Zara y Mike Tindall: la ‘extraña pareja’ que rompe esquemas entre los Windsor

Cuando se habla de la Familia Real Británica, la mayor parte de los titulares los acaparan los Reyes, los príncipes de Gales o incluso los duques de Sussex. El príncipes Andrés y sus hijas también generan interés, pero poco se habla de otros miembros de menor rango de la familia del Rey, como es el caso de los hijos de la princesa Ana. Aunque es cierto que ella es una de las royals mejor valoradas y más trabajadoras, sus hijos mantienen un perfil más discreto, en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo, ahora que se cumplen 12 años de la boda de Zara Phillips y Mike Tindall, merece la pena dedicarle unas palabras a esta atípica pareja que pone la nota curiosa al entorno de ‘La Firma’.

La hija y el yerno de la princesa Ana son, sobre todo, una pareja peculiar, que destaca por su simpatía. Aunque no son miembros de la estructura de ‘La Firma’ ni tienen ningún papel institucional, sí que están presente en algunos actos oficiales y se llevan a las mil maravillas con el resto de la familia. Algo que, en su caso, no es extraño, dado que ambos tienen un gran sentido del humor que conquista a cualquiera.

Es precisamente este desparpajo y la naturalidad que les caracteriza lo que les ha permitido a ambos desafiar algunas normas y romper convenciones sociales que a otros miembros de la familia no les sería posible. Por ejemplo, a nadie le resulta extraño que Zara diera a luz a su tercer hijo en el baño de su casa y su marido lo contara con total naturalidad o que Mike Tindall haya participado en un reality en el que, por cierto, incluso ha contado cómo fue el día en el que se quedó en calzoncillos ante la princesa Ana.

La pareja mantiene una actitud sencilla y espontánea con la que han conquistado a los británicos. Zara es miembro de la familia del Rey, sí, es hija de la Princesa Real, pero no lleva ningún título ni percibe privilegio alguno aparente. Vive de manera ‘normal’ en el campo con su familia, y ha dedicado parte de su vida a su gran pasión, la equitación. De hecho, puede presumir de haber conseguido una medalla olímpica en los juegos de 2012 en Londres.

A diferencia de sus primos, ella eligió Escocia para contraer matrimonio con un ex jugador de rugby al que conoció en Australia en 2003 y con el que se casó siete años después. Curiosamente, la relación entre ambos empezó gracias al príncipe Enrique, que los presentó en Sídney y que, a día de hoy, sigue teniendo contacto con ellos. El propio Mike contó en el reality en el que ha participado hace poco cómo fue su primera cita con la hija de la princesa Ana: «Salimos a almorzar. Yo terminé bastante bebido, luego nos dimos cuenta que a los dos nos gustaba mucho que nos abrazaran. Fue un buen comienzo».

Aunque ninguno de los dos tiene un papel oficial, sí que mantienen una relación muy estrecha con el núcleo central de la familia y asisten a actos importantes. Es más, Mike recibió en el año 2007 una distinción como Miembro del Imperio Británico (MBE) por su carrera deportiva y fue nombrado capitán del equipo de rugby de Inglaterra en 2011. El deportista anunció su retirada del deporte profesional en 2014, aunque sigue muy vinculado al mundo deportivo a través de eventos y causas solidarias.

Además de esto, presenta un podcast centrado en el mundo del rugby, algo que conoce muy bien, y presta su imagen a numerosas organizaciones. Se cree que tiene un patrimonio estimado en 20 millones de euros, de su etapa como deportista, pero también de inversiones y patrocinios.

Aunque la imagen que la pareja ofrece es de cercanía y naturalidad, lo cierto es que tampoco ellos han estado exentos de polémicas. Poco después de la boda con la hija de la princesa Ana, se habló de una infidelidad por parte del deportista, pero el matrimonio decidió pasar página. Además, Tindall ha sido pillado en dos ocasiones conduciendo bajo los efectos del alcohol. A esto hay que añadir que han desafiado muchos convencionalismos, por ejemplo, como cuando hablaron abiertamente  de los dos abortos que sufrió la hija de la princesa Ana o de las dificultades que experimentaron cuando tuvieron que anunciar la pérdida de su primer bebé, ya que la noticia del embarazo era vox populi. No obstante, todo esto ha quedado ya en el pasado y ahora se han convertido en una de las parejas más estables, felices y, sobre todo, divertidas, de los Windsor.