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Citroën C4: confort extremo y potencia con un nuevo motor de 155 CV

Citroën C4
Citroën C4 PureTech 155.

El nuevo Citroën C4 es un compacto que destaca por su comodidad, gracias a una suspensión y unos asientos que le confieren un confort de marcha destacado en su categoría, y que ahora cierra el círculo con un motor de gasolina de 155 CV que le proporciona el nervio y que hace de este modelo un superventas de la marca francesa.

El nuevo C4 se fabrica en la planta de Stellantis en Villaverde (Madrid) y es junto al C3 Aircross uno de los coches ‘Made in Spain’ de la marca. Desde su lanzamiento ha tenido una acogida excepcional convirtiéndose en la opción favorita entre particulares y el segundo coche más vendido en su categoría.

OKDIARIO ha probado la versión Shine que monta una motorización de gasolina PureTech de 155 CV asociada a un cambio automático de 8 relaciones. Y lo primero que hay que destacar es que el nuevo C4 es un coche extremadamente cómodo, hecho para el día a día pero también para hacer kilómetros en carretera.

Dos son los puntos fuertes que otorgan a este modelo de Citroën las mejores notas en cuanto a confort. Por un lado, los asientos que son muy anchos, mullidos y que igualan en comodidad a cualquier sofá. La espuma más gruesa y la napa de alta densidad transmiten unas sensaciones que invitan a estar sentado horas al volante.

Pero el punto fuerte de este C4 es, sin duda, su suspensión. El Citroën C4 cuenta con unos amortiguadores hidráulicos progresivos que convierten el coche en una especie de alfombra voladora, absorbiendo las irregularidades de la carretera de una forma sorprendente. Durante la prueba dinámica tuvimos la oportunidad de conducir el C4 en autovías y carreteras convenciones y el resultado fue excelente. En vías rápidas se aprecia la comodidad, pero el salto cualitativo lo apreciamos cuando salimos hacia vías convencionales.

En concreto pusimos a prueba la suspensión del C4 en la BU-945 y en la SG-945, dos carreteras estrechas, reviradas con subidas y bajadas y con el firme bastante irregular. En este caso, el comportamiento del C4 igualó en confort de marcha a cualquier autovía. El coche apenas notaba el bacheado y nos permitía afrontar cualquier curva únicamente preocupándonos de las trazadas.

A estas capacidades le podemos añadir una distancia libre al suelo de 156 mm y unas ruedas con un diámetro de 690 mm lo que permite excursiones fuera del asfalto sin ningún problema. Eso sí, tampoco hay que abusar, ya que al no disponer de Grid Control forzar al C4 a afrontar obstáculos complicados tampoco merece la pena.

Lo que sí recomendamos es exprimir del C4 sin excesos. Es un coche para disfrutar de los viajes, de su comodidad, por eso los conductores que busquen una conducción deportiva en carreteras de curvas se encontrarán con reacciones más propias de un SUV, ya que la suspensión provoca cierto balanceo que no permite pasos en curva apurados o muy rápidos.

Puro nervio

La versión Shine, la más equipada, incorpora al Citroën C4 un motor de gasolina PureTech de 155 CV que le confiere una potencia destacada respetando el medio ambiente –con unas emisiones de 131-145 g/KM de CO 2–. Este motor incluye novedades en cuanto a su refrigeración y eficiencia que permiten al C4 ser un coche poco ruidoso, el motor sólo se aprecia a bajas revoluciones, pero dotado de unas reacciones más que interesantes.

Este nuevo motor de 3 cilindros y 1,2l funciona mediante inyección directa y sobrealimentación por turbocompresor, que controla electrónicamente la presión de la sobrealimentación. Pero lo destacado de las nuevas tecnologías incorporadas a este corazón mecánico es el pilotado electrónico de algunas de los órganos del motor, como la bomba de aceite o la caja de salida de agua para permitir una rápida puesta en temperatura del motor. Citroën también ha conseguido reducir el rozamiento de las partes donde se produce mayor fricción gracias a un revestimiento denominado DLC (Diamond Like Carbon).

El Citroën C4 tiene tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport, que cambian el mapa del motor adaptándose a las necesidades del conductor. La mayoría de la prueba la hemos realizado en modo Normal y la verdad es que es más que suficiente para moverse con seguridad y comodidad en autovías y carreteras convencionales. El modo Sport consigue exprimir al máximo las capacidades del corazón mecánico del Citroën C4. Aquí nos gustaría señalar dos puntos que consideramos importantes.

El primero es que existe una diferencia importante en cuanto a la reacción del coche en situaciones en las que necesitamos una aceleración destacada. Pongo como ejemplo las rotondas o las salidas de un stop. En ambos casos, en la conducción en el modo Normal, el coche se muestra algo lento en la reacción –máxime si entra en juego el Start & Stop– con lo que en estas situaciones no está de más tirar del empuje que da el modo Sport.

Y el segundo es que también hay que prestar más atención si al conductor se le ocurre llevar el coche en modo Sport en ciudad. Las reacciones son nerviosas y hay que tener cuidado ya que entran en juego los 155 CV del motor del C4 y eso puede provocar algún sobresalto.

Hay que decir que este motor del nuevo Citroën C4 permite pasar de 0 a 100 km/h en tan sólo 8,5 segundos y permiten estirar su potencia hasta los 208 km/h. La caja de cambios EAT8 funciona con suavidad y quizás el único pero es que a bajas revoluciones sí apreciamos el ruido del motor. Más allá de eso, sí se puede decir que el coche es bastante silencioso a medida que ganamos velocidad y únicamente se aprecia el ruido aerodinámico. El habitáculo está bastante bien insonorizado.

Equipamiento completo

Como ya hemos comentado, el Citroën C4 con el motor PureTech de 155 CV sólo está disponible en la versión Shine, la más equipada, y que tiene un precio de 27.500 euros. Eso sí, esta berlina compacta cuenta con un gran número de funciones de ayuda a la conducción. El primero y que siempre destacamos es el Head Up Display, en este caso en color, que permite al conductor obtener información sobre el rendimiento, el control de velocidad o la navegación sin apartar la vista de la carretera. En sus últimos lanzamientos Citroën –C3 Aircross y C5 X– apuesta por este elemento que consideramos importantísimo para una conducción segura y relajada.

El C4 incorpora también elementos de seguridad como el reconocimiento de señales de límite de velocidad, el control de velocidad adaptativo, la alerta de cambio involuntario de carril, el Active Safety Brake, el indicador de atención del conductor y el de descanso recomendado o el sistema de vigilancia del ángulo muerto activo.

Toda la información del vehículo está accesible a través de una pantalla táctil de 10», donde se pueden configurar los diferentes reglajes del coche, acceder al navegador conectado y al centro de entretenimiento. Citroën no ha dejado al azar los detalles en esta versión, que también incorpora un cargador de móvil inalámbrico o el botón de asistencia en carretera.

Para concluir, el Citroën C4 es un coche más que destacado entre las berlinas compactas, con un altísimo grado de confort, un motor con una gran potencia y eficiencia, además de unas líneas atractivas y un espacio interior muy confortable.

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