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Adiós definitivo a esta función del coche: las marcas la están eliminando para siempre

Coche
Una persona conduciendo.

En los últimos años, la industria automovilística ha experimentado una gran transformación debido a la introducción de nuevas tecnologías que buscan mejorar la experiencia de conducción. Las marcas han presentado los sistemas de asistencia, como sensores de proximidad, cámaras traseras y funciones de aparcamiento como soluciones revolucionarias para hacer que la conducción sea más segura y cómoda. Sin embargo, no todas estas innovaciones han logrado calar entre los conductores. Uno de los ejemplos más recientes es la decisión de Ford de eliminar su sistema de asistencia de aparcamiento, conocido como Active Park Assist, de varios modelos que lanzará al mercado en un futuro.

La tecnología Active Park Assist, que la propia Ford introdujo hace unos años, permite que el vehículo realice maniobras de estacionamiento de manera autónoma con sólo pulsar un botón. Utilizando una combinación de sensores y cámaras, el sistema identifica espacios libres y realiza las maniobra para aparcar el coche. Aunque innovadora, muy pocos conductores utilizan esta función, lo que ha llevado a la marca a reconsiderar su viabilidad económica. Según el director de operaciones de Ford, Kumar Galhotra, «no tiene sentido seguir invirtiendo en algo que nuestros clientes apenas utilizan».

Ford dice adiós al Active Park Assist

El sistema Active Park Assist fue diseñado para resolver uno de los problemas más comunes a los que se enfrentan los conductores: el aparcamiento. Este asistente tecnológico permite que el vehículo realice las maniobras necesarias para aparcar de forma completamente autónoma, lo que resulta especialmente útil en espacios reducidos. Utilizando sensores y cámaras integrados, el sistema detecta el espacio disponible y ajusta el volante para colocar el coche en la posición deseada, mientras el conductor controla la velocidad a través del acelerador y el freno.

A pesar de su innovación, según los datos recopilados por Ford, la mayoría de conductores rara vez utilizan el sistema, lo cual se puede atribuir a varias razones, entre ellas:

  • Muchos conductores prefieren confiar en sus propias habilidades a la hora de aparcar antes que delegar esta tarea a un sistema automatizado.
  • En zonas con muchas plazas de aparcamiento o donde no hay mucho tráfico, los conductores consideran que no necesitan ningún asistente para aparcar.
  • También hay quienes consideran que este tipo de funciones aumentan innecesariamente el precio de los vehículos.
  • Utilizar el sistema como es debido requiere un aprendizaje previo, lo que mucho conductores consideran innecesario.

Ante esta situación, Ford ha decidido que continuar invirtiendo en el Active Park Assist no es una opción viable desde el punto de vista económico. Asimismo, esta medida forma parte de un plan más amplio de Ford para reducir los costes de producción. Según estimaciones de la empresa, eliminar esta función permitirá ahorrar aproximadamente 60 dólares por cada vehículo fabricado, lo que equivale a un ahorro total de 10 millones de dólares al año. La compañía redirigirá estos recursos hacia el desarrollo de vehículos eléctricos y otras innovaciones que los clientes consideren más útiles.

En los últimos años, muchos fabricantes han optado por simplificar sus vehículos, eliminando tecnologías que no generan suficiente valor. Volkswagen, por ejemplo, ha vuelto a implementar botones físicos en lugar de pantallas táctiles en algunos modelos, tras recibir comentarios de clientes que consideraban que los controles digitales eran menos intuitivos. Kia también ha tomado decisiones similares para abaratar costes y mejorar la experiencia de lo conductores.

Además, el auge de los vehículos eléctricos ha cambiado las reglas del juego. La competencia en este sector es feroz, con empresas como Tesla liderando la carga en tecnologías avanzadas y eficiencia energética. Por este motivo, los fabricantes tradicionales deben priorizar inversiones en ámbitos que garanticen su competitividad a largo plazo, como baterías de mayor duración, sistemas de carga rápida y diseños aerodinámicos.

El futuro de la tecnología en los automóviles

La industria automovilística está viviendo una revolución tecnológica que transformará el transporte tal como lo conocemos. Entre los avances más destacados está la electrificación, con vehículos eléctricos (VE) cada vez más accesibles y eficientes gracias a la reducción de costes en baterías y mejoras en la infraestructura de carga.

Otro gran paso es el desarrollo de la conducción autónoma, que utiliza sensores, cámaras e inteligencia artificial para permitir que los coches realicen maniobras sin intervención humana. Aunque todavía enfrentan limitaciones en infraestructura y regulaciones, estos sistemas prometen aumentar la seguridad vial al reducir los errores humanos.

La conectividad también está revolucionando la experiencia al volante. Los vehículos están integrando sistemas inteligentes que conectan a los conductores con servicios personalizados, navegación en tiempo real y comunicación con otras infraestructuras, optimizando el tráfico y mejorando la comodidad.

A pesar de los desafíos, como los altos costes y las preocupaciones sobre la privacidad de datos, el futuro apunta hacia automóviles más eficientes, seguros y sostenibles. La tecnología no solo busca mejorar la experiencia del usuario, sino también contribuir a un modelo de movilidad respetuoso con el medio ambiente y adaptado a las necesidades futuras.

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