Luis Enrique no estará solo en la Qatar University de Doha durante la estancia de la selección española en el Mundial. Tendrá a su lado a 26 jugadores que lo darán todo por hacer grandes cosas en tierras qataríes, a un cuerpo técnico clave para que su día a día sea más sencillo y a todo el equipo de la RFEF. La expedición española es de unas 90 personas. Pero además, también estará acompañado de la pantalla gigante que está instalada en Las Rozas y de su inseparable andamio, desde donde controla todos los movimientos de sus jugadores en cada entrenamiento.

Con la pantalla, que mide seis metros de ancho y tres de alto, permite a Luis Enrique combinar el trabajo de campo con el vídeo sobre el mismo césped, sin la necesidad de tener que ir a una sala tras las sesiones de trabajo sobre el campo de fútbol a ver los aspectos a corregir. Una herramienta que permite a la selección española estar a la vanguardia en la innovación.

Por otro lado, el andamio ya es un clásico. Desde las alturas es capaz de ver los movimientos de sus jugadores con una mayor facilidad. El asturiano ya instaló cuando era entrenador del Celta de Vigo y lo llevó a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Ahora, lo ha metido en otro avión para que esté el próximo viernes presente en la primera sesión que llevará a cabo la selección española en Qatar.

Luis Enrique también se ha llevado los walkie-talkie que utilizó durante el mes de septiembre. De esta forma, el seleccionador puede dar indicaciones a sus jugadores sin la necesidad de pegar gritos. Varios jugadores tienen unos transistores que ya dieron un gran resultado y que seguirán utilizando durante el Mundial.

El único objetivo es que la comodidad de los jugadores de la selección española sea la máxima. El cuartel del combinado nacional es muy práctico y las habitaciones son muy parecidas a las de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Por lo tanto, dos aviones después llenos de material, el próximo viernes todo estará listo para dar el pistoletazo de salida al Mundial.