El día que Meghan Markle se impuso a la futura reina de Inglaterra
La boda de los duques de Sussex fue uno de los acontecimientos más señalados del año 2018, pese a que Harry ocupa un puesto inferior en la línea de sucesión al trono británico.
La boda de los duques de Sussex hace ya algo más de dos años fue uno de los acontecimientos más importantes para la Familia Real Británica. En aquel momento, nadie podía imaginar que Harry y Meghan acabarían abandonando ‘La Firma’ y trasladándose a Los Ángeles, donde han iniciado una nueva etapa no tan alejados de los focos como habrían querido. Dejando el ‘Megixt’ aparte, lo cierto es que el enlace supuso un gran despliegue para la Casa Windsor, mayor incluso que el de la princesa Eugenia, aunque lejos del de los duques de Cambridge o del de los príncipes de Gales. Algo cuanto menos lógico si se tiene en cuenta la posición en la línea sucesoria que ocupa Harry, que está por debajo de su hermano y su descendencia pero que, no olvidemos, es hijo del futuro rey de Inglaterra.
La boda de los Sussex fue un acontecimiento de suma relevancia / Gtres
Sin embargo, a tenor de esto, hay un detalle con el que el hoy duque de Sussex quiso diferenciar a su enlace. A pesar de lo que a rasgos generales se pueda pensar, Harry y Meghan no deberían haber tenido una boda por todo lo alto, solo por el mero hecho de que la exactriz estaba divorciada. Es cierto que nunca se había casado por el rito protestante y que incluso decidió bautizarse y confirmarse en St. James semanas antes del enlace para demostrar su compromiso con la fe protestante, de la cual la reina Isabel es cabeza. No obstante, la norteamericana contó con un privilegio del que no gozó la que se encuentra en el puesto de futura reina consorte, Camilla Parker, también divorciada.
Camilla Parker el día de su primera boda / Gtres
Según algunas fuentes, Harry quería que su enlace fuera lo más parecido posible al de su hermano, a pesar de ser consciente de que no ocupan el mismo lugar para la Corona ni tienen, por tanto, los actos relacionados con ellos, la misma trascendencia. Por este motivo insistió tanto en que se oficiara una ceremonia religiosa, para lo que contó con el beneplácito del Arzobispo de Canterbury. Su padre no pudo elegir. Su enlace con Camilla Parker se celebró en el Ayuntamiento, aunque después se ofició una misa en Windsor. Es cierto que Carlos en ese momento ya era viudo, pero Camilla estaba divorciada, eso sí, su primera boda se había celebrado por el rito católico, de manera que es posible que pudieran haber encontrado una solución para casarse ante los ojos De Dios. Prefirieron -o no se consideró oportuno-, no hacerlo.
Carlos y Camilla se casaron en el Ayuntamiento de/ Gtres
Harry no quería en ningún caso que Meghan pudiera sentirse de menos por estar divorciada y a tales efectos su enlace contó con casi el mismo despliegue que el de los Cambridge, solamente que se celebró en Windsor en lugar de en Londres. Y es que Westminster -o San Pablo- y el Palacio de Buckingham quedan reservados para la Reina o el príncipe de Gales y en consecuencia, su heredero más directo. Aún así, si tenemos todo esto en cuenta y a pesar de lo que ha ocurrido después, en un primer momento, la hoy duquesa de Sussex logró superar a quien en el futuro está llamada a ser reina -o princesa- consorte.