Alimentos caducados: ¿estamos poniendo en peligro nuestra salud evitando su desperdicio?
El 50% de los españoles admite haber consumido productos caducados para evitar tirarlos a la basura


¿Nos estaremos pasando de frenada los españoles evitando el desperdicio de alimentos al fijarnos en las fechas de caducidad de los productos? El desperdicio alimentario es uno de los grandes problemas del sistema de consumo actual en los grandes países desarrollados, pero el preocuparse en demasía puede conllevar otras consecuencias.
Tanto que los gobiernos y las empresas que trabajan en la comercialización de estos productos están poniendo todos sus esfuerzos para evitarlo, no sólo en supermercados y en la hostelería, sino también en la concienciación ciudadana.
En este ámbito, España dispone ya de una ley para evitar el desperdicio de alimentos, aprobada el pasado 1 de abril: se trata de la Ley 1/2025, de 1 de abril, de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario.
Falta de concienciación social
El texto apunta a que «las pérdidas y el desperdicio de alimentos son señal de un funcionamiento ineficiente de los sistemas alimentarios y de una falta de concienciación social».
Añade que «sin perjuicio de la seguridad alimentaria, a lo largo de toda la cadena alimentaria se producen niveles significativos de pérdidas y desperdicio alimentario, desde la producción hasta el consumo. Solamente entre las fases de la postcosecha y la venta minorista se pierde hasta el 14 % de la cantidad de alimentos que se producen en todo el mundo, según ha indicado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 2019».
Mucha comida a la basura
En España, según datos del Informe del Desperdicio Alimentario en España 2023 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el desperdicio alimentario es un problema importante, con cifras que indican que se tira a la basura una cantidad significativa de comida.
Se estima que cada año se desperdician 1,3 millones de toneladas de alimentos, una circunstancia que ocurre en diferentes fases de la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo en los hogares.
Menos desperdicio en los hogares
Cabe destacar que no sólo se desperdician alimentos al tirarlos, sino también quedan como infructuosos los significativos recursos empleados para producirlos, los esfuerzos humanos, técnicos y económicos invertidos y el valor agregado logrado con tanto trabajo y dedicación.
Según el mismo informe, en España se desperdiciaron el 3,9 % del total de alimentos y bebidas adquiridos para su consumo dentro y fuera de los hogares. Aunque en el estudio se destaca que «el número de hogares que no desperdició alimentos en 2023 aumentó un 4,4% con respecto al año anterior».
Consumo de productos caducados
Sin embargo, el exceso de celo y concienciación por evitar el tirar alimentos a la basura está llevando a que llame la atención un dato que apunta a que una parte de los españoles consumimos productos caducados por no desperdiciarlos.
Según Phenix, el 50% de la población admite haber consumido productos caducados para evitar tirarlos, un dato que sale a la luz tras la elaboración de la segunda edición del Barómetro del Desperdicio Alimentario, realizado conjuntamente con la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc).
Precisamente este dato es el que atañe a uno de los puntos problemáticos que se señalan en el desperdicio alimentario, el que se refiere a la concienciación de la sociedad para evitar tirar a la basura los productos.
Interpretar las fechas de caducidad
Apuntan a que este dato refleja «la necesidad de reforzar la información y concienciación del consumidor, no sólo sobre la importancia de evitar el despilfarro, sino también sobre cómo interpretar correctamente las fechas de caducidad, las condiciones de conservación y los signos que indican que un alimento ya no es seguro».
Destacan que «la solución pasa por fomentar prácticas responsables que permitan aprovechar los recursos disponibles sin comprometer la salud».
Correcta gestión
Desde Phenix se subraya que una correcta gestión del excedente es clave para proteger la salud pública, combatir el desperdicio y reforzar la resiliencia del sistema alimentario.
Con motivo del Día Mundial de la Seguridad Alimentaria, celebrado el pasado 7 de junio, la empresa especializada en la gestión de excedentes, subraya la importancia de aplicar criterios rigurosos de trazabilidad, control y formación a lo largo de toda la cadena de valor, especialmente en contextos de recuperación y donación de alimentos.
Trazabilidad, formación y control
En un momento en el que España avanza hacia un modelo más sostenible con la nueva Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, resulta esencial recordar que cada alimento donado debe cumplir las mismas garantías de calidad y seguridad que el resto.
La trazabilidad es una de las claves para garantizar la seguridad en la redistribución de alimentos. En este sentido, la empresa aboga que todos los productos destinados a donación estén correctamente registrados y geolocalizados digitalmente, permitiendo identificar su origen, destino y estado en cada momento. Esta trazabilidad integral permite, en caso necesario, activar protocolos de actuación rápidos y eficaces.
Antes la salud que el desperdicio
En estas ecuaciones también entra en juego la fecha de caducidad marca el día a partir del cual el consumo de un alimento deja de ser completamente seguro. «A partir de esta fecha, el consumidor se expone a un posible desarrollo de bacterias patógenas», señalan desde la consultora CSA, experta en seguridad alimentaria.
Aunque esto no significa que siempre vaya a ser así y que si lo hacemos vayamos a enfermar, pero corremos un alto riesgo al hacerlo. Cuantos más días pasen de la fecha de caducidad, más probabilidad hay de que el alimento esté contaminado.
Del mismo modo, hay que recordar que fecha de caducidad y fecha de consumo preferente no son lo mismo. Comer un alimento después de esta última fecha no supone ningún peligro para la salud de las personas.
Riesgos de los alimentos caducados
¿A qué nos exponemos si comemos alimentos caducados? Desde CSA aseguran que existen múltiples enfermedades que se transmiten por el consumo de alimentos en mal estado.
A veces puede suponer una simple gastroenteritis con vómito y diarrea, pero la realidad es que pueden contagiar enfermedades mucho más graves que pueden llevar incluso a la muerte.
Los microorganismos patógenos más peligrosos a los que estamos expuestos al consumir alimentos caducados son:
- Virus: Hepatitis A y Norovirus.
- Bacterias: Salmonela, Listeria, Shigela, Coli y Campylobacter.
- Parásitos: Giardia y Trichinella.
Las intoxicaciones alimentarias son especialmente peligrosas para las mujeres embarazadas, los niños pequeños, los ancianos y aquellas personas con un sistema inmunitario débil.
«El desperdicio alimentario es un problema global, pero no podemos permitir que la solución suponga nuevos riesgos para la salud. En Phenix trabajamos para reducir el desperdicio sin comprometer la seguridad, garantizando que cada producto salvado cumpla con todas las condiciones necesarias para su consumo», concluye Pauline Bertin, Chief Sales Officer de la empresa a nivel global.