Éxodo de millonarios a los Hamptons, lugar exclusivo donde veraneaban la infanta Elena y Marichalar
Alerta entre los famosos norteamericanos
Es la obsesión de los neoyorquinos millonarios: escapar a los Hamptons. El enclave, situado en el extremo oriental de la isla de Long Island, al norte de la ciudad de Nueva York, se ha convertido en el refugio de ricos y poderosos que buscan aislarse por un par de meses en sus imponentes casas junto a la playa. Los Hamptons es más que nunca el paraíso de políticos retirados, estrellas de cine o televisión, de la música, diseñadores o artistas que migran huyendo del posible contagio en esta crisis sanitaria sin precedentes, que ya castiga dolorosamente también a Estados Unidos.
Está claro que para el virus Covid-19 no existe muro que separe fronteras, pero pese a que la Administración Trump no había tomado entonces ninguna medida de confinamiento, el éxodo de ricos y famosos hacia losHamptons se inició hace tres semanas. Quienes son propietarios, vuelan hasta sus segundas residencias, aunque también hay arrendatarios que buscan desesperadamente alquilar una villa de precios astronómicos. Avión privado hacia los aeropuertos MacArthur y Kennedy de East Hampton o dos horas en coche por autopista, y confinamiento de lujo.
Una de las casas de los Hamptons, esta en concreto perteneció a Jennifer Lopez / Gtres
Algo parecido – salvando las distancias- ocurrió en España, cuando desde Madrid, la comunidad autónoma más gravemente afectada desde el principio, muchas familias decidieron trasladarse a la costa del levante y del sur para refugiarse en sus segundas residencias. Igual que en nuestro país las autoridades alertaron de que estos movimientos solo servían para propagar el virus y colapsar los hospitales costeros, en Long Island ya temen por la saturación de la infraestructura sanitaria de la zona, preparada para atender a sus veraneantes que llegan espaciadamente entre mayo y septiembre.
Poseer una casa en The Hamptons es, desde siempre, en Norteamérica sinónimo de ser alguien poderoso o influyente en algún ámbito profesional o simplemente estar forrado. Son varios los pueblos o hamptons – topónimo sajón que significa hogar apartado- los que forman este exclusivo refugio de la élite neoyorquina. Los más conocidos, por la cantidad de famosos que pasan los veranos frente a sus playas, East Hampton y Southhampton. Le siguen Westhampton y Sag Harbor; en total son 24. En sus inicios, la zona vivía principalmente de la agricultura y pesca, especialmente de la captura de ballenas, y estaba habitada por los indios Shinnecok. Su despegue económico coincidió a finales del siglo XIX con la llegada de neoyorquinos adinerados, de origen sajón, que comenzaron a construir casas de estilo colonial, a medida de sus sueños. Amplias habitaciones, inmensos jardines con porche, piscina y miradores, pistas de tenis o gimnasios y siempre con vistas al azul atlántico.
Scarlett Johansson es una de las famosas que veranea en la exclusiva zona / Gtres
Una de las familias más conocidas que eligieron sus playas para descansar en verano fue la de Jackie Kennedy Onassis. Ella recordó siempre sus felices veranos en Easthampton. La zona, con maravillosas zonas verdes y una ubicación privilegiada, fue creciendo. Se fundaron clubes exclusivos como el famoso Madison Club de East Hampton o el Southampton Bath and Tennis Club, auténticas fortalezas para sus socios que niegan, hoy en día también, la entrada a cualquiera que no esté entre sus elegidos. Le pasó a Bill Clinton, cuentan. Alquiló un par de veranos, quiso jugar al golf en el Maidstone y no le dejaron, según se publicó en la prensa norteamericana. No way!
Cuando la infanta Elena y Jaime de Marichalar eran aún matrimonio (se separaron en noviembre de 2007), pasaron varios veranos en los Hamptons / Gtres
Cuando la infanta Elena y Jaime de Marichalar eran aún matrimonio (se separaron en noviembre de 2007), pasaron varios veranos en los Hamptons invitados por amigos del exduque de Lugo, que por entonces trabajaba en la entidad bancaria Credit Suisse. Tras pasar los días agendados oficialmente en Palma de Mallorca, con los reyes Juan Carlos y Sofía como anfitriones y competir como cada verano en las regatas, la infanta se perdía y volaba hacia el veraneo exclusivo de este paraíso millonario junto a su marido. De hecho, se llegó a comentar que la idea de instalarse en Nueva York para que Marichalar siguiera con el tratamiento del ictus que sufrió en diciembre del 2001 se reforzó en sus visitas a Long Island, amén de la idoneidad de contar con el doctor Valentin Fuster, el prestigioso médico español que dirigía entonces la Unidad de Cardiología del Hospital Mount Sinaí de aquella ciudad.
mediados de los años treinta, el actor Gary Cooper veraneaba con su esposa en la casa familiar de Los Hamptons y fue el lugar elegido para que descansara tras su muerte en 1961. Paul Newman -my one of the kind- o Clark Gable fueron otras estrellas de Hollywood que escogieron estas playas para disfrutar de sus días de descanso. También disfrutan de este refugio de fin de semana y de verano gentes tan conocidas como el director de cine Steven Spielberg, las actrices Sarah Jessica Parker (algunas escenas de Sexo en Nueva York se rodaron allí), Gwyneth Paltrow, Brooke Shields o Jennifer López; Beyonce y Jay-Z o Paris Hilton y los actores Alec Baldwin y Mathew Broderick, entre otros.
Alec Baldwin es otro de los famosos con residencia en los Hamptons / Gtres
En 1893, el diario The New York Times ya definía a este rincón neoyorquino como “lo más cercano al paraíso que pueda encontrarse” Hoy, en esta terrible pandemia que azota el mundo y que obliga al confinamiento temporal para evitar nuevos contagios, los Hamptons han pasado a ser realmente esos “hogares apartados”, en los que se refugia la élite que puede permitírselo.