De la reina Federica a Nina Flohr: las novias de la Familia Real de Grecia que precedieron a Teodora

La princesa Teodora de Grecia contraerá matrimonio el 28 de septiembre con Matthew Kumar en Atenas. La boda de la hija menor de los reyes Constantino y Ana María de Grecia es uno de los acontecimientos más esperados de los últimos años en la esfera royal, sobre todo porque la princesa ha tenido que posponer en varias ocasiones su enlace. Desde que la pareja anunciara su compromiso en el año 2018 han sido unas cuantas las veces que han tenido que aplazar la celebración por diversos motivos, como la crisis sanitaria del coronavirus, la muerte del último rey de Grecia o los problemas legales del novio. Incluso el hermano menor de Teodora, Felipe, se casó antes que ella con Nina Flohr, en el mismo escenario en el que ahora por fin pondrá la princesa el broche de oro a su historia de amor.

Son algunos los detalles que ha ido trascendiendo a lo largo de las últimas semanas sobre este enlace. Sabemos que tendrá lugar en la catedral de Atenas, el mismo lugar en el que se casaron sus padres o Juan Carlos I y la Reina Sofía, entre otros. La lista de invitados aún no se conoce, pero la ceremonia será a las 17:30 horas. La novia llevará un vestido de la diseñadora griega Celia Kritharioti y va a utilizar un velo muy especial, que ya utilizaron en sus respectivos enlaces varias reinas y princesas de Dinamarca, incluida su madre, la reina Ana María o la actual reina Mary de Dinamarca. En cuanto a la tiara, se espera que luzca la Jedive y siga la estela de su hermana Alexia.

Pero ¿cómo fueron las bodas de las otras novias de la Familia Real de Grecia? Recordamos todos los detalles desde la de la reina Federica con el rey Pablo de Grecia.

La reina Federica de Grecia

Federica de Hannover y Pablo de Grecia se casaron el 9 de enero de 1938 en la catedral metropolitana de Atenas. La madre de la Reina Sofía tuvo que convertirse a la fe ortodoxa para poder casarse con el entonces príncipe Pablo, en una boda que fue uno de los acontecimientos del año. Asistieron numerosos representantes de la realeza europea. El enlace sirvió para unir aún más a dos familias que ya estaban emparentadas, ya que Pablo era hijo de Sofía de Grecia, hermana del abuelo de la reina Federica, el emperador Guillermo II de Alemania.

Pablo de Grecia y Federica se habían conocido en Florencia y entre ellos había una diferencia de 16 años de edad. Según se cuenta, el día de la boda llovía mucho en Atenas -igual que cuando se casaron don Felipe y doña Letizia- y la pareja celebró una doble ceremonia, ortodoxa y por el rito luterano en la capilla del palacio real.

La madre de la Reina Sofía llevó un vestido confeccionado en Alemania y un velo heredado de su madre, Victoria Luisa de Prusia. Lució una tiara de diamantes de la reina Sofía de Grecia, así como la coronita nupcial de los Hannover. El ramo de flores contaba con azahar regalado por Guillermo II de Alemania y ramitas de mirto, como siempre llevan las novias de la Familia Real Británica. La duquesa de Kent fue quien le regaló estas flores.

La Reina Sofía y Juan Carlos I

Juan Carlos I y la Reina Sofía también se casaron en la catedral metropolitana de Atenas. Fue el 14 de mayo de 1962 y a pesar de que asistieron royals de diferentes partes del mundo, no tuvo una gran repercusión en España. El enlace se celebró pocos meses después de la pedida de mano, que había tenido lugar en la residencia de la reina Victoria Eugenia en Ginebra.

La hija mayor de los reyes Pablo y Federica llevó un diseño de Jean Desses con detalles de encaje, así como el velo nupcial de su madre que sujetó con la tiara Prusiana. Esta diadema pertenecía a la familia materna de doña Sofía a través de la princesa Victoria Luisa de Prusia y que también llevó también en su boda la Reina Letizia. Irene de Grecia, la infanta Pilar, Tatiana Radziwill, las princesas Ana María y Benedicta de Dinamarca, Ana de Francia e Irene de Holanda ejercieron de damas de honor de doña Sofía. Por su parte, Juan Carlos I utilizó el traje de teniente de infantería del ejército de tierra, un atuendo sobrio y discreto.

Hasta tres veces se dijeron ‘sí, quiero’ los padres del Rey Felipe VI.  A las 10 de la mañana en la catedral católica de San Dionisio. Después, en la catedral metropolitana de Atenas por el rito ortodoxo y el ritual de las coronas sobre las cabezas de los novios. Por último, se celebró la ceremonia civil. La pareja se prometió amor en tres lenguas diferentes: castellano, griego y latín.

Constantino y Ana María de Grecia

Los últimos reyes de Grecia contrajeron matrimonio dos años después del enlace de Juan Carlos I y la Reina Sofía, el 18 de septiembre de 1964. La princesa Ana María de Dinamarca acababa de cumplir 18 años cuando se casó con Constantino de Grecia. El hermano de la Reina Sofía se había convertido en el nuevo jefe del Estado poco antes, tras la muerte del rey Pablo en el mes de marzo.

A pesar de que fue en 1964 cuando Ana María y Constantino se casaron, su historia de amor empezó varios años antes. El entonces rey de Grecia tuvo que esperar a que la princesa danesa cumpliera 18 años. La hermana de la reina Margarita de Dinamarca renunció a su fe y abrazar la ortodoxa.

Ana María llevó un precioso vestido con cuello barco, manga francesa y larga cola confeccionado por el diseñador Jorgen Bender. La reina lució un velo de encaje irlandés que también habían llevado su madre (la reina Ingrid) y su abuela materna (Margarita de Connaught).

En cuanto a la tiara, Ana María apostó por una diadema de diamantes elaborada por Cartier conocida como la tiara Jedive de Egipto. Esta diadema fue un encargo del último jedive de Egipto a Cartier a principios del siglo XX, como regalo a la princesa Margarita de Connaught y el príncipe Gustavo Adolfo de Suecia, que comenzaron su relación en El Cairo. Jedive es un un título honorífico de origen persa clásico para sultanes y grandes visires del Imperio otomano (1481-1914), pero más usado para el virrey de Egipto entre 1805 y 1914, coincidiendo con el inicio de la I Guerra Mundial.

Es una diadema muy importante para la Familia Real de Dinamarca y también para la de Grecia. La han lucido varias royals en sus bodas. Por ejemplo, la reina Margarita de Dinamarca y su hermana la princesa Benedicta, así como la princesa Alexia de Grecia. Ana María llevó también una cruz de brillantes que le vimos por última vez en la boda de su hijo Felipe en 2021. Tras la ceremonia se celebró un banquete en el palacio real.

Alexia de Grecia y Carlos Morales

La hija mayor de los reyes Constantino y Ana María se casó el 9 de julio de 1999 en Londres con el arquitecto canario Carlos Morales. La boda se celebró en la catedral ortodoxa de Santa Sofía de la capital británica, con la asistencia de royals como la Reina Isabel II y miembros de la Familia Real de España.

La novia confió en el buen hacer de la modista Inge Sprawson, una de las preferidas de su madre, para un vestido de novia discreto y de corte minimalista, con escote pico, manga larga y sobrecola bordada. En cuanto al velo, Alexia llevó el mismo que su madre, estrenado por su bisabuela la reina Margarita de Connaught, así como la mencionada anteriormente, tiara Jedive.

Marie Chantal y Pablo de Grecia

La de los príncipes Pablo y Marie-Chantal de Grecia ha sido una de las bodas más importantes de la Familia Real de Grecia. El matrimonio se casó en Londres. El 1 de julio de 1995 la hija del magnate Robert Warren Miller se convirtió en princesa consorte de Grecia y duquesa de Esparta.

La princesa llevó un espectacular vestido de Valentino de alta costura que, según las crónicas, costó entre 225.000 y un millón de libras de la época. Se tardaron más de cuatro meses en confeccionar el modelo por sus complicados encajes e incrustaciones. Marie-Chantal llevó la tiara del Corsario de la Familia Real de Grecia y el velo era otra obra de arte, con casi cinco metros de largo.

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La boda fue un gran acontecimiento, de hecho, tenía todos los ingredientes para acaparar la atención ya que suponía el broche de oro a una historia de amor entre un príncipe y una plebeya que se daban el ‘sí, quiero’ en Londres en plena polémica por la separación de los entonces príncipes de Gales. El padre de la novia corrió con todos los gastos y, además, le donó a Marie-Chantal 200 millones de libras para que empezara su nueva vida de casada.

A la cita no faltó la Reina Isabel II y otros miembros de los Windsor, así como Juan Carlos I -que no suele acudir a este tipo de compromisos-, la Reina Sofía, la duquesa de Lugo con Jaime de Marichalar, el entonces príncipe Felipe y la infanta Cristina con Iñaki Urdangarin.

Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik

Aunque ahora estén oficialmente separados, la boda de los príncipes Nicolás y Tatiana de Grecia fue una de las celebraciones más simbólicas, sobre todo, en lo que respecta a los Borbones. Asistieron tanto don Felipe y doña Letizia como la Reina Sofía, la infanta Cristina y Urdangarin así como la duquesa de Lugo.

El enlace se celebró en el verano de 2010 pero, en lugar de elegir la catedral metropolitana, la pareja prefirió casarse en la isla de Spetses. Un lugar especial ya que está muy cerca de Porto Heli, refugio veraniego del rey Constantino y su familia.

La novia llevó un precioso vestido de encaje confeccionado por el diseñador venezolano Ángel Sánchez. Un modelo de corte clásico con escote palabra de honor y falda de vuelo que completó con la misma tiara que llevó Marie-Chantal de Grecia en su boda con el príncipe Pablo.

Después de la ceremonia se celebró un banquete en una espectacular mansión que había pertenecido al armador griego Ioannis Koutsis, en la que se instalaron dos carpas. A la fiesta acudió Elton John, que ofreció un concierto para los asistentes.

El príncipe Felipe y Nina Flohr

El príncipe Felipe y Nina Flohr han sido los últimos en contraer matrimonio y, curiosamente, en el mismo escenario que lo hicieron Juan Carlos I y la Reina Sofía o los reyes Constantino y Ana María de Grecia, entre otros.

El sobrino de doña Sofía se casó con Nina Flohr el 23 de octubre de 2023 en una ceremonia a la que asistieron representantes de diferentes familias reales, como es el caso de Christian de Hannover y Sassa de Osma, Beatriz y Eugenia de York y, por supuesto, la Reina Sofía y la infanta Elena. Los Reyes don Felipe y doña Letizia no pudieron estar presentes debido a que la boda coincidió con la última jornada de la semana de los premios de la Fundación Princesa de Asturias. La novia llevó un precioso diseño de Chanel y la tiara del Corsario, la misma que lucieron en sus bodas la princesa Marie-Chantal y la princesa Tatiana.

Para la pareja fue su segunda boda, ya que se habían casado por lo civil en Suiza en diciembre de 2020, en una ceremonia privada en la que estuvo presente la infanta Cristina y su hija Irene.