Animales

De 100 a 2.000 ejemplares: cómo se ha logrado el éxito de conservación del lince ibérico en España

El lince ibérico dejará de estar "en peligro de extinción" y pasará a ser una especie “vulnerable” en la Lista Roja de Especies Amenazadas

El informe de la Fundación Artemisan destaca el papel del sector cinegético en su conservación y expansión

El persidente de la Junta de Andalucia, Juan Manuel Moreno, ha celebrado en redes sociales que el lince ibérico haya dejado de estar en extinción

Lince ibérico extinción
Los centros de cría en cautividad y los cotos de caza han tenido un papel esencial en esta recuperación
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

El lince ibérico (Lynx pardinus) es todo un ejemplo de éxito en la recuperación y conservación de una especie, que ha pasado de contar con menos de 100 ejemplares en el año 2002 a superar los 2.000 en el año 2024, con una perspectiva de expansión a nuevos territorios de España y Portugal.

Así lo recoge el informe Evolución y recuperación del lince ibérico (Lynx pardinus) en España y Portugal: un ejemplo de éxito de conservación, publicado por Fundación Artemisan y que, tras una publicación en X del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha anunciado que el lince ibérico deja de ser una especie en peligro de extinción.

«¡Estupenda noticia! La IUCN acredita que el lince ibérico deja de estar en peligro de extinción y pasa a catalogarse como especie vulnerable». Moreno celebró ayer así las conclusiones del informe de la Fundación Artemisan.

El informe realiza una revisión sobre la situación de la especie, a través de datos suministrados por las administraciones sobre distribución, abundancia y tendencia poblacional.

 

Por su parte, el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, ha celebrado este jueves que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) haya publicado la evaluación que acredita el paso del estado de conservación de la especie de lince ibérico, que dejará de estar «en peligro de extinción» y pasará a ser una especie «vulnerable» en la Lista Roja de Especies Amenazadas.

La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, también ha valorado de forma positiva este avance agradeciendo el esfuerzo de «muchas administraciones, muchas organizaciones y muchos centros de investigación» que han permitido recuperar el lince ibérico con centros de cría en cautividad desde los que después ha sido posible la liberación de ejemplares.

Retos y expansión

En las 14 páginas de la publicación de Fundación Artemisan también se analizan los retos que afronta y el papel fundamental que ha tenido el sector cinegético en su recuperación.

El lince ibérico, un felino silvestre con presencia en la península ibérica desde hace miles de años, fue declarado en peligro crítico de extinción y, de hecho, se consideró el más amenazado del planeta entre la década de los 1990 y los 2000, lo que provocó que numerosas entidades, tanto públicas como privadas, comenzaran a realizar importantes esfuerzos para su recuperación y conservación.

El triple de población

De contar con menos de cien linces en dos núcleos en Andalucía en los años 1990, en el año 2023 se han contabilizado 2.021 ejemplares de la especie, repartidos en 14 núcleos de población (13 de ellos en España y uno de ellos en Portugal).

El mayor incremento se ha producido en el periodo 2019-2023, pasando de 855 a 2021 linces, casi triplicando la población, con un crecimiento muy pronunciado tanto de hembras reproductoras como de cachorros.

A día de hoy existen poblaciones reproductoras de lince en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y sur de Portugal, habiéndose reintroducido la especie recientemente en la Región de Murcia.

Lince ibérico éxito
Lince ibérico. (Foto Fundación Artemisan)

Al borde de la extinción

Entre las cuestiones que llevaron al lince al borde de la extinción se encuentran la fragmentación y reducción de hábitats, al requerir territorios de gran extensión para consolidar poblaciones a medio y largo plazo, un cambio de hábitat que también afectó al conejo de monte, presa principal del lince, al que se añadieron enfermedades como la mixomatosis o la enfermedad hemorrágica del conejo, que redujeron notablemente sus poblaciones.

Además, a la situación del lince también afectaron otras causas de mortalidad no natural inducidas por el ser humano como los cepos y trampas no selectivos dirigidos a la captura de conejos y zorros (ahora afortunadamente prohibidos), la persecución directa y los atropellos.

A finales del siglo XX se iniciaron una serie de proyectos para revertir esta situación, que se mantienen hasta hoy en día, comenzando a dar resultados positivos a principios del siglo XXI y abriendo un horizonte de esperanza para la especie.

20 años de proyectos LIFE

El informe desarrollado por Fundación Artemisan coincide con la celebración en el Senado, este jueves, 20 de junio, del acto de presentación de La recuperación del lince ibérico en la península ibérica: 20 años de proyectos LIFE, con la presencia de numerosos actores involucrados en estas iniciativas.

En la recuperación de esta especie ha sido vital la puesta en marcha de una estrategia común bajo criterios científicos y técnicos, centrada en incrementar la natalidad del lince y reducir las causas de mortalidad y con la implicación de todos los actores.

Y si ha sido de suma importancia la existencia de fondos públicos y privados para su ejecución, también lo ha sido la colaboración de propietarios y gestores de cotos y fincas de caza, que invierten recursos humanos y materiales en la gestión de hábitats favorables para el conejo de monte, y por ende también del lince.

Refugio en cotos de caza

Cabe recordar que, tras la administración, el sector cinegético es el colectivo que más invierte en conservación del medio natural en España, más de 300 millones de euros al año.

Y es que este éxito de recuperación no habría sido posible sin una estrecha colaboración entre administraciones y sector privado, especialmente el cinegético, puesto entre el 80 % y el 90 % de las hembras de lince reproductoras se encuentran en fincas y cotos de caza.

Los cazadores como aliados

Estos han proporcionado a esta especie un gran aliado al desplazar de su territorio a otros depredadores más pequeños como el zorro, el meloncillo y el mustélido, cuya sobreabundancia es perjudicial.

En este sentido, Fundación Artemisan destaca «la labor y el protagonismo de los cazadores en la recuperación de la especie, que no habría sido posible sin el decidido apoyo del sector, que no sólo cuida y gestiona su hábitat, sino que también es el principal actor en perseguir cualquier atentado contra la especie».

Distintas comunidades autónomas están realizando esfuerzos para proteger, aumentar o introducir al lince ibérico en sus territorios. Entre ellas están la Comunidad de Madrid y Castilla y León, que ya anunciaron su voluntad de reintroducirlo o en aumentar su población en distintos espacios, o las ya realizadas en la Región de Murcia o en Castilla – La Mancha.

De «En Peligro» a «Vulnerable»

¿Qué significa que el lince ibérico cambie de estatus en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza?

Una especie vulnerable corre menor riesgo de extinción que una en peligro, pero éste sigue presente por problemas como la pérdida de hábitat, por lo que UICN recomienda que sus animales sigan siendo supervisados hasta que mejore su capacidad reproductiva y su capacidad de supervivencia.

En este sentido, la UICN advierte que la población del lince ibérico, oriunda de zonas de monte mediterráneo, pero también en la zona española del Parque de Doñana, al nivel del mar, aún está amenazada por factores como la alteración de su hábitat a consecuencia del cambio climático, los atropellos, o la caza furtiva.

La organización también advierte de las enfermedades que a este animal le pueden transmitir los gatos domésticos, o las fluctuaciones que otras epidemias pueden causar en la población de conejos, su alimento básico.

La Lista Roja de la UICN incluye 44.000 especies animales y vegetales, un 28 % del total, y en el caso de los mamíferos más de la cuarta parte de ellos corren mayor o menor peligro de extinción.