Josep Santacana no se esconde: las imágenes que demuestran que ha recuperado su rutina
Dos meses y medio después de iniciar los trámites de un divorcio complejo y nada cordial, Josep Santacana prosigue con su día a día ajeno al huracán mediático que su ruptura con Arantxa Sánchez Vicario ha desatado. A pesar de que la cotidianidad de su vida es difícil de lograr debido a que apenas puede pasar tiempo con sus dos hijos menores, este digital le ha localizado en plena rutina: saliendo de un supermercado Publix tras hacer la compra y regresando a su domicilio con las bolsas de dicho supermercado.
Tal y como se puede observar en las imágenes a las que LOOK ha tenido acceso y que fueron tomadas el pasado jueves día 15, Santacana -muy delgado- viste pantalones vaqueros, camiseta de sport blanca y gafas de sol. Camina solo, sin la compañía de su actual pareja, y, a ojos de cualquiera, parece un ciudadano más que recorre las calles de Miami a pesar de que libra una dura batalla legal con la madre de sus dos hijos.
La procesión va por dentro. Debajo de ese semblante apático se esconde un padre desesperado que trata de hacer de su día a día una vida lo más normal posible. No se está escondiendo de nada ni de nadie -a pesar de lo que se ha publicado- y, tal y como reflejan estas instantáneas, es fácil topárselo por el centro de Miami.
Debajo de ese semblante apático se esconde un padre desesperado que trata de hacer de su día a día una vida lo más normal posible. / LOOK
Mientras tanto, el proceso legal que su todavía mujer abrió en Miami continúa su curso mientras el suyo, ya admitido a trámite, hace lo propio en los Juzgados de Esplugues de Llobregrat (Barcelona). De momento, en la ciudad donde todavía viven ambos ya se ha notificado a las empresas que pudieran tener relación con Pep que entreguen toda la documentación requerida para iniciar una investigación que revele dónde están los activos de Arantxa y, además, se ha fijado fecha, el 16 de abril, para que Santacana entregue los pasaportes de los menores. Pasaportes que él había mandado confiscar a su abogado para evitar que la tenista pudiese marcharse de Miami con los menores sin su consentimiento, tal y como ocurrió a principios de diciembre.
Sin embargo, la defensa de Josep se prepara para que finalmente el divorcio se resuelva en Barcelona, donde se casaron, firmaron las capitulaciones y convivieron después de su boda. De respetarse esas capitulaciones, quedará claro que ninguno de los dos puede reclamarle nada al otro porque se casaron en separación de bienes y así lo firmaron ante notario y, por tanto, poco queda por discutir a la hora de firmar ese divorcio que los dos anhelan.