Las organizaciones ambientales perplejas con Marlaska al tardar años en cambiar las etiquetas de la DGT

La intervención en el Senado español por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, han provocado la reacción de numerosas organizaciones ambientales, recordándole que «llevan más de cinco años exigiendo la reforma del sistema de etiquetado ambiental para vehículos», las famosas etiquetas de la DGT.

Ocho organizaciones enfocadas a la protección del medioambiente y a la movilidad sostenible han recordado al ministro Marlaska que «llevan más de cinco años exigiendo la reforma de este sistema».

Este apunte es la respuesta a la intervención en el Senado del ministro en la que ha afirmado que «el Gobierno revisará el sistema de etiquetas ambientales para vehículos cuando lo indiquen los expertos y haya consenso entre todos los actores implicados en el proceso».

Cinco años sin respuesta

Ante estas declaraciones, organizaciones ambientales y sus especialistas le han recordado esta larga espera de cinco años exigiendo la reforma del sistema de etiquetas ambientales en los vehículos que circulan por nuestro país. El comunicado está firmado por Ecodes, ClenCities, Greenpeace, Ecologistas en Acción, T&E, Cecu, Ecounión y Fundación Renovables.

Apuntan que «estas peticiones no sólo se han trasladado a su ministerio, sino también al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, al Ministerio de Sanidad y al Ministerio de Industria, «sin que hasta el momento se haya recibido una respuesta que contemple de manera equilibrada el interés general, la salud pública y la protección del medioambiente, más allá de la defensa de los intereses del sector empresarial».

Adaptación a los cambios

Desde estas organizaciones afirman que las etiquetas actuales «deben adaptarse a los cambios tecnológicos, a los objetivos y compromisos actuales en materia económica, energética, sanitaria, ambiental, social y climática».

Añaden «que su cumplimiento es una herramienta clave para lograr una movilidad limpia, más sana, sostenible y descarbonizada, siempre que esta iniciativa refleje un compromiso auténtico por parte del Gobierno y las empresas, más allá de meras declaraciones formales o gestos simbólicos.

En el escrito conjunto, recuerdan que «el sector del transporte genera más del 32,5% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, habiendo aumentado en el último año».

Perplejos por el sistema actual

«Es importante adaptarse y mitigar sus graves impactos negativos con políticas ambientales que beneficien con hechos la salud de las personas y del planeta», apuntan.

En este sentido, las organizaciones ecologistas vuelven a manifestar, además, que «dado que se trata de una cuestión ambiental, seguimos perplejos ante el hecho de que un sistema de clasificación ambiental y energético siga siendo competencia de la Dirección General de Tráfico y no del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico».

Lamentan que en la actualidad se está impulsando y financiando con dinero público la renovación del parque automovilístico y, por lo tanto, la transformación de la industria, sin tener en cuenta factores como, por ejemplo, las emisiones de CO₂ de los vehículos.

A vueltas con la etiqueta Cero

En este sentido, las organizaciones advierten de que «la etiqueta 0 (Cero) acredita vehículos que contaminan y no son de cero emisiones, y la etiqueta ECO es un cajón de sastre de emisiones dispar y engañoso para los consumidores».

También denuncian que la gama de colores utilizada no es intuitiva. Todo esto genera la confusión de las personas consumidoras o usuarias que compran o usan vehículos con una catalogación que no es la real en términos de contaminación y daños.

Manifiestan que el «promover la movilidad activa, inclusiva, justa y sostenible es fundamental para impulsar el papel de las ciudades en la lucha contra el cambio climático».

Necesidad de un sistema útil

Con este escrito, las organizaciones le piden al Gobierno coherencia, indicando que «es necesario contar con un sistema útil y coherente de distintivos ambientales para vehículos que contribuya eficazmente a la reducción de las emisiones y la adecuación a los últimos niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)».

Así mismo, le recuerdan «que un sistema reformado y actualizado tecnológicamente favorecerá positivamente a la industria al reducir la incertidumbre tecnológica y potenciar las ventas de vehículos de cero emisiones, lo que beneficiará a la industria y a la economía de nuestro país».

Abiertas al diálogo

Pese a las dificultades encontradas en el proceso, las organizaciones reiteran su disposición al diálogo, al consenso y a una participación activa para abordar con urgencia su reforma y actualización.

«Necesitamos un sistema de distintivos ambientales para vehículos que discrimine positivamente a los que realmente no contaminan o contaminan menos y que no sea engañoso ni confuso para el público general. Todo ello con políticas y medidas que busquen contribuir a la descarbonización del sector del transporte y la movilidad», concluyen.