi querido Mallorca y al Real Madrid lo veía cuando lo televisaban, repito, en blanco y negro, en un bar de la esquina de casa. Cuando se enfrentaban los dos, por supuesto, iba con el Mallorca, pero si perdía el equipo mallorquín, mi disgusto era pasajero porque mi otro equipo había ganado. Vi el primer ascenso del Mallorca a Primera División, con Jaime Rosselló Pascual de presidente y Juan Carlos Lorenzo de jugador-entrenador y, posteriormente, de entrenador a secas. Eran otros tiempos, la gente era de un equipo, el que fuera, pero no era antinada, es decir, te gustaba que ganara tu equipo y si perdía el adversario, mejor, pero nada más.

Cuando el Barça jugaba en Europa me alegraba de sus victorias porque en realidad representaba a España. Más recientemente, en la época dorada del Barça, con Guardiola de entrenador, los niños optaban por ser del equipo catalán, cosa lógica y normal y aquí paz y después gloria. De hecho, tengo un nieto que es del Barça porque su padre también es culé y podemos ver algunos partidos juntos y lo pasamos de maravilla. Esto es deportividad y entender de fútbol, no como lo entienden los antis.

Puedes ser del equipo que quieras y ser realmente feliz; si gana, muy bien; si pierde, paciencia. Lo que no es lógico es que seas del Valencia, Sevilla, Osasuna, Real Sociedad, Atlético de Madrid… y en vez de preocuparte por tu equipo, estés siempre pendiente de que pierda el Real Madrid. El rival del equipo merengue es el Barça, los demás no están en esta ecuación, pertenecen a otra, por si no lo sabían. Mi opinión es que los antimadridistas, anticulés etc.son todos unos mediocres, sí unos mediocres (Rae: de calidad media, vulgar, gris. De poco mérito, tirando a malo).

Después del mal partido del Real Madrid contra el equipo culé (resultado justo a todas luces) y la faena que le hicieron a Vinicius con el Balón de Oro han salido, como lobos, todos los antimadridistas del agujero en el que estaban aguardando la ocasión. Es evidente que esperaban el momento para atacar: periodistas, youtubers, tuiteros… comentando barbaridades sin ningún rigor, sentido común y escaso valor académico. ¡Qué pena de sociedad! Pretendemos que el Gobierno funcione y es un fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos.

El conflicto del Real Madrid con la UEFA ha perjudicado a Vinicius. Ha sido la cabeza de turco sin pretenderlo. Un premio que había ganado a todas luces y se lo han comido a mordiscos, como cuando vino a España y el primer partido que jugaba con el Castilla le mordieron la cabeza. El Balón de Oro es una pantomima. Lleva años así, sucediendo lo mismo. Hace dos, precisamente, el premio era para Rodri, sin duda, y se lo regalaron a Messi (los culés aquí, sí que estuvieron de acuerdo, no había patriotismo) y este año han querido compensar, cuando Rodri había hecho muchos menos méritos que Vinicius y Carvajal. Qué casualidad, de los cuatro finalistas, tres eran del Real Madrid y ganó el del Manchester City.

Estoy contento de que ganase un español, pero, para ser justos, Carvajal había hecho muchos más méritos que Rodri, este año sí, y quedó cuarto. Por esto repito, al Balón de Oro se lo mangaron al Real Madrid, ya que Vinicius, Carvajal y Bellingham eran puros espectadores del teatro en que se ha convertido el trofeo. Cuando España ganó el Campeonato del Mundo y se lo merecían Xavi o Iniesta, se lo regalaron a Messi con muchos menos méritos que los dos españoles y no hubo ningún culé que protestase, ni uno, y ahora dicen que los madridistas no son patriotas. Menos lobos, caperucita. Todos nos conocemos y sabemos la falta de patriotismo de algunos culés, sobre todo, cuando escuchan el himno español: seny, educación, valores, sentido común…

Repito: una vergüenza lo del Balón de Oro y una sabia contestación del Real Madrid al no acudir a la Gala. ¡Antimadridistas!, sed felices ahora, después de una temporada en penumbras han aparecido los días soleados, pero, seguro, volverán las lluvias y otra vez tendréis que cobijaros entre las tinieblas y la ignorancia. Comer garbanzos cada día es muy pesado para el estómago. Dios es del Madrid y con el poder divino no se juega. ¡Esto es lo que hay!