Luces antinieblas: cuándo hay que ponerlas y cómo hacerlo
Las luces antinieblas nos ayudarán a conseguir una mejor visibilidad en situaciones adversas
Dicho elemento se encuentra ubicado a la izquierda del volante o cerca del tablero
Nieve y niebla en la carretera: ¿qué luces hay que utilizar?
Uno de los grandes problemas que nos podemos encontrar durante la conducción es enfrentarse a un banco de niebla o a condiciones climatológicas extremas. En ese justo momento, la visibilidad quedará reducida y la probabilidad de sufrir un accidente de tráfico aumenta de forma considerable. Por ello, habrá que tomar una mayor precaución al volante, utilizar las luces antinieblas, reducir la velocidad e intentar realizar las maniobras cuidadosamente para evitar escenarios desagradables.
¿Qué son las luces antiniebla?
Las luces antinieblas están diseñadas para mejorar la visibilidad del conductor en condiciones de niebla, lluvia intensa, nieve o cualquier otro tipo de condiciones climatológicas adversas. A diferencia de los faros estándar, que proyectan la luz hacia adelante de manera general, dicho elemento está orientado hacia el suelo y en un ángulo bajo, para evitar que la luz se refleje en las partículas de agua o niebla y cause deslumbramiento al usuario en cuestión.
Este tipo de luces, además, cuentan con unas características específicas que las hacen aún más especiales. Tal y como hemos indicado líneas atrás, la dirección de la luz es clave para evitar escenarios incómodos y están diseñadas para proyectar un haz de luz a lo largo y a lo ancho. Esto reduce el resplandor reflejado por la niebla o la lluvia, que podría dificultar aún más la visibilidad si la luz se dirige hacia arriba.
Por otro lado, otra de sus características es su color, puesto que poseen un color amarillo o blanco. El primero citado, por su parte, es preferido en algunos lugares, ya que se considera que tiene una mayor capacidad para cortar la niebla y, sobre todo, mejorar el contraste. Por último, la intensidad en sus faros son menos potentes que en los principales, pero tienen un ala alcance más cercano al vehículo para ayudar a iluminar el camino justo frente al coche.
Cuándo se utiliza la luz antiniebla delantera y trasera
Delantera
Por un lado, hablaremos del funcionamiento de la luz antiniebla delantera. Se utiliza cuando las condiciones de visibilidad son reducidas, generalmente por niebla densa, lluvia o nieve. En estos casos, también ayuda a iluminar el camino a corta distancia y evitar que el resplandor se refleje en la niebla o el agua.
¿Cuándo debemos encenderlas? Pues bien, por norma general, cuando hay niebla densa, existen tormentas intensas (mejoran la visibilidad a corto plazo) o con niebla baja o de agua, es decir, cuando está cercana al suelo y los faros convencionales no logran iluminar la calzada de forma adecuada.
Es importante destacar que en algunos países, por normativa, estas luces no deben usarse en condiciones normales de tráfico, ya que pueden ser deslumbrantes para otros conductores. Por ello, es de vital importancia apagarlas cuando ya no sea necesario usarlas.
Trasera
Por otro lado, las luces antinieblas traseras están diseñadas para aumentar la visibilidad del vehículo para los demás conductores, especialmente aquellos que circulan detrás de los vehículos por la calzada. Asimismo, son especialmente útiles para ayudar a los vehículos que vienen detrás a ver nuestro automóvil a una mayor distancia.
Debemos de encenderlas en situaciones de niebla densa o lluvias fuertes y para ayudar a mejorar la visibilidad cuando esta sea muy baja gracias a su brillante luz roja, la cual será la que ayude al resto de conductores a focalizar el vehículo.
Tal y como ocurre con las delanteras, las antinieblas traseras poseen una normativa: son más potentes que las luces de freno, por lo que se deben usar con moderación. No se deben encender en condiciones de baja visibilidad menores, como lluvia ligera o niebla leve, ya que su intensidad puede deslumbrar a los conductores que vienen detrás y generar riesgos innecesarios. En muchos países, el uso indebido de estas luces provocará una sanción económica a los conductores.
Cómo se pone la luz antiniebla
En primer lugar, para activar las delanteras, activaremos la propia iluminación del vehículo, ya que, en condiciones normales, no podrían encenderse las antinieblas sin las generales. Posteriormente, habría que ubicar el interruptor del elemento, que suele estar en el mismo control que las luces principales, es decir, a la izquierda del volante o cerca del tablero.
El próximo paso sería buscar un botón o un anillo giratorio que tenga un icono de faro con líneas onduladas debajo, las cuales representan la niebla. Activaremos mediante el giro o presión del control de las luces hasta que estas se activen por completo. A la misma vez, el símbolo se tendría que iluminar en el tablero, indicando -y confirmando- que hemos realizado el proceso de forma correcta. Por último, y tal y como hemos citado, es importante desactivarlas una vez hayamos superado las condiciones extremas de visibilidad.
Por otro lado, para activar las traseras antinieblas realizaremos el mismo procedimiento que con las delanteras, pero activando ‘botón’. En condiciones normales, es una especie de botón separado que contiene un rectángulo con líneas onduladas al lado y, normalmente, será de color rojo.