Operación consorte: todo preparado para la muerte del duque de Edimburgo
“Sobre las 11 de la noche era evidente que la última etapa podría durar aún muchas horas, un tiempo desconocido para el paciente poco compatible con la dignidad y la serenidad que tenía bien merecidas y que exigían una breve escena final”. Así comenzaba la entrada en la que el doctor Bertrand Dawson, médico del rey Jorge V, abuelo de Isabel II, reconocía en su diario su decisión de acelerar la muerte del monarca cuando se encontraba agonizando a causa de una neumonía.
Consciente de que no podría recuperarse de la enfermedad, Dawson decidió administrarle una inyección letal de cocaína y morfina para que falleciera y que, de paso, la noticia de su expiración pudiera ser portada en la edición matutina del periódico ‘The Times’, el medio más importante de la época, en vez de en “las menos apropiadas publicaciones vespertinas”.
Aquel acto, que ya ha pasado a la historia, es un ejemplo del estricto control que gira en Reino Unido en torno a la muerte del monarca y que estuvo a punto de repetirse hace apenas unos días. El pasado jueves Europa contenía la respiración ante el anuncio de una reunión de emergencia en plena madrugada por parte de Buckingham Palace que hacía presagiar lo peor. La avanzada edad de la reina Isabel y su consorte, Felipe, que tienen 91 y 95 años respectivamente, hizo que el mundo se temiese por sus vidas y se llegó a plantear -al menos en las redes sociales- el fallecimiento de algunos de los dos.
Tras varias horas de suspense, finalmente la casa real británica desvelaba a las 11 de la mañana del jueves el misterio: el duque de Edimburgo pondrá punto y final a su agenda oficial a partir del próximo otoño para disfrutar de una más que merecida jubilación tras 63 años ejerciendo como consorte. Nada de muertes inesperadas (por fortuna).
Felipe de Edimburgo se retirará de la vida pública el próximo otoño / Gtres
Y es que a sus casi 96 años, Felipe parece que aún goza de un buen estado de salud, pero por si ocurriera una fatalidad Reino Unido ya tiene preparado un protocolo para reaccionar sin titubeos, tal y como hizo en 1936 con Jorge V. Al conjunto de operaciones que se llevarán a cabo con el fallecimiento del consorte se llama “Operation Forth Bridge”, un protocolo muy similar al que se activará cuando muera su mujer, la reina Isabel, y que han denominado “Operation London Bridge”.
Protocolo real
Cuando llegue el momento, la BBC será el primer medio en dar la noticia, lo que no significa que se haga de manera inmediata. En caso de que Felipe falleciera durante la noche, la noticia no se no hará pública hasta las 8 en punto de la mañana siguiente. Una tradición no escrita en la que el medio británico de referencia en ese momento es el encargado de anunciar el fallecimiento del monarca.
Existen protocolos que indican qué hacer cuando fallezca la reina Isabel II o su marido, el príncipe Felipe / Gtres
Anunciado el fallecimiento, el país entero se pondrá de luto y las banderas de los recintos gubernamentales y militares -especialmente los navales, ya que el duque sirvió en la Marina Real- permanecerán a media asta durante ocho días. Tan solo habrá una excepción, el estandarte real de Buckingham Palace que simboliza que la reina se encuentra en su residencia.
Durante los días siguientes a la muerte del duque de Edimburgo, la reina Isabel II tendrá un periodo oficial de duelo que podría ir de 8 a 30 días durante el que no trabajará. Además, por respeto a su consorte, en ese tiempo no se promulgarán leyes y se detendrán los asuntos de Estado. Pasados esos días, se espera que la monarca, al contrario que la reina Victoria, que se encerró en el castillo de Balmoral tras la muerte de Alberto y apenas se dejó ver después, retome sus deberes públicos con normalidad.