Cómo usar correctamente el cinturón de seguridad y por qué es imprescindible
Ponerte el cinturón de seguridad debería ser un acto reflejo según te subes al coche. Da igual en qué posición, o si es delante o detrás. Sin embargo, y aunque todos afirmamos que lo hacemos, los datos demuestran lo contrario. Cada vez que la DGT presenta estadísticas que nos hablan de accidentes mortales en carretera, una buena parte de ellos tiene un denominador común. La víctima no llevaba el cinturón. ¿Cómo y por qué hemos de usarlo?
¿Cómo me pongo el cinturón de seguridad?
Antes de ponernos en marcha, conviene emplear unos segundos en colocar correctamente el cinturón de seguridad. La parte de abajo del mismo ha de situarse por encima de los muslos, y nunca directamente sobre el abdomen -especialmente en el caso de mujeres embarazadas-. La zona de arriba, por su parte, debes regularla para que el cinturón caiga de forma natural sobre el hombro, bien centrada. Y aquí toca dar un palo a algunas marcas de coches, que en una decisión incomprensible están tendiendo a hacer desaparecer el regulador de altura del cinturón. ¿Cómo pretenden que usen de la misma forma personas de 1,60 que otras que rocen los 2 metros? Por favor…
El cinturón de seguridad nos abrocha a la vida
El famoso eslogan define perfectamente la principal función del cinturón de seguridad, que no es otra que la de fijarnos al asiento. Usándolo evitaremos salir despedidos en caso de colisión o, incluso, frenazo. Si esto sucediese, lo más probable es que golpeemos contra algún objeto duro o que, directamente, salgamos disparados a través del parabrisas, enfrentándonos a gravísimas lesiones o, incluso, la muerte.
Los trayectos rutinarios también matan
Mucha gente piensa que porque apenas vaya a recorrer unos metros en un trayecto conocido no es necesario ponerse el cinturón de seguridad. Hay que concienciarse de que cada vez que nos subimos en un coche nos estamos jugando la vida. El accidente puede llegar en cualquier momento, recorras 100 metros o 1.000 kilómetros.
Protege a los que viajan contigo
Ten en cuenta que si no te pones el cinturón de seguridad, tu cuerpo puede convertirse en un proyectil en caso de accidente. Si esto sucede, puedes llegar a causar la muerte de tus acompañantes, por mucho que ellos sí que se lo hayan abrochado. Para que te hagas una idea, una persona de 50 kilogramos de peso puede producir una fuerza de 3.000 kg si se produce un impacto a 50 km/h. Si no es por ti, al menos que sea por el resto.