Szymon Marciniak será el encargado de arbitrar la final del Mundial de Qatar 2022. El colegiado polaco está considerado como uno de los mejores de la UEFA y, por tanto, del mundo. Verá consagrada su trayectoria pitando el partido soñado, el que disputarán este domingo Argentina y Francia. Un duelo que decidirá al campeón del mundo y donde estará Lionel Messi, que no guarda precisamente un gran recuerdo del trencilla, puesto que bajo su mando recibió dos goleadas más que dolorosas durante su etapa en el Barcelona.

El astro argentino y el polaco se han encontrado sobre el césped en cuatro ocasiones, una de ellas en este Mundial. Fue en el Argentina-Australia de octavos de final, en el que los de Scaloni ganaron por 2-1. Las otras tres veces fue en Champions y en todas ellas Messi era aún azulgrana. En este caso, el balance es de una victoria y dos derrotas.

Las dos primeras veces fueron en la temporada 2016-17, en octavos y en cuartos de final y ambas acabaron con goleada contra el Barça. Los culés cayeron en el primer encuentro por 4-0 ante el PSG, aunque luego en la vuelta remontarían la eliminatoria. En la siguiente ocasión que se cruzaron fue en cuartos de final, donde la Juventus endosó un 3-0 a los blaugranas que les sería imposible remontar.

Messi y Marciniak no volvieron a cruzarse hasta dos temporadas después. En aquella ocasión, el Barcelona sí que se impuso, por 5-1 al Olympique de Lyon, para superar los octavos de final tras un 0-0 en Francia. En aquel partido, el ’10’ hizo dos de los goles del equipo.

Quejas arbitrales

A lo largo del Mundial han llamado la atención las quejas de Argentina sobre los colegiados que les han tocado. Especialmente Mateu Lahoz, que era el favorito para pitar la final pero al que el encuentro entre los de Scaloni y Holanda le terminó por descartar. El valenciano señaló en ese encuentro un penalti a favor de los albicelestes, les perdonó otro en contra y la expulsión de Paredes y, aún así, fue el foco de las críticas de la selección sudamericana.

No fue sólo Mateu el que barrió en favor de los argentinos, puesto que en este Mundial les han pitado cuatro penaltis –más que a ninguna otra selección– y tres de ellos han sido más que dudosos. Ahora, será el polaco Marciniak el encargado de pitar el partido que puede encumbrar a Messi a lo más alto de la historia, un árbitro con del que el astro no guarda muy buenos recuerdos.