El truco de los profesionales para quitar el hielo del parabrisas sin dañarlo

Con la llegada del invierno, las mañanas se convierten en todo un desafío para quienes dejan su coche en la calle. Uno de los principales inconvenientes es la capa de hielo que se forma en las lunas, un fenómeno habitual en aquellas zonas donde las temperaturas caen por debajo de los cero grados durante la noche. Esta situación, aunque predecible, puede resultar frustrante, sobre todo si tenemos prisa por llegar al trabajo. Pero no hay de qué preocuparse, ya que existe un truco que recomiendan los expertos para quitar el hielo del parabrisas manera eficiente y segura.

Aunque en Internet se pueden encontrar multitud soluciones caseras y atajos aparentemente efectivos, no todas son recomendables. Algunos métodos pueden provocar rayaduras en las lunas o incluso fracturas debido a los cambios bruscos de temperatura. Por ello, es fundamental conocer las técnicas adecuadas para quitar el hielo sin comprometer la integridad del vehículo. A continuación, conoceremos una serie de trucos prácticos y comprobados; desde métodos caseros como el uso de alcohol hasta herramientas específicas como los rascadores diseñados para cristales, encontrarás todo lo necesario para mantener las lunas en perfecto estado durante los meses de invierno.

El mejor truco para quitar el hielo del parabrisas

Lo primero y más importante encender la calefacción del coche y dirigir el aire caliente hacia las lunas. Esto no sólo ayuda a descongelar la superficie, sino que lo hace de manera gradual, evitando que el cristal sufra algún tipo de daño. Aunque este proceso puede tardar unos minutos, resulta muy efectivo para ablandar el hielo.

Si no tienes un producto específico, el alcohol de limpieza al 70% es una solución práctica. Este compuesto tiene propiedades descongelantes debido a su bajo punto de congelación. Para usarlo, mezcla una parte de alcohol con dos partes de agua en un pulverizador y rocía la mezcla sobre la luna helada. Este método es económico, eficaz y seguro para el cristal.

Otra solución casera es la mezcla de sal y agua tibia, que puede ayudar a derretir el hielo en pequeñas cantidades. Sin embargo, lo expertos recomiendan utilizar este método con cuidado, ya que la sal puede ser corrosiva para la pintura del coche si entra en contacto con ella.

Si sabes que la temperatura va a caer por debajo de cero durante la noche, es recomendable tomar medidas preventivas. Una solución sencilla es colocar un cartón o una manta sobre la luna del coche antes de que se forme el hielo. También puedes levantar los limpiaparabrisas para evitar que se adhieran al cristal. Otra opción es utilizar fundas específicas para lunas, que están diseñadas para proteger el parabrisas.

Errores a evitar

Raspar el hielo con objetos improvisados, como tarjetas de  llaves, puede ser tentador, pero no es  lo más recomendable. Estos elementos suelen causar rayones en el cristal y dificultan la retirada del hielo. Lo que sí puedes utilizar es un rascador diseñado específicamente para las lunas del coche. Estas herramientas suelen estar hechas de materiales que no dañan la superficie y tienen bordes adaptados. Asegúrate de aplicar una presión moderada y de realizar movimientos suaves para evitar daños.

Uno de los errores más comunes es intentar descongelar el cristal utilizando agua caliente. Este método, aunque rápido, puede causar daños irreparables. Las lunas de los coches están diseñadas para soportar cambios graduales de temperatura, pero un contraste brusco puede provocar fisuras o incluso la rotura total del cristal.

Por otro lado, cuando las lunas están cubiertas de hielo, activar los limpiaparabrisas es una mala idea. Las escobillas se pueden romper o dañar debido a la resistencia del hielo, y en el peor de los casos, podrían rayar el cristal. Además, las gomas de los limpiaparabrisas tienden a endurecerse con el frío, lo que las hace más propensas a desgastarse. Por ello, es mejor descongelar completamente la superficie antes de usarlos.

Consejos para cuidar el coche en invierno

Antes de que llegue el invierno y las temperaturas desciendan bruscamente, es recomendable realizar una revisión completa, verificando el sistema de calefacción, la batería y los niveles de líquidos esenciales como el aceite y el refrigerante.

Los neumáticos merecen especial atención, ya que son clave para garantizar una buena adherencia en carreteras heladas o nevadas. Mantén la presión adecuada y considera usar neumáticos de invierno si las condiciones lo requieren. Además, protege las lunas del coche usando fundas o cartones para evitar la formación de hielo, y asegúrate de que el líquido limpiaparabrisas tenga propiedades anticongelantes.

Por otro lado, la sal que se utiliza en las carreteras puede ser corrosiva, por lo que es importante lavar el coche con frecuencia, enfocándose en los bajos. Asimismo, es fundamental arrancar el motor con cuidado para evitar daños y mantener los faros limpios para garantizar visibilidad. Finalmente, es aconsejable llevar un kit de emergencia con elementos esenciales ante posibles imprevistos.