¿Ansiedad? Toma nota de estos ejercicios para controlar la respiración
Con ello podemos mitigar un poco más los efectos del estrés.
Si la ansiedad nos supera porque estamos en casa y la situación de coronavirus no nos deja respirar bien, toma nota de estos ejercicios para controlar la respiración.
Con ello podemos mitigar un poco más los efectos del estrés y pasar un confinamiento algo más relajante.
Con el abdomen
Muchas personas no saben respirar correctamente. Si controlamos nuestra respiración, nos relajaremos antes e intentaremos encontrarnos mejor. En este caso, se trata de respirar por el abdomen, inhalando y exhalando el aire por la nariz, de forma lenta y pausada. Vamos viendo como el abdomen se hincha y deshincha como una pelota.
¿Qué es la respiración del abejorro?
Con este nombre se conoce un tipo de ejercicio de respiración para poder controlar la ansiedad. Se llama así porque al hacerlo emitimos un sonido que permite vibrar las cuerdas vocales y por esto se asimila a este insecto.
Para practicar esta respiración cerraremos los labios y los dientes deben estar separados con la mandíbula siempre relajada. Respiramos, hacemos vibrar las cuerdas vocales, escuchamos el sonido y repetiremos este sonido diversas veces.
Respiración completa
Este tipo de respiración une la profunda y abdominal. Empezamos con una inspiración suave y profundamente para llenar el abdomen, luego inhalamos hasta llenar también los pulmones y pecho, mantenemos el aire unos segundos y luego lo expulsamos de forma oral con bastante lentitud primero tórax y luego abdomen.
Visualización guiada
Se basa en la realización de una respiración profunda aunque se necesita de un profesional que nos va guiando para poder controlar los pensamientos. La ventaja es hacer que la persona se sitúe en un escenario mental agradable. Si ahora no es posible hacerlo con un profesional directamente, sí podemos hacer uso de Internet.
¿Qué beneficios obtenemos ejercicios para controlar la respiración?
Nos permite aportar positivismo en nuestra vida.
Reducir los niveles de ansiedad y estrés.
Controlar la depresión.
Canalizar situaciones y problemas de la vida cotidiana.
Desintoxicación y liberación de las toxinas del cuerpo.
Aliviar el dolor y los problemas emocionales.
Mejora de la calidad de la sangre o el aumento de energía.