Siempre ha hecho este calor en verano: ¿Bulo o realidad?
El verano es cada vez más largo y caluroso según Aemet
Un físico teórico demuestra de forma estadística que los veranos son cada vez más cálidos
El cambio climático está detrás de este incremento de las temperaturas

No lo vamos a negar: en verano es cuando más calor hace, es la principal característica de dicha estación del año, a la que también definen los días más largos, la jornada intensiva y las larguísimas vacaciones escolares, para mayor disfrute de niños y jóvenes, y no tanto para sus progenitores.
Cada vez más escuchamos comentarios como que «siempre ha hecho este calor», que es verano, que lo normal es tener estas temperaturas porque es agosto, y que las alertas sobre las de calor son exageradas, todas estas valoraciones se lanzan sin base científica.
Pero lo que también está quedando cada vez más claro es que las altísimas temperaturas que estamos sufriendo en los últimos periodos estivales no son, para nada, habituales, como indican multitud de estudios científicos basados, simplemente, en la mera observación de los hechos objetivos.
La propia Aemet ya ha manifestado que los veranos, además de mostrarse más tórridos, señala «un número de récords de días cálidos superior al esperado por simple variabilidad natural, y un aumento de las temperaturas máximas» que también se están alargando, «con entre 4 y 15 días por década, dependiendo de la zona», explica en este trabajo científico.
La física y meteoróloga Isabel Moreno explica en su libro Atmósfera de bulos que aumentan estos mensajes y que son peligrosos para la ciudadanía, que baja la guardia y que afecta directamente a la salud de las personas.
Moreno expresó esta preocupación a principios de junio en su cuenta de Instagram, rebatiendo estos mensajes y comentando los riesgos de este tipo de bulos sobre el calor.
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Instituto de Física Teórica
No muy diferentes son las conclusiones de Juan Antonio Aguilar, investigador del Instituto de Física Teórica (IFT) del CSIC, que ha demostrado en un vídeo que no es cierto que el calor del verano se haya mantenido uniforme a lo largo de las décadas. Al contrario, lo que está sucediendo es que los días más extremos se concentran en los últimos diez años.
Lo que ha hecho Aguilar es analizar los datos de temperatura de Granada, ciudad en la que nació, entre los años 1941 y 2024. Hablamos de 84 años completos y más de 30.000 días registrados.
Marcas de temperatura
«Lo primero que se le ocurre a uno es tomar cierta marca de temperatura, por ejemplo, 35 o 38 grados, y mirar a lo largo de estos 84 años en cuántos días se han superado esas marcas», explica el físico teórico. El resultado es un gráfico como el siguiente:
Como vemos, la gráfica muestra claramente que hay muchos más días en que se superan los 35 y los 38 grados en la última década, en comparación con los datos más antiguos. La cuestión es saber si esta diferencia es significativa en términos estadísticos, hasta el punto de que sirva para afirmar, a la luz de los datos, que los veranos de ahora son mucho más extremos que los de antes.
Máximas
Para comprobar hasta qué punto es así, el físico teórico se ha fijado en el 2% de las temperaturas máximas más altas, que en total suman unos 600 días de los más de 30.000 registrados.
«Si fuera cierto que siempre ha hecho este calor en verano, se esperaría que estas máximas extremas se distribuyeran de una forma más o menos uniforme a lo largo de los 84 años. Así, más o menos constante, con fluctuaciones una vez más para arriba, otra vez más para abajo, etcétera. Pero eso no es tampoco lo que se observa», resalta Aguilar.
De hecho, lo que vuelve a detectarse es un notable incremento de temperaturas extremas en los años más reciente, principalmente en la última década.
Test de Kolmogorov-Smirnov
Para saber si estos resultados son compatibles con la hipótesis de que siempre ha hecho el mismo calor, el físico teórico realiza una prueba siguiendo el conocido test Kolmogorov-Smirnov a dos conjuntos de datos. Este test lo que muestra es la probabilidad de que, de ser cierta una determinada hipótesis (siempre ha hecho el mismo calor en verano), se den una serie de datos, en este caso, de temperatura.
Al test se sometieron dos conjuntos de datos: los datos reales de temperaturas máximas, y un conjunto de pseudatos, es decir, de datos obtenidos no en mediciones reales, sino en datos generados según esta propuesta de que siempre ha hecho el mismo calor.
El resultado no deja lugar a dudas: «Spoiler, sale prácticamente cero», afirma Aguilar, en referencia a la compatibilidad de la hipótesis de que siempre ha hecho el mismo calor con los datos reales de temperatura.
Ni medio normal
Aguilar desmonta con métodos parecidos otros falsos argumentos que tratan de insistir en la teoría de que el termómetro marca lo que siempre ha marcado en verano. «En ningún caso, de ninguna manera, es lo que se observa en los datos, que es un incremento brutal. Por mi parte, esto acaba la discusión. Contra hechos no valen argumentos. El calor que hace ahora en verano no es ni medio normal», concluye el físico teórico.
Hay que matizar que este experimento lo único que pretende es demostrar, de manera estadística, que no es cierto que siempre haya hecho el mismo calor en la época estival, pero en ningún caso se entra en cuál es la causa de este incremento extraordinario de las temperaturas veraniegas.
Lo que sí que sabemos es que existen otros muchos estudios de entidades científicas como pueden ser el CSIC, la Aemet, el IPCC, Copérnicus o la NOAA en los que queda patente que el planeta se está calentando de manera artificial, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles producida por las actividades humanas. Se llama cambio climático y es una indudable evidencia científica.