Alimentación

El desperdicio alimentario se acelera un 30 % en España a causa del calor extremo

Las altas temperaturas aceleran la descomposición de alimentos y generan más desechos orgánicos que, a su vez, emiten gases de efecto invernadero y contribuyen al calentamiento global

Desperdicio alimentario verano
Las olas de calor extremo, cada vez más frecuentes debido al cambio climático, presentan un gran desafío para la gestión de los alimentos perecederos
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

El calor extremo durante el verano acrecienta el desperdicio alimentario, una situación que aumentará en el futuro con el incremento de las temperaturas globales.

Con la llegada del verano y de las altas temperaturas, bajamos la guardia como consumidores y provocamos que los alimentos perecederos acaben en la basura, un reto al que también deben enfrentarse los supermercados, los distribuidores y las cadenas de alimentación.

Se estima que, durante los meses de verano, en España se desperdicia un 30% más de alimentos que en el resto del año, según destacan empresas como la start up Phenix y To good to go, recogiendo datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España (MAPA).

Despilfarro de comida

Desde To Good to go, apuntan que unos de los motivos del desperdicio alimentario se produce «con la llegada del verano, las vacaciones y el cambio de rutinas, los consumidores bajan la guardia ante el despilfarro de comida».

Afirma la creadora de la app contra el desperdicio alimentario que «esta situación también se relaciona con el tipo de comida más consumida durante los días calurosos, entre los que destacan productos frescos y alimentos más perecederos, los cuales son más difíciles de conservar adecuadamente y sufren las consecuencias del verano».

Otro de los factores que se señalan es que se trata de una época del año donde se aprovecha el buen tiempo para salir más a comer fuera de casa, una situación que también provoca que la comida de la despensa o la nevera se quede sin consumir y se acabe estropeando.

Desperdicio alimentario

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición el  desperdicio alimentario se define como aquellos productos agrícolas y alimentarios descartados de la cadena alimentaria que siguen siendo perfectamente comestibles y adecuados para el consumo humano y que, a falta de posibles usos alternativos, terminan desechados como residuo.

Y es que el problema no acaba en el vertedero, también empieza allí otro de los problemas ya que, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, un tercio de la producción alimentaria a nivel mundial se desecha o desperdicia, provocando 3,3 gigatoneladas de CO₂. Como consecuencia, el desperdicio alimentario es responsable del 8 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

comida en basura verano
Las altas temperaturas aceleran la descomposición de alimentos y generan más desechos orgánicos y más gases de efecto invernadero

Círculo vicioso climático

Phenix, una iniciativa que ayuda a las empresas a optimizar su excedente alimentario, recoge que «los días de calor extremo aceleran la descomposición de alimentos perecederos, como frutas, verduras y productos cárnicos, ya que, en condiciones de altas temperaturas, pierden su frescura más rápidamente y reducen su vida útil, aumentando la probabilidad de que se conviertan en desperdicio antes de ser consumidos».

Por ello, una mayor cantidad de productos se desechan por no cumplir los estándares de calidad para la venta. Además, la llegada de las vacaciones y los cambios bruscos en las temperaturas afectan a los hábitos de consumo de los clientes. Esto dificulta predecir la demanda y ajustar la oferta en los supermercados, provocando desajustes que generan desperdicio.

Tanto To good to go como Phenix hacen referencia al último Panel de Cuantificación del Desperdicio Alimentario en los Hogares Españoles realizado por el MAPA.

Impacto ambiental

El documento refleja que durante la primavera y el verano del año 2022 los hogares de nuestro país desperdiciaron más de 586 toneladas de productos alimentarios, de los cuales el 78 % corresponde a productos sin usar, es decir, que tal y como se compraron fueron desperdiciados, un 9% menos que el año anterior.

Por otro lado, el 22 % de la comida desperdiciada en esta época del año correspondió a alimentos que han sido elaborados o preparados con receta, lo que representó un aumento del 14% respecto al mismo periodo en 2021.

Para Phenix, esta situación no sólo provoca pérdidas económicas para los supermercados, «también genera un fuerte impacto ambiental, ya que aumenta la cantidad de residuos orgánicos que terminan en vertederos, contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero que provocan el aumento de la temperatura global. El resultado es un círculo vicioso climático que impacta directamente en nuestro presente y futuro».

Bollería y pastelería

Según los datos del MAPA, entre los alimentos que han registrado un aumento del desperdicio en verano respecto a la temporada de otoño e invierno destacan los elaborados, como la bollería y pastelería, con un aumento del 900 %.

Además, la fruta, con más de 147 millones de kilos/litros es el alimento que más se desperdicia en la época estival, seguido de las verduras y las hortalizas con más de 64 millones de kilos/litros.

En cuanto a los productos utilizados, lo que más se desperdicia en verano son los platos con base de carne que lideran la lista con más de 18 millones de kilos/litros desperdiciados, seguidos de sopas, cremas y purés con más de 17 millones de kilos/litros.

Comida a la basura
Un tercio de la producción alimentaria a nivel mundial se desecha o desperdicia, provocando 3,3 gigatoneladas de CO2

Cómo reducir el desperdicio alimentario durante el verano

Para abordar este problema y reducir el desperdicio alimentario en los supermercados durante periodos de calor extremo, desde Phenix advierten «de la necesidad de implementar estrategias integrales que tengan en cuenta a toda la cadena alimentaria y que nos permitan cuantificar el desperdicio y entender dónde se genera más y a través de qué productos, y/o categorías».

Con esta formación, podemos tomar medidas correctivas para prevenirlo y reducirlo, como la venta con descuento de productos con fechas cortas (o próximos a vencer), donaciones a asociaciones locales, venta de frutas y verduras imperfectas, sensibilizar a los consumidores, etc.

Reducir el desperdicio alimentario es crucial para el medio ambiente y la economía. Los expertos de Phenix recomiendan a los consumidores planificar sus compras con listas detalladas y evitar adquirir productos innecesarios.

Conservación y congelación

Además, remarcan la importancia de conservar adecuadamente los alimentos, utilizando técnicas de almacenamiento e informarse sobre la diferencia entre fecha de consumo preferente y fecha de caducidad, revisar sus fechas de caducidad para maximizar su duración.

To good to go aconseja revisar antes de las compras lo que hay en la nevera y en la despensa y hacer una lista de la compra para evitar coger en el supermercado cosas por duplicado que ya había en casa o que no se necesitaban.

Entre las estrategias para los consumidores recomienda conocer cómo conservar bien las frutas y verduras para prolongar su consumo útil, congelar la fruta muy madura para reciclarlas como helados o smoothies, u organizar bien la nevera dejando más a mano los alimentos más antiguos.

Soluciones para fabricantes y distribuidores

Además, otras de las opciones para el consumidor y las tiendas de alimentación es la utilización de aplicaciones en los móviles que ofrecen la opción de adquirir productos que en un corto plazo de tiempo acaban en el cubo de basura.

Jean-Baptiste Boubault, Country Manager de Phenix en España explica que «el cambio climático y sus efectos, como las olas de calor extremo, son causa y consecuencia del problema del desperdicio de alimentos».

Desde la compañía destacan que abordan este desafío ofreciendo soluciones para fabricantes y distribuidores de alimentos, evitando diariamente que 60 toneladas de excedentes alimentarios terminen en vertederos y generen más gases de efecto invernadero.

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