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F1: los motores no podrán desarrollarse en 2016

F1

Todo el embrollo que estamos viviendo este año con el desarrollo de los motores en la Fórmula 1 llegará a su final en 2016, cuando los motores tendrán que estar homologados el día 28 de febrero para toda la temporada.

Este año, un vacío en las normas ha permitido que todos los constructores puedan evolucionar ciertas partes de sus motores a lo largo de la temporada. Estas partes han sido bautizadas como ‘tokens’, y vienen a ser una especie de créditos que los equipos pueden gastar a lo largo del año para mejorar las prestaciones de sus unidades de potencia.

La FIA ha aprendido de su error y de cara a 2016 no ocurrirá lo mismo. Una vez que acabe el mundial de este año todos los motoristas son libres de desarrollar sus productos, aunque con el final de febrero se acabarán las concesiones. Lo que se haya logrado ahí es lo que habrá para el resto del año.

Se trata de una decisión que no ha caído muy bien ni en Honda, ni en Renault, ni en Ferrari, pero con la que en Mercedes están encantados. Es de suponer que la ventaja de los propulsores alemanes se mantenga durante la temporada que viene, por lo que o mucho cambian las cosas, o tendremos dominio de las flechas plateadas hasta, como poco, finales de la temporada que viene. En principio Mercedes alaba esta decisión de la FIA porque, según ellos, es una manera de controlar el gasto económico, aunque todos sabemos que si no fuesen ellos los dominadores de la Fórmula 1 actual, otro gallo cantaría.

Será en 2017 cuando entren en vigor las nuevas normas, si bien éstas aún pueden sufrir variaciones. Por ejemplo, no hay unanimidad entre los equipos con el tema de la vuelta de los repostajes en carrera, lo que puede dar al traste con la idea.

En cualquier caso, esta prohibición de desarrollar los motores durante la temporada es un tiro más en el pie que se da a sí misma la Fórmula 1, una competición que cada vez más está perdiendo su esencia. Además de ver competir a los mejores pilotos del mundo, que por ello cobran lo que cobran, la Fórmula 1 siempre ha atraído a la afición por ser una referencia en lo que a tecnología deportiva se refiere.

En el momento que hablamos de tecnologías que lo que buscan es eficiencia, el interés del gran público se disipa. No es de recibo que al acabar una carrera un piloto explique una vez tras otra dónde y cuándo ha tenido que ahorrar combustible. Queda la sensación en el aficionado de que hoy en día no gana las carreras el piloto más rápido, sino el menos lento. Y esto se traduce en una falta de espectáculo alarmante. Tanto en pista, donde la nueva era híbrida ha traído unas diferencias de rendimiento entre monoplazas escandalosas, como desde la grada, donde ver pasar los coches ya no emociona. Son lentos, apenas suenan, los pilotos no pueden exprimirlos… la Fórmula 1 necesita una renovación más allá de la discusión de si es bueno o no desarrollar los motores durante el año.

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