Cuatro postres típicos de Semana Santa que podrás hacer tú mismo de manera fácil y rápida
Aunque lo típico de la Semana Santa son las procesiones, lo cierto es que los postres típicos de la fecha también han adquirido una posición muy favorable. Pese al paso de los años, cuando llega el Jueves Santo es habitual que todas las casas de España se llenen de dulces. Algunos de estos dependen de la zona, mientras que otros son igual de famosos en todos los rincones del país. Si aún no sabes cuáles son y quieres deleitar a tus seres queridos durante esta semana, no te pierdas estas recetas.
Torrijas con canela
Este es, por excelencia, el postre mas característico de la Semana Santa. Su tiempo de preparación ronda los 20 minutos, y aunque es habitual acompañarlo de canela, también puedes hacerlo con baño maría o con helado de vainilla. Tan solo necesitarás media barra de pan, 60 gramos de azúcar, un cuarto de litro de leche, dos cucharadas de canela en polvo (opcional), 1 huevo y 150 mililitros de aceite de oliva.
Torrijas / Gtres
En primer lugar tendrás que batir 40 gramos de azúcar en un cuenco con leche y con la mitad de la canela. Luego cortarás el pan en rebanadas de 1 centímetro de grosor, sumergiéndolas posteriormente en la preparación anterior y empapándolas bien. En otro cuenco, bate un huevo mientras calientas el aceite en una sartén. Coge una a una las rebanadas, pásalas por el huevo y luego fríelas en el aceite. Para poner el broche de oro, pásalas por el azúcar y la canela que queden.
Mona de pascua
Te sorprenderá lo fácil que es hacer este postre pese a que a priori pueda parecer mucho más elaborado de lo que realmente es. Necesitas 250 gramos de azúcar glas, 4 huevos, sal, 110 gramos de nata, 200 gramos de harina, 4 gramos de levadura, 80 gramos de mantequilla, peladillas, guindas, naranja confitada, almendras y 200 gramos de mermelada de melocotón.
Primero bate los huevos con una cucharada de sal, azúcar y nata. Luego añade la harina con la ayuda de un tamiz hasta que la masa quede homogénea. Por otro lado, funde 70 gramos de mantequilla e incorpórala en la mezcla anterior, vertiendo todo en un molde engrasado previamente con mantequilla que hornearás durante 45 minutos a 150 grados. Para la yema, cuece 50 mililitros de agua con el azúcar dos minutos y retíralo, y entre tanto, bate las yemas con la maicena e incorpora el almíbar al resultado. Luego pon la preparación en el fuego y déjalo cocer, extendiendo la mezcla en una bandeja y esperando a que se enfríe. Una vez tengas el bizcocho, pártelo en dos y unta uno con mermelada y el otro encima, cubriendo ambos con la yema para que sea más fácil pegar alrededor las almendras y el resto de ingredientes decorativos.
En cuanto al huevo de chocolate, funde 150 gramos de chocolate fondant al baño María. Una vez alcance los 40 grados, retíralo y extiéndelo sobre una superficie hasta que baje seis grados. Con él, rellena dos moldes con forma de medio huevo y déjalos en la nevera hasta 10 minutos, sacándolos después y añadiendo un hilo de chocolate fundido en los bordes para pegar las dos mitades.
Rosquillas de cuaresma
En tan solo 35 minutos podrás tener en tus manos las rosquillas más populares de la Semana Santa. Sus ingredientes son: 400 gramos de harina, 100 gramos de azúcar, 2 cucharadas de levadura en polvo, 3 huevos, 50 gramos de mantequilla, 1 copita de anís, piel rallada de 1 naranja, 2 cucharadas de azúcar glas, una pizca de sal y 1 taza de aceite de oliva.
Rosquillas / Gtres
Para iniciar la receta, bate los huevos, el azúcar, el anís, la mantequilla, la ralladura, la sal y la levadura en un cuenco, añadiendo poco a poco la harina hasta que el resultado sea una masa blanda y homogénea. Después, extiende esta mezcla con un rodillo y forma tiras de 10 centímetros de largo, uniendo las puntas para crear la forma típica de las rosquillas antes de freírlas en una sartén con aceite caliente hasta que cojan un tono dorado. Luego, escurre las rosquillas sobre papel absorbente de cocina mientras se enfrían, y añade azúcar glas antes de comerlas.
Hornazo de Jaén
Pese a que este dulce es típico de Jaén, lo cierto es que ha conseguido extenderse por todos los rincones del país, siendo habitual tomarlo durante el Domingo de Resurrección. Para lograrlos, necesitarás 150 gramos de agua, 5 gramos de levadura, 60 gramos de aceite de oliva, 1 huevo, media cucharada de sal, media de anís en grano, 60 gramos de azúcar, 225 gramos de harina de fuerza y otros 200 de harina panadera, un huevo batido, dos huevos cocidos y azúcar.
Primero, en un bol pondremos agua, levadura, huevo, sal, azúcar, anís y ambas harinas. Mezcla todo bien y amásalo para posteriormente añadir el aceite de oliva hasta obtener una masa fina y elástica, con la que harás una bola y esperarás a que doble su volumen en un recipiente engrasado y tapado. Cuando la masa esté fermentada, aplástala y divídela en dos partes, quitando de cada una de ellas un trozo del centro para poner ahí el huevo duro. Luego pon ambas masas en un papel de hornear sobre una bandeja de horno y coloca los huevos, que estarán sujetos con dos pequeñas bandas de la masa a modo de cruz. Más tarde, bate el huevo y pinta ambos bollos y añádeles azúcar para posteriormente cocerlos 25 minutos a 190 grados.