Casi nadie lo sabe: éste es el significado de la nueva señal de la DGT que ha llegado a España
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Las carreteras españolas no son estáticas, sino que se encuentran en constante evolución. Cada cierto tiempo, la Dirección General de Tráfico (DGT) introduce nuevas señales o modifica las ya existentes para adaptarse a las nuevas formas de movilidad. Una de las más recientes es la S-991-g, la cual pocos conductores reconocen a simple vista, pero que tiene un papel muy importante en el control de tráfico. Por lo tanto, es esencial conocer el significado de la nueva señal de la DGT y qué implicaciones tiene el hecho de no respetarla.
Esta señal forma parte del catálogo oficial del Ministerio del Interior y del organismo dirigido por Pere Navarro. A simple vista, se trata de un rectángulo amarillo con un pictograma negro que representa un dron o un helicóptero. Sin embargo, tiene un trasfondo mucho más interesante: advierte de la presencia de medios aéreos para controlar la velocidad de los vehículos. «Los drones están destinados a la detección de conductas temerarias al volante y a la vigilancia del tráfico en aquellos tramos de elevado riesgo de accidentes y en las carreteras con un mayor tránsito de usuarios vulnerables, en particular ciclistas, motociclistas y peatones», explica la DGT.
El significado de la nueva señal de la DGT
El «Catálogo de señales verticales de circulación» detalla qué significa la señal S-991g: «Indica la posible existencia en el tramo de controles de velocidad mediante medios aéreos, como helicóptero o dron. En caso de que dichos controles tengan como objeto un tipo de vehículo en concreto, la señal podrá incluir únicamente el pictograma correspondiente a dicho vehículo». En ocasiones, especifica el número de kilómetros en los que se aplica la vigilancia para que los conductores sepan en qué tramo puede haber un helicóptero o un dron controlando la velocidad a la que circulan.
El organismo dirigido por Pere Navarro aclara cómo funcionan los drones: «la puesta en funcionamiento de estas aeronaves la realizan un piloto, que se ocupa de la manipulación de los controles de vuelo, y un operario que maneja la cámara, funciones ambas que pueden ser realizadas tanto por personal de la Dirección General de tráfico como por agentes de la Agrupación de tráfico de la Guardia Civil, previa obtención del certificado requerido. La infracción captada por drones podrá ser notificada en el acto por un agente de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil o ser tramitada posteriormente por las autoridades competentes. Todas las sanciones dispondrán del fotograma correspondiente con la evidencia de la infracción cometida por el conductor».
El fondo amarillo y el pictograma negro responden a un patrón internacional de advertencia. La figura de un dron o un helicóptero no deja lugar a dudas sobre el tipo de control. En caso de que se trate de vigilancia de un vehículo concreto, como camiones o motocicletas, la señal puede incorporar el icono correspondiente.
Acerca de cuándo se empezará a ver ésta nueva señal en las carreteras, Ana Blanco, subdirectora adjunta de Circulación de la DGT, ha explicado que la implantación será gradual: «Se irán incorporando a medida que se construyan nuevos tramos de carretera o cuando sea necesario reemplazar las existentes».
Un punto clave es que la señal cumple una función preventiva. No siempre habrá un dron o un helicóptero en la zona señalizada, pero el simple hecho de advertir su posible presencia genera un efecto disuasorio. El principal objetivo es reducir la siniestralidad en carreteras donde el exceso de velocidad es un problema recurrente.
Qué infracciones pueden detectar
Aunque ésta nueva señal se asocia principalmente al control de velocidad, los medios aéreos de la DGT tienen un alcance mucho más amplio y pueden registrar un amplio abanico de conductas peligrosas:
- El exceso de velocidad es una de las infracciones más comunes al volante. Dependiendo de cuánto se supere el límite, la multa puede ir desde 100 hasta 600 euros, y además supone la pérdida de entre dos y seis puntos del carné. En los casos más graves, incluso se considera delito contra la seguridad vial.
- El uso del teléfono móvil al volante es una de las conductas más perseguidas, ya que aumenta exponencialmente el riesgo de accidente. En este caso, la sanción es de 200 euros de multa y la retirada de seis puntos.
- Algo similar ocurre con el cinturón de seguridad. Su incumplimiento acarrea también 200 euros y la pérdida de 4 puntos, lo que subraya la importancia de este elemento básico de seguridad.
- Arrojar objetos por la ventanilla, como colillas o residuos, constituye una infracción muy grave. La multa asciende a 500 euros y conlleva la pérdida de seis puntos, ya que además de ensuciar, supone un riesgo real de incendio o accidente en carretera.
- Los adelantamientos indebidos en carreteras secundarias también están en el punto de mira de las autoridades. Estas maniobras suelen acarrear sanciones de 200 euros y la retirada de tres o cuatro puntos, dependiendo de la gravedad y del tipo de adelantamiento.