Agricultores

Este es el truco para comprar productos de los agricultores españoles y reducir la huella de carbono

Las importaciones de España de frutas y verduras han aumentado más de un 12% en 2023

Entre los países más importadores están Francia, Marruecos, Portugal y Costar Rica

Comprar productos españoles
Comprar productos nacionales o locales reduce sensiblemente la huella de carbono
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

A la hora de comprar, nuestra decisión de elegir productos de los agricultores españoles tiene sus trucos en el súper y va a contribuir a luchar contra las emisiones de CO2.

Con las protestas de los agricultores en carreteras y calles de las ciudades se ha abierto el debate de la necesidad de comprar frutas, verduras y hortalizas españolas frente a las importaciones de otros países como Marruecos, Turquía, Egipto, Francia e, incluso, desde puntos más remotos como China.

Comprar frutas y verduras en clave local y nacional, de origen español, es una de las mejores decisiones que podemos tener en nuestra mano para reducir las emisiones de CO2, pero, para ello, es necesario saber si lo que compras es un producto cultivado o producido en España.

Las frutas y verduras importadas tienen una mayor huella de carbono debido al transporte de las mismas. Por ejemplo, no tienen las mismas emisiones de C02 un producto cultivado en Murcia que se vende en Madrid que uno cultivado y transportado desde Egipto, Turquía o Marruecos.

made in spain

Compra local y nacional

La compra local y nacional va a ahorrar muchas emisiones y, para ello, debemos prestar atención a varios elementos en las compras que realizamos en los supermercados. España está sufriendo una caída de sus exportaciones que no se traducen en una mayor venta de productos dentro de nuestras fronteras.

De esta manera apoyaremos la compra de productos españoles en estos momentos en que una de las bases de las protestas es la competencia de nuestros productos con respecto a otros países.

La situación del mercado de importaciones y exportaciones cada vez está más desequilibrada dentro de nuestras fronteras. Los datos son reveladores, ya que las importaciones en España de frutas, hortalizas y legumbres procedentes de otros países han ido aumentando durante los últimos años.

Suben las importaciones

Para ello disponemos de los últimos datos de los 11 meses de 2023, de enero a noviembre de 2023, en los que nuestro país empleó casi 7,5 millones de euros a la compra de frutas, hortalizas y legumbres al extranjero.

El resultado es que con respecto al periodo anterior, 2022, se produjo un aumento de 12,1% más con el informe mensual de Comercio Exterior en la mano. En el informe se detalla que, por el contrario, este crecimiento exterior no va acompasado con las exportaciones españolas, que sólo crecieron un 5,2% en el periodo, hasta los 20.647,6 millones de euros.

Huella de carbono

Por ejemplo, según la Balanza Comercial Agroalimentaria en 2019, España importó 43,35 millones de toneladas de alimentos en 2018, (un 3,49% más sobre el volumen de 2017) los cuales recorrieron cerca de 7.000 km y generaron más de 6.500 millones de toneladas de CO2. Es la llamada huella de los alimentos kilométricos que supone que el transporte represente el 40% del consumo energético final.

La importación de alimentos procedentes de otros países, intracomunitarios con Francia o Portugal como principales proveedores, y de terceros (fuera de la UE), ha crecido en las últimas décadas y esto ha supuesto que los transportes de mercancías más usados sean los aéreos y marítimos, seguido del transporte por carretera dentro de Europa.

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Tractores cortando una carretera. Foto: EP

Francia a la cabeza de las importaciones

Pero, ¿cuáles son los países a los que más compramos? A la cabeza de importaciones está Francia, al que compramos un volumen de 881.062 toneladas en 2023, seguida de Rusia (508.431), Portugal (233.533), Países Bajos (219.235) y Marruecos (211.975).

Centrándonos en las frutas, Costa Rica, Marruecos y Perú son los tres países a los que más fruta compramos. El país centroamericano es el primero de la lista con 2,36 millones de toneladas anuales (un 13,9% del total importado), mientras de los dos segundos importamos 328.552 y 201.439 toneladas (8,5% y 7,6%, respectivamente).

Pesticidas importados

Son los países intracomunitarios, Francia, Portugal y Países Bajos los que juegan bajo las mismas reglas europeas, al igual que España, en cuanto a normativa ambiental, es decir, al uso de pesticidas.

Los que están fuera del ámbito comunitario no siguen las mismas reglas, pero los controles aduaneros y la red de alerta alimentaria son los que entran en juego para detectar los excesos de fitosanitarios, no de una forma sistemática, pero sí con numerosos controles.

En cuanto a la importación de productos ecológicos, siempre certifican con sellos europeos y con el control de empresas habilitadas para ello en las producciones de terceros países. Es decir, que deben cumplir las mismas reglas de certificación ecológica que los productos europeos.

Doble control en el etiquetado

El famoso código de barras que viene en todos los productos identifica el país de procedencia del producto, pero hay que tener cuidado, ya que llama al engaño.

En teoría, si el código de barras comienza con la cifra 84, es un producto español, pero también puede ser que haya sido elaborado en otro país y envasado en España, pero puede ser una de las recomendaciones a tener en cuenta a la hora de comprar productos españoles.

Esto no quiere decir que el producto sea español, ni esté hecho en España ni siquiera que esté comercializado por una empresa española. Por ejemplo, el código de Francia es 30 y 37, el de Marruecos, 611 o el de China es el 69.

Además de fijarse en el famoso código 84, también debemos ver en las etiquetas o en las cartelas de los supermercados el origen del producto, que es obligatorio.

Si no lo pone, desconfiemos. Una advertencia, que diga envasado en España no garantiza que sea producido en nuestro país, tan sólo que se ha envasado o embotella aquí, pero el contenido puede proceder de otros lugares fuera de nuestras fronteras. Siempre debemos fiarnos de la leyenda «Producido en España».