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La DGT introduce cambios en 2025: así serán las normas para conductores y ciclistas a partir de esta fecha

Cambios de la DGT para 2025

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado cambios significativos en las normas de circulación para 2025, enfocados en mejorar la seguridad vial de los usuarios más vulnerables, como ciclistas, peatones y personas que utilizan vehículos de movilidad personal. Entre las medidas más destacadas está la obligatoriedad de que los conductores reduzcan la velocidad en al menos 20 km/h por debajo del límite permitido al adelantar a ciclistas. Esta reforma del Reglamento General de Circulación busca minimizar riesgos y fomentar una mayor convivencia en las vías.

Otra de las novedades es la necesidad de mantener una separación lateral mínima de 1,5 metros al adelantar bicicletas. En vías con varios carriles por sentido, los conductores deberán cambiar completamente de carril para realizar la maniobra. Según la DGT, estas medidas pretenden garantizar la seguridad de los ciclistas frente a la notable diferencia de velocidad entre ellos y los vehículos a motor. Por su parte, los ciclistas estarán obligados a usar casco, salvo en casos excepcionales justificados por motivos médicos. En áreas urbanas, deberán circular por la calzada, utilizando preferentemente el centro del carril si no existe un carril bici. Además, se permitirá a los ciclistas adelantar vehículos por ambos lados en zonas de tráfico congestionado para facilitar su movilidad.

Nuevas normas de la DGT para 2025

El aumento constante en el número de ciclistas fallecidos en las carreteras, con 44 muertes registradas en 2024, ha impulsado a la DGT a tomar medidas . En este contexto, se han planteado cambios significativos en el Reglamento General de Circulación que entrarían en vigor en 2025. Estas modificaciones buscan reforzar la seguridad de los denominados «usuarios vulnerables», un grupo que incluye ciclistas, peatones y conductores de vehículos de movilidad personal.

Con el objetivo de reducir los accidentes y mejorar la convivencia en las vías urbanas e interurbanas, las nuevas normas se enfocan tanto en las responsabilidades de los conductores como en las obligaciones de los ciclistas, estableciendo un marco que prioriza la seguridad y promueve el respeto mutuo.

Medidas dirigidas a los conductores

Uno de los cambios más relevantes es la obligación de reducir la velocidad en 20 km/h por debajo del límite permitido al adelantar ciclistas en carreteras. Por ejemplo, si el límite es de 90 km/h, el conductor deberá disminuir su velocidad a 70 km/h durante la maniobra. Esta medida busca minimizar los efectos de las turbulencias que generan los vehículos, especialmente camiones, y evitar situaciones de riesgo.

Además, se refuerza la necesidad de mantener una distancia mínima de 1,5 metros al adelantar bicicletas. En carreteras interurbanas, será obligatorio invadir completamente el carril contrario, incluso si hay línea continua, siempre que no existan riesgos evidentes. También se prohíbe adelantar en carreteras estrechas si hay ciclistas circulando en sentido contrario, con el obejtivo de evitar situaciones de peligro.

En el ámbito urbano, los conductores deberán mantener una distancia mínima de cinco metros con respecto a los ciclistas que circulan delante de ellos. Las sanciones por incumplir estas normas serán más severas, incluyendo multas de 200 euros y la pérdida de hasta seis puntos en el carnet de conducir.

Nuevas obligaciones para los ciclistas

Por su parte, los ciclistas también estarán sujetos a mayores responsabilidades. El uso del casco será obligatorio en todas las circunstancias, eliminando las excepciones que permitían prescindir de él en ascensos prolongados, días calurosos o por motivos médicos. Esta normativa, aplicable a vías interurbanas, tiene como objetivo garantizar la protección de los ciclistas en cualquier situación.

En zonas urbanas, los ciclistas deberán circular por el centro del carril, equiparándose al comportamiento de otros vehículos. Esta medida busca prevenir accidentes causados por aperturas inesperadas de puertas de vehículos estacionados y mejorar la visibilidad de los ciclistas en las intersecciones. Además, se permitirá a las bicicletas adelantar a vehículos detenidos en atascos y, en calles de un único carril y límite de 30 km/h, circular en sentido contrario.

Los ciclistas también estarán obligados a utilizar chalecos y otros elementos reflectantes en condiciones de baja visibilidad, como lluvias o niebla, para garantizar que sean visibles a una distancia de 150 metros. En entornos urbanos, el uso de luces y prendas llamativas será crucial para incrementar su seguridad.
Un esfuerzo conjunto por una convivencia segura

La DGT destaca que estas reformas son necesarias para reducir la siniestralidad y fomentar una convivencia armónica entre todos los usuarios de la vía en entornos urbanos e interurbanos. Las nuevas normas no sólo buscan proteger a los ciclistas, sino también educar a conductores y usuarios vulnerables sobre la importancia de respetar las normas de circulación.

Estas medidas representan un cambio significativo en la regulación vial, especialmente en entornos urbanos, donde la seguridad de los ciclistas es más compleja debido a la diversidad de normas locales. Con la entrada en vigor de estas modificaciones de la DGT en 2025, se espera que tanto ciclistas como conductores adapten sus hábitos de movilidad, contribuyendo a una red vial más segura y eficiente para todos.

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