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La DGT se harta y avisa sobre el futuro de los ‘coches okupas’

Conoce más sobre los coches okupa.

coches okupa
Coches okupa.

En España se estima que se llegan a abandonar del orden de más de 50.000 coches en las calles todos los años, lo que es todo un desafío para la Dirección General de Tráfico. Se les llama «coches okupa», porque no se conoce su naturaleza.

Para reducir las cifras mencionadas, el ente lo que ha hecho es preparar una serie de planes que pueden terminar afectando al vehículo.

Conociendo más sobre los coches okupa

Los datos que han sido proporcionados por la DGT evidencian que además de los 50.000 coches que son abandonados cada año en la calle, existen unos 20.000, que suelen descuidarse en ciertos recintos privados, tales como los garajes, urbanizaciones, pueblos, hospitales, aeropuertos, etc.

Estos denominados «coches okupa», se encuentran en sitios que se pueden destinar al estacionamiento de otros vehículos, de tal forma que permanecerán inactivos por largos periodos de forma inútil hasta que se retiran finalmente.

Pese a que pueda parecer un problema menor, es una acción perjudicial, porque, hasta ahora, las personas afectadas tenían que recurrir a una serie de procedimientos legales para poder abordar la situación, muchas veces, era ineficaz.

Los coches abandonados son un problema de ocupación de espacio

De cara a poder afrontar esta situación, la DGT lo que hizo fue publicar una instrucción nueva que va a suponer una interpretación y cambio del artículo 106 de la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, tal y como puede venir en el reportaje.

Con ello, la Dirección General de Tráfico puede llegar a actuar de manera directa con los vehículos okupas.

La novedad más importante que trae esta nueva normativa es que la DGT tiene el permiso oficial para el traslado de los vehículos abandonados, incluso los que lo están en recintos privados al Centro Autorizado del Tratamiento de Vehículos, los CATS, con la finalidad de que acaben siendo desguazados, lo que iba a suponer descontaminación y destrucción de vehículos que no son utilizados.

Eso sí, antes de que se lleve al desguace, hay que verificar que el coche esté abandonado de verdad y, además, se va a notificar al dueño con la debida antelación sobre la orden de traslado y desguace.

Si existe un «coche okupa» en el barrio o pueblo, es posible informar a la propia DGT para procesar su retirada, dando pruebas que puedan respaldar su abandono, caso de las fotos o una declaración ante notario. Con todo ello, lo que se busca es hacer el proceso más simple y evitar la vía jurídica tradicional para que se aborde la presencia de estos vehículos abandonados.

¿Qué ocurre cuando el coche no esté averiado?

Otro de los cambios que recoge la nueva instrucción que publica la DGT es que no va a ser preciso que un coche esté averiado o accidentado para que sea retirado en un espacio privado.

En este sentido, se concretan una serie de plazos para poder actuar cuando se crea que un vehículo está en estado de abandono sin que presente signo de avería o de que haya sufrido un accidente, donde se amplíen a los seis  meses si se encuentra estacionado en un aparcamiento público.

Si hablamos de un aparcamiento privado, como sucede con las comunidades de vecinos, los plazos van a volver a tener una mayor agilidad y será preciso cumplir una serie de obligaciones:

  • Certificado del administrador o acta de la junta de propietarios en la que se trate el tema del vehículo en concreto, si está en un recinto de una comunidad, para acreditar así el tiempo de abandono (mínimo dos meses).
  • Acta notarial donde el interesado manifestará las circunstancias y situación real del vehículo.

¿Qué sucede con un coche abandonado?

Si pasó un mes después de la notificación, el propietario no va a retirar el vehículo, no presentará alegaciones a Tráfico, la DGT o el organismo competente, se retirará el coche que es posible que cuenta finalmente con un par de destinos.

Lo primero que debemos decir y que es más que claro, es que si se ha abandonado y en mal estado, el coche se va a destinar a un desguace en el que se van a tomar medidas oportunas para que sea destruido, todo ello para que los componentes cuenten con un mínimo sobre el medio ambiente.

La otra posibilidad existente y que conviene valorar es que el organismo que tenga competencia y que ordenó que se retirase el vehículo, va a poder aprovecharlo si se piensa que está en buen estado y lo va a poder usar para la vigilancia del tráfico en el caso de que lo considere necesario.

Pensemos que en este último caso es necesario que se haga una transmisión de la propiedad de los coches okupa y que, por lo tanto, el organismo que sea competente tendrá que gestionar el cambio de la titularidad de este, puesto que pasará a ser de su propiedad y debiendo cumplir con las obligaciones de este.

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