Los agricultores logran tumbar la ley europea de reducción de pesticidas
El plan para disminuirlos al 50% queda suspendido tras anunciar Von der Leyen su retirada por la polarización que se vive en la actualidad
Francia anunció hace cinco días la paralización de esta medida ante las protestas de sus agricultores
Von der Leyen retira el plan de reducir un 50% los pesticidas en Europa ante la «polarización» que se vive estos días en torno al sector agrícola, al tiempo que ha reconocido el descontento de los agricultores, que «se sintieron arrinconados» y «merecen que se les escuche».
Con estas declaraciones el plan europeo para reducir un 50% el uso de pesticidas ha caído en saco roto a raíz de las protestas de los agricultores, una decisión que viene precedida tras el anuncio del gobierno de Macron de suspender el plan Ecophyto el pasado 1 de febrero que tenía el mismo objetivo.
Polarización
La presidenta de la Comisión Europea pedirá que se retire la propuesta de ley que contempla reducir a la mitad el uso de pesticidas en los estados miembro porque cree que se ha convertido en un «símbolo de polarización».
Esta ley era uno de los ejes de la política medioambiental de la Unión Europea que promueve una legislación sobre productos químicos y plaguicidas «orientada a proteger la salud humana y el medioambiente y evitar las barreras al comercio», según refleja la Comisión.
Pacto Verde Europeo
La normativa de suspender los pesticidas en Europa que estaba en revisión antes de las protestas de los agricultores, también sufrió un revés al sufrir a finales del año pasado el rechazo del Pleno del Parlamento Europeo. La ley recibió 299 votos en contra y solo 207 a favor, mientras que 121 eurodiputados se abstuvieron.
La normativa se promovía en el marco del Pacto Verde Europeo y, en particular, dentro de las Estrategias de sostenibilidad para las sustancias químicas, De la granja a la mesa y las que atañen a la biodiversidad.
El plan preveía el reducir a la mitad el uso de pesticidas químicos para 2030 según la última propuesta de sostenibilidad y biodiversidad. Bruselas insistió entonces que no se trataba de una prohibición total de su uso, aunque el objetivo del 50% sería legalmente vinculante.
Rechazo en tres frentes
La aspiración europea consistía en sustituirlos por alternativas a los plaguicidas, con prácticas como la rotación de cultivos y tecnologías como la agricultura de precisión.
Además contemplaba el prohibir todo uso de plaguicidas en zonas sensibles como escuelas, hospitales, parques y zonas de juego, según explicó en su momento el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
En la actualidad, la presidenta ha considerado que el próximo Ejecutivo comunitario podrá realizar un nuevo plan «más maduro» con la participación de los agricultores y las conclusiones del Diálogo Estratégico con el sector que ha arrancado a finales de enero.
La presidenta ha recordado que la Comisión propuso esta regulación con el «digno objetivo» de reducir los riesgos de los productos fitosanitarios, pero que ya ha sido rechazada por el Parlamento Europeo y en el Consejo tampoco hay avances, por lo que propondrá su retirada al Colegio de comisarios.
La agricultura debe evolucionar
«Queremos asegurarnos de que los agricultores sigan siendo los protagonistas de este proceso», ha apuntado Von der Leyen en su intervención ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo para repasar los logros de la última cumbre del 1 de febrero, que coincidió con una manifestación multitudinaria de agricultores de toda Europa en Bruselas.
Von der Leyen ha advertido acerca de esta suspensión de los pesticidas en Europa y de las recciones de los agricultores que «también saben que la agricultura debe evolucionar hacia un modelo de producción más sostenible para que sus explotaciones sigan siendo rentables en los próximos años».
Por eso, ha agregado, ha lanzado el Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura en la UE, que cuenta con representantes del sector agrario, las comunidades rurales, la industria de semillas y fertilizantes, el sector alimentario, pero también al sector financiero, los grupos de consumidores y ecologistas y la ciencia.
Futura política agrícola
Los resultados y recomendaciones que surjan de este diálogo, que se esperan a finales de verano, se debatirán en el Parlamento y con los Estados miembro y constituirán la base de la futura política agrícola.
«Tenemos que analizar juntos la situación, compartir ideas y desarrollar escenarios para el futuro. Debemos ir más allá de un debate polarizado y generar confianza. La confianza es la base fundamental de las soluciones viables», ha explicado la presidenta del Ejecutivo comunitario, antes de incidir en la importancia de «evitar el juego de las culpas y encontrar soluciones comunes a los problemas».