REFUGIO PARA DESCANSAR

El oasis secreto de la princesa Charlene de Mónaco en Francia

La esposa del príncipe Alberto se escapa siempre que puede a este destino

Suele hacerlo con sus hijos y también con el príncipe Alberto

Charlene de Mónaco, Chateau de Marchais
La princesa Charlene de Mónaco, en una imagen reciente. (Foto: Gtres)
  • Andrea Mori
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La Familia Grimaldi pasa la mayor parte del tiempo en Montecarlo, pero cuenta con algunos lugares privilegiados en los que puede desconectar de la actividad institucional. Uno de ellos es, por ejemplo, la finca de Roc Agel, donde solían pasar parte del verano los príncipes Rainiero y Grace Kelly y donde la princesa Estefanía de Mónaco aprovecha para disfrutar de la naturaleza, tanto que, allí alojó a sus dos elefantes rescatados hasta su muerte. La isla de Cavallo, entre Córcega y Cerdeña, ha sido durante muchos años uno de los destinos preferidos de Carolina de Mónaco para relajarse, y la princesa Charlene ha pasado mucho tiempo en Suiza tras su complicado regreso de Sudáfrica.

Sin embargo, la esposa del príncipe Alberto tiene otro lugar secreto en el que se siente como en casa y donde puede alejarse de las presiones habituales propias de la agenda oficial. Se trata del Château de Marchais, un castillo privado ubicado en la zona noroeste de Francia, donde Charlene de Mónaco se encuentra como en casa.

Jacques de Mónaco, Charlene de Mónaco, Alberto de Mónaco

Alberto y Charlene de Mónaco, junto a su hijo Jacques. / Gtres

Es allí donde la esposa del príncipe Alberto se refugia cuando necesita desconectar de la frenética actividad oficial y la intensa vida oficial que caracteriza al Principado de Mónaco, donde, día tras día, se suceden los compromisos, actos benéficos, inauguraciones, fiestas y otro tipo de eventos, en los que siempre suele haber un miembro de la Familia Grimaldi.

Tal como ha trascendido, a la esposa del príncipe Alberto de Mónaco le gusta mucho pasar tiempo en el Château de Marchais, sobre todo, los fines de semana. Este castillo es el lugar ideal para desconectar de la actividad institucional, porque se encuentra en un entorno idílico y privilegiado, en un pueblo de apenas 400 habitantes, en plena naturaleza y a pocos kilómetros de la frontera de Bélgica.

Un lugar perfecto para escapar

El Château de Marchais es una de las propiedades más emblemáticas de los Grimaldi. Cuenta con una extensión que supera en seis veces a la del propio Principado de Mónaco, tanto que, en la década de los años ochenta, el príncipe Rainiero de Mónaco estableció allí una especie de zoo.

Charlene de Mónaco

La princesa Charlene, vestida de blanco. (Foto: Gtres)

La propiedad es la residencia oficial de los Grimaldi en la temporada estival (aunque no siempre están allí) y es una fortaleza inexpulgable para los fotógrafos, lo que permite a la familia estar completamente al margen de cualquier mirada indiscreta. Además, ha sido escenario, a lo largo de los años, de algunas bodas importantes en la Familia Grimaldi, como la de Alberto I de Mónaco y Lady María Victoria Hamilton. Fue precisamente la madre de Alberto I la que tuvo la idea de comprar el castillo, ya que buscaba una propiedad cercana a su país natal, Bélgica.

Aunque Alberto de Mónaco y Charlene acuden con frecuencia al Château de Marchais con sus mellizos para poder disfrutar de tiempo en familia, sobre todo los fines de semana o en verano, también la princesa Carolina de Mónaco sigue visitando la propiedad de manera frecuente. En su caso, prefiere hacerlo cuando ya ha empezado la temporada de caza, que sigue siendo una de sus grandes pasiones.

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