A subasta la tiara que arrebataron a la madre del rey Juan Carlos

13 de junio a las 11:00, 8 King Street, sede de Christie’s en Londres. Este es el lugar y la hora en el que se celebra la próxima gran subasta de joyas. Una subasta muy especial cuyas piezas se expondrán al público en la misma dirección desde el día 7 hasta el 12 desde las 9:30 hasta 16:30. Una oportunidad única para pujar por algunas de las alhajas más deslumbrantes que se han visto en los últimos tiempos, una de las cuales guarda una vinculación especial con el rey Juan Carlos.

Entre broches, collares, relojes, sortijas, pendientes y brazaletes, hay unas joyas que destacan de manera especial, no solo por su valor económico, sino por su valía histórica. La mítica casa de subastas pone a disposición del mejor postor una de las tiaras que más tiempo ha permanecido oculta a los ojos del público.

Una joya histórica con herencia española

La ‘joya de la corona’, nunca mejor dicho. La pieza más importante de la subasta, que tiene además un vínculo ‘royal’. Una tiara de de diamantes y platino que perteneció a la Casa de Borbón-Dos Sicilias. Su primera propietaria fue Luisa de Orleans, princesa de Borbón-Dos Sicilias y abuela del rey don Juan Carlos.

La espectacular diadema está inspirada en las tiaras que a principios del siglo XX elaboró la joyería Garrard para la Casa Real Británica. Aunque por lógica, la pieza debería haber pasado a doña María de las Mercedes, lo cierto es que la abuela de don Felipe nunca heredó esta joya, sino que tras la muerte de Luisa de Orleans pasó a manos de su segunda hija, María de la Esperanza, casada con Pedro de Orléans-Braganza, pretendiente al trono de Brasil. De hecho, fue ella quien en las celebraciones de la boda de los Eméritos lució la preciada diadema y se convirtió en la protagonista.

La tiara la heredó la hija de María de la Esperanza, Gloria de Orleans-Braganza, princesa de Yugoslavia por primer matrimonio y ahora duquesa de Segorbe. Sin embargo, en 1982 puso la joya a subasta en St.Moritz y se desconoce quién logró hacerse con la codiciada pieza.  Ahora la joya vuelve al mercado por un precio mínimo de 200000 libras. ¿Será un buen momento para que don Juan Carlos puje por ella? ¿Quizás un regalo adelantado de cumpleaños para doña Sofía?

Las otras piezas a subasta

Entre los más de 250 lotes que se exponen en la muestra destacan otras 4 tiaras, tres de las cuales son de origen desconocido, pero no por ello tienen menos valor.  Una de las piezas más significativas de la subasta viene firmada por la prestigiosa casa Boucheron. Una diadema ArtDecó, convertible en gargantilla elaborada con diamantes en talla clásica. La pieza data de 1935 y está valorada en 45000 libras. La tiara fue propiedad de Anne Norman, esposa de Henry Norman e hija del Barón Aberconway. La pareja vivía en el Château de la Garoupe en Cap D’Antibes, donde solían hacer grandes fiestas a las que incluso asistió Pablo Picasso. 

El lote 98 es uno de los más interesantes. Un conjunto muy especial elaborado en oro y con reminiscencias orientales. Se trata de una combinación de collar, bazaletes, pendientes, broche, colgante y tiara con citrino cuyo valor estimado se encuentra entre 7000 y 9000 libras y que data de principios del siglo XIX.

Las otras dos tiaras restantes tienen las esmeraldas como protagonistas. El lote 62 incluye una discreta diadema, propiedad de ‘una dama’, cuyo nombre se desconoce. Se trata de una magnífica pieza que puede ser utilizada como tiara o collar. La joya se describe como: «Esmeraldas cuadradas y rectangulares, diamantes en talla rosa, oro y plata enmarcados en una tiara, las perlas no son de origen natural. Data de 1890 y está tasada entre 6000 y 8000 libras.

La última pieza a destacar cuenta con grandes esmeraldas en forma de cabujón, diamantes en talla rosa, plata y oro. Lo interesante de esta pieza es que las piedras centrales son colombianas y su valor es muy superior al de cualquier otro tipo de esmeralda. En este caso también se desconoce la procedencia de la tiara aunque se sabe que es de finales del siglo XIX y que probablemente fue vendida por alguna ‘familia real’.