Despidos en Volkswagen, Bosch y Ford: el automóvil alemán se tambalea tras perder 55.000 empleos
Bosch recortará 13.000 empleos hasta 2030 en su división de movilidad

La última en sumarse a la lista de despidos de gigantes como Volkswagen o Ford en el sector del automóvil en Alemania ha sido Bosch. El proveedor automovilístico recortará otros 13.000 puestos de trabajo hasta 2030, lo que se traduce en el 3% de la fuerza laboral de la compañía. Un noticia que ha caído como un jarro de agua fría, ya que la industria del automóvil alemán ha perdido más de 55.000 empleos en tan sólo dos años, en pleno aumento de las tensiones por las políticas comerciales con Estados Unidos y la desaceleración de la demanda de los distintos mercados europeos.
«Necesitamos trabajar urgentemente en nuestra competitividad en el sector de la movilidad y seguir reduciendo nuestros costes a largo plazo. Estamos haciendo todo lo posible para lograrlo. Lamentablemente, esto significa que también tendremos que hacer más recortes de puestos de trabajo además del nivel ya anunciado. Esto nos duele mucho, pero desgraciadamente no hay remedio», ha expresado el director general y director de trabajo de Bosch, Stefan Grosch.
Desde principios de este año, la empresa ha comunicado la necesidad de recortar 9.000 puestos de trabajo en Alemania en la división de movilidad, que sigue registrando pérdidas anuales de alrededor de 2.500 millones de euros.
«Los acontecimientos geopolíticos y las barreras comerciales, como los aranceles, están creando una gran incertidumbre con la que todas las empresas deben lidiar», ha declarado Markus Heyn, miembro del consejo de administración de Bosch responsable de la división de movilidad.
Motivos por los que Bosch, en su planta de Feuerbach, donde fabrica componentes diésel e invierte en tecnología de hidrógeno, recortará unos 3.500 empleos para 2030 debido a la menor demanda y la subutilización de las plantas. También, suprimirá unos 1.750 puestos de trabajo en la planta de Schwieberdingen , debido a la baja demanda y a la lenta implementación de nuevas tecnologías.
Además, en Waiblingen, Bosch planea cerrar una planta con 560 empleados, que produce conectores para la industria automotriz, a finales de 2028, tras años de descenso en la producción. En Bühl, centro de producción de motores eléctricos pequeños, la empresa prevé eliminar unos 1.550 puestos de trabajo, mientras que en Homburg, donde la producción de componentes para camiones diésel sigue siendo predominante, se suprimirán aproximadamente 1.250 puestos.
Despidos en el motor de Alemania
Los recortes de Bosch no son únicos que se han producido en la industria alemana en los últimos años. Según la Asociación de Fabricantes de Automóviles (VDA), el sector automovilístico en Alemania ha perdido aproximadamente 55.000 empleos desde 2024 y se prevé que decenas de miles de puestos adicionales desaparezcan para 2030, ya que otros fabricantes también han anunciado la puesta en marcha de planes de reestructuración, como es el caso del Grupo Volkswagen, Ford, Schaeffler, ZF Friedrichshafen o Continental.
Los acontecimientos ponen en duda la promesa del canciller Friedrich Merz de sacar a Alemania del estancamiento desbloqueando cientos de miles de millones de euros en gastos de infraestructura y defensa. Se prevé que la economía alemana crezca un 0,2% este año tras dos años de contracción, pero los fabricantes siguen reduciendo su plantilla y advierten que los altos precios de la energía y la burocracia de Bruselas en materia de emisiones de CO2 podrían obligarlos a invertir en otras áreas.
Un problema al que hay que sumar el desembarco de las marcas chinas al Viejo Continente con precios más competitivos y mayor tecnología que están provocando una reducción de la demanda de coches made in Europa en los principales mercados.
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