¿Por qué tengo la piel grasa por las mañanas?
Algunos pequeños (aunque malos) hábitos pueden estar detrás de la causa de notar la piel con brillos cuando te levantas.
Hay muchas mujeres que notan como tienen la piel del rostro grasosa por las mañanas aunque su tipo de piel no sea para nada piel grasa. ¿Por qué? Algunos hábitos son los culpables que pueden hacerte sudar más durante la noche, por lo que os los desvelamos a continuación.
¿Por qué tengo la piel grasa por las mañanas?
¿Cuántas veces por la mañana has notado que tienes la piel del rostro grasosa ? Es bastante natural y no tienes que pensar en tener la piel grasa. La piel por la tarde y especialmente por la noche tiende a perder más agua, haciendo que nuestras glándulas sebáceas (grasa) trabajen en combinación con las glándulas sudoríparas ecrinas para «emulsionar» el sudor, haciéndolo más lipídico y con ello que al levantarnos, notemos más ese sudor convertido en grasa sobre la piel
Esta actividad, que no tiene que confundirse con la piel grasa por naturaleza, provoca una acumulación de aceite espeso por la mañana. El engrosamiento del sebo también puede ser causado por una condición llamada hiperplasia sebácea o desencadenado en la gran mayoría de los casos, se puede producir debido al maquillaje u otros contaminantes en el aire. Por eso siempre debes desmaquillarte antes de irte a dormir.
Por otro lado, es posible que la piel grasa que notas por la mañana dependa del entorno: si en tu habitación hace demasiado calor, por ejemplo, puede que sudes más mientras duerme y, como resultado, puede haber un aumento de sebo y la aparición de esos brillos sobre el rostro al llegar la mañana y algo mucho peor: que acabes sufriendo de acné.
No olvides tampoco prestar atención a las toallas con las que te lavas el rostro. Piensa que a pesar de limpiarte la cara y creer que no transmites nada a la toalla que usas para secarla, lo cierto es que la grasa pasa de tu piel a la toalla y luego regresa a su piel. La higiene, por tanto, no es solo consiste en limpiar el rostro, sino también en limpiar de forma habitual todas las herramientas y accesorios con los que te lavas el rostro.
Por último, procura no exacerbar accidentalmente la grasa al lavarte o exfoliarte la cara con demasiada frecuencia, omitir la crema hidratante o usar maquillaje comedogénico . Estos pequeños hábitos pueden no parecer particularmente hostiles para la salud facial, pero con el tiempo pueden hacer que su piel luzca más grasosa.