Cupra advierte de que están en juego 1.500 empleos si la UE no reduce los aranceles a China
El nuevo SUV eléctrico de la marca se produce en Anhui (China)
Cupra advierte de que se verá obligada a recortar su producción y eliminar cerca de 1.500 empleos si la Unión Europea (UE) no reduce los aranceles a la importación de coches 100% eléctricos procedentes de China, como es el caso del Cupra Tavascan, el nuevo SUV 100% eléctrico de la marca, que se produce en la planta que tiene el Grupo Volkswagen en Anhui (China).
Así lo ha señalado el CEO de Cupra, Wayne Griffiths, que ha calculado que la guerra comercial entre Bruselas y Pekín le costará a la compañía cientos de millones de euros en 2025 al poner en juego el futuro del proyecto del Tavascan. Modelo con el que la marca del Grupo Volkswagen esperaba alcanzar los objetivos de emisiones de CO2 previstos para este año al ser su único eléctrico en cartera con el Cupra Born.
Desde octubre, mes en que la UE impuso aranceles a todos los vehículos eléctricos fabricados en China vendidos en Europa, Cupra está pagando un cargo adicional del 20,7% -además del arancel existente del 10%- sobre el precio del Tavascan, disponible en el mercado a un precio de entre 50.000 y 60.000 euros.
Los ejecutivos de Seat y del Grupo Volkswagen han mantenido reuniones periódicas con funcionarios de la UE sobre el destino del Tavascan, la última el 6 de febrero. Reuniones a las que se han sumado las peticiones expresas del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha pedido a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, que resuelva el problema con el objetivo de evitar importantes pérdidas de empleos.
Miles de empleos de Cupra en juego
Si el arancel adicional no se reduce o elimina en el primer trimestre, Seat se verá obligado a eliminar de su gama el vehículo al provocar importantes pérdidas en la cuenta de resultados de la compañía del Grupo Volkswagen. La cancelación del proyecto provocará otro problema: ¿cómo reducir las emisiones medias de la flota para cumplir los objetivos de la UE sin el Tavascan?
En este caso, Cupra tendría dos opciones. La primera, reducir la venta de coches de combustión para equilibrar la cifra de emisiones de CO2, lo que se traduciría en un ajuste de la producción en Seat Martorell y con ella un recorte de los empleos en la factoría, que en este caso, se podría elevar hasta los 1.500 puestos de trabajo por los efectos derivados de los aranceles.
La segunda, opción que ya han puesto en marcha otros fabricantes automovilísticos, como es el caso del Grupo Stellantis, es la compra de créditos de carbono a los fabricantes de vehículos eléctricos, lo que se conoce como pooling. Hasta el momento, el Grupo Volkswagen se ha abstenido de unirse a un pool y en diciembre afirmó que esperaba cerrar su brecha de emisiones mediante las ventas de vehículos eléctricos.
Tesla, BMW, Mercedes-Benz y varios fabricantes chinos de vehículos eléctricos han presentado recursos contra las nuevas tarifas ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Sin embargo, estos casos se demoran una media de 18 meses y pueden ser objeto de apelación.