La industria del automóvil en Alemania se gripa: se espera que las quiebras de proveedores aumenten un 30%
El sector ha perdido más de 55.000 empleos en tan sólo dos años

Sucesión de quiebras en el sector del automóvil de Alemania. Tras el anuncio de miles de despidos en las plantas de Volkswagen, Audi y Ford, decenas de proveedores de piezas para la producción de coches se han declarado en bancarrota. Tanto es así que se espera que la industria automotriz alemana elimine casi 100.000 puestos de trabajo para 2030. Una situación que llega en plena ralentización de la demanda en los distintos mercados europeos, a lo que hay que sumar el aumento de las normas de Bruselas en relación con la emisión de CO2 y el incremento de nuevos competidores con el desembarco de las marcas chinas.
En concreto, se espera que las quiebras en el sector de proveedores de la automoción registre un aumento superior al 30%, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según un informe de la consultora Falkensteg, al que ha tenido acceso este diario.
Tal y como refleja el citado informe, que analiza a proveedores con ingresos de al menos 20 millones de euros hasta 2024, sólo en lo que va de año, Alemania registró 36 quiebras de proveedores, frente a las 33 del año anterior. Un número que se prevé que aumente antes de que termine el año por los efectos derivados en la totalidad de la cadena de valor del sector del automóvil de los despidos en Volkswagen, Audi y Ford, a los que la industria auxiliar ya a respondido con reestructuraciones en Bosch, Continental y ZF Friedrichshafen.
Quiebras en el sector del automóvil
Bosch planea recortar 13.000 empleos, lo que equivale aproximadamente al 3% de su plantilla global de la compañía alemana, a lo que hay que sumar el anuncio de Continental que planea eliminar 3.000 puestos de trabajo en su división de investigación y desarrollo automotriz como parte de una reestructuración que incluye la escisión de la unidad automotriz para centrarse en las divisiones de neumáticos e industria, más rentables.
El último en sumarse a esta ola de despidos ha sido ZF Friedrichshafen, que recortará hasta 7.600 puestos de trabajo, mientras el resto de proveedores luchan por gestionar la transición a los vehículos eléctricos, junto con la caída de la demanda de componentes de motores de combustión y la creciente competencia de los proveedores chinos, con precios más económicos.
Golpe a la movilidad eléctrica
El informe de Falkensteg señala que existen «problemas estructurales muy profundos» en el sector automotriz alemán que mantendrán bajo presión a muchos proveedores. Un duro informe en el que avisa de que las empresas vinculadas a componentes de motores de combustión tienen pocas posibilidades de sobrevivir.
Un impacto que afectará más a los proveedores del sector de la automoción que han realizado una inversión mayor en movilidad eléctrica, ya que esta tendencia no ha evolucionado como se esperaba en los mercados europeos obligando a algunos fabricantes de coches a cancelar sus planes en materia de electrificación o relajar sus objetivos para los próximos años ante la falta de demanda.
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