El plantón de Harry y la reaparición de la ‘amante’ de Guillermo: las sorpresas de la velada en Buckingham
El príncipe Harry no ha estado presente en la cena que la Reina ha ofrecido al matrimonio presidencial y Kate Middleton ha coincidido con la que fuera su gran amiga y presunta amante de su marido.
¿Dónde está Harry? Este fue uno de los grandes interrogantes en una de las veladas más esperadas de las últimas semanas. El duque de Sussex fue uno de los grandes ausentes a la cena de Estado que la reina Isabel ofreció en honor del presidente Trump y su esposa con motivo de su visita al Reino Unido. A diferencia de los duques de Cambridge, el príncipe Harry no estuvo presente durante la velada, aunque sí participó en el almuerzo privado que a mediodía dio la monarca al mandatario y su esposa.
El motivo de la ausencia de Harry estaba claro. La baja maternal de Meghan Markle le impedía asistir a la cena, de manera que el Duque, una vez que se presentó a los Trump, ya contaba con la dispensa de la Reina para no estar en la velada. A esto hay que añadir, que los comentarios del Presidente sobre la duquesa de Sussex no hacían especialmente agradable que el Príncipe quisiera compartir mesa con él. Aunque, por supuesto, en estos caso el protocolo y el deber están por encima.
Así como la presencia de los Cambridge sí estaba confirmada por fuentes del Palacio de Kensignton, Buckingham nunca aseguró que el príncipe Harry fuera a estar presente en la cena de Estado, como tampoco ha confirmado que vaya a participar en los actos del aniversario del Desembarco de Normadía, que pondrán el broche final a la visita del mandatario y donde sí estará el príncipe Guillermo.
La sorpresa de la noche
Quien sí ha estado en la cena ha sido Rose Hanbury, marquesa de Cholmondeley y con quien compartió mesa en la cena de Estado en honor a don Felipe y doña Letizia. Hanbury lleva varios meses apartada del foco mediático después de que la prensa destapara un supuesto idilio entre ella y el príncipe Guillermo que nunca se ha confirmado.
La marquesa llegó de las últimas a Buckingham y lo hizo en compañía de una mujer. Un lugar muy diferente al que la hemos visto en otras ocasiones, que ha llegado de las primeras y en lugar y compañía preferentes. A esto hay que sumar que, la Marquesa no llevaba tiara ni tampoco llamativas joyas, a diferencia de otras ocasiones que siempre ha lucido algún tipo de diadema. La esposa de Cholmondeley ha optado por un discreto vestido blanco de seda en color blanco , el mismo color por el que se han decantado las damas protagonistas de la noche.
Como el marido de Rose es gran chambelán de la Casa Real británica, su presencia en este tipo de galas es habitual y no pueden no invitarla, pero relegarla a un último puesto y a una compañía poco apetecible podría haber sido la manera que Kate Middleton ha tenido para ‘castigar’ la traición de una de sus mejores amigas. | [LEER MÁS: La otra consecuencia de la retirada de don Juan Carlos]