Miles de personas afectadas: la estafa de las gasolineras en la que todos pican
El pedal del acelerador de los coches tiene otra función
Si ves una botella encima del techo del coche es por algo
Golpe a los conductores con etiqueta B

El acto rutinario de repostar combustible puede parecer una tarea libre de sobresaltos. Pero en realidad, en estos lugares con muchos vehículos y personas en movimiento, pueden ocurrir cosas que no siempre están a simple vista, como la estafa de las gasolineras de la que advierten las autoridades. Y es que lo que parecía una simple parada técnica, puede convertirse en el escenario perfecto para caer en una trampa cuidadosamente planificada por estafadores.
Así lo están viviendo miles de ciudadanos en Francia, donde se ha detectado un nuevo tipo de fraude en estaciones de servicio que ha provocado una alerta nacional. El método que utilizan los delincuentes es tan sencillo como eficaz, y está generando preocupación también en países vecinos como España, ya que se teme que esta forma de estafa en las gasolineras pueda cruzar fronteras. Más de 3.000 personas han sido víctimas desde enero de 2025, por lo que no es de extrañar que las autoridades estén tomando cartas en el asunto para evitar que el problema se extienda aún más.
Así funciona la estafa de las gasolineras
Una vez en la estación de servicio, los estafadores se acercan a otros conductores alegando que tienen un problema para pagar el combustible: su tarjeta no funciona o no pueden hacer el pago con efectivo en el surtidor. Entonces, con actitud aparentemente honesta, piden un favor.
La propuesta suena simple y hasta solidaria: ellos entregan un billete (supuestamente legítimo) a cambio de que el otro conductor pague su repostaje con su tarjeta. No se trata de una gran suma, ni de un intercambio sospechoso. El gesto puede parecer, incluso, un acto de buena fe entre conductores. Pero una vez realizada la transacción, la víctima se da cuenta de que el billete recibido es falso.
Este tipo de fraude no es el único que se está detectando en estaciones de servicio. Según han informado medios franceses y las autoridades locales, los estafadores también recurren a otros métodos más agresivos. Algunos directamente intimidan a las víctimas para que paguen, utilizando amenazas físicas o una actitud violenta. En otras ocasiones, instalan dispositivos conocidos como skimmers en los terminales de pago, diseñados para clonar la información de la tarjeta bancaria.
También se ha detectado una modalidad en la que ofrecen promociones falsas de carburantes, especialmente en apps o redes sociales, que dirigen a páginas fraudulentas donde las víctimas introducen datos personales o bancarios sin saber que están cayendo en una trampa.
El abanico de técnicas revela que estamos ante bandas organizadas y con conocimiento tanto del comportamiento humano como de las herramientas tecnológicas. Y eso las convierte en un verdadero problema para la seguridad pública, especialmente en épocas de gran movilidad como los puentes, las vacaciones o los fines de semana largos.
La respuesta de las autoridades francesas:
Ante el incremento alarmante de casos, la Gendarmería Nacional de Francia ha desplegado más agentes en las zonas donde se han producido más denuncias, especialmente en áreas de descanso y gasolineras de carreteras muy transitadas. Además, se han puesto en marcha campañas informativas para alertar a la población y recordarles qué precauciones deben tomar al repostar.
Estas campañas insisten en la importancia de no dejar el vehículo abierto si se abandona, aunque sea sólo para entrar a pagar. También se recomienda evitar cualquier tipo de trato directo con desconocidos que pidan ayuda económica o favores relacionados con el pago del carburante. Las autoridades hacen hincapié en que, aunque parezca una actitud poco solidaria, es más seguro rechazar cualquier trato de ese tipo.
Consejos prácticos para no caer en la trampa
A raíz del auge de estos fraudes, tanto los cuerpos policiales como expertos en seguridad han compartido una serie de consejos básicos para evitar caer en estas trampas:
- No aceptar intercambios de dinero con desconocidos. Aunque el trato parezca razonable o el estafador se muestre amable, cualquier intercambio fuera del sistema oficial de pago puede derivar en una estafa.
- Comprobar el estado físico del datáfono. Si ves que el terminal tiene piezas sueltas, adhesivos extraños o parece manipulado, no lo uses. Puede tratarse de un skimmer instalado para clonar tu tarjeta.
- Elegir surtidores cerca del edificio principal o bajo vigilancia. Las zonas más visibles, especialmente las que están bajo cámaras o cerca del personal de la gasolinera, son menos atractivas para los estafadores.
- No dejar objetos de valor a la vista en el coche. Aunque no esté directamente relacionado con la estafa del billete falso, dejar carteras, móviles o mochilas visibles en el vehículo puede atraer a ladrones oportunistas.
Aunque por ahora la mayoría de los casos se han registrado en territorio francés, no sería extraño que estas prácticas llegaran a España. La proximidad geográfica y la intensa circulación de turistas y transportistas entre ambos países hacen que las estaciones de servicio españolas sean un terreno fértil para replicar el fraude.