La reina responde con su ‘look’ a la sentencia del Caso Nóos
Los Reyes presidieron el pasado viernes la inauguración de la exposición ‘Obras maestras de Budapest. Del Renacimiento a las Vanguardias’ el mismo día -y casi a la misma hora- que se hacía pública la sentencia por el Caso Nóos, en el que la Infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín, estaban involucrados. Mientras conocíamos el resultado de la resolución, con la infanta absuelta y Urdangarín condenado a 6 años y 3 meses de cárcel por delitos de corrupción, Don Felipe y Doña Letizia eran examinados con lupa dada la importancia del momento.
La reina, conocedora del instante en el que se mostraba frente a los medios, volvió a hablar con su ‘look’ y fuimos testigos de su versión menos atrevida. Letizia dejó de lado las opciones modernas y vanguardistas de sus últimas apariciones para regresar al clasicismo más sobrio con un vestido de ‘tweed’, de líneas sencillas, que ya estrenó anteriormente para asistir a la gala de los Premios Nacionales del Deporte. Para la ocasión, la reina añadió al diseño de manga francesa, cuya autoría aún se desconoce, un fino y discreto cinturón rosa pastel que realzaba su estilizada figura. El largo de la falda, uno de sus favoritos, el ‘midi’. Ni muy largo ni muy corto como marca de sobriedad.
La Reina Letizia apostó por un estilo clásico y discreto. / Gtres
Para los complementos, Doña Letizia se decantó por un bolso de mano en ‘nude’ de uno de sus diseñadores de cabecera, Felipe Varela, a juego con unos ‘peep toes’ de Magrit en el mismo color. En el ‘beauty look’, también quiso ser austera y discreta y, lejos de apostar por el rojo potente de labios que tanto ha explotado en sus últimos ‘looks’, volvió a decantarse por tonos ‘nude’. Para el cabello, peinado liso y suelto como muestra de sencillez extrema.
El único detalle que se desmarcó ligeramente de la línea de discreción del estilismo, fueron los pendientes largos de estilo barroco con amatistas y otras piedras naturales firmados por Coolook que acompañaron al conjunto. Un ‘look’ muy estudiado, como respuesta a un momento especialmente convulso para la Casa Real.