Mary de Dinamarca y Margarita: una relación que empezó en boicot y acaba en el trono
La australiana se convierte en reina tras dos décadas como miembro de la Familia Real.
La relación entre la reina Margarita y Mary de Dinamarca no siempre fue buena.
Mary de Dinamarca ha sabido ganarse la confianza de la soberana.
La abdicación de la reina Margarita de Dinamarca abre una nueva etapa en el país nórdico. Ahora comienza la era de Federico X, en la que su mujer, la hasta ahora princesa Mary de Dinamarca, tendrá un papel protagonista. Ella, a diferencia del anterior consorte, Enrique de Monpezat, no llevará título de princesa, sino que será reina consorte y un apoyo fundamental para el monarca.
Hasta hace pocos días, nadie pensaba que la reina Margarita pudiera dar un paso atrás. De hecho, ella misma ha recalcado a lo largo de los años su compromiso con la institución de por vida, por lo que una abdicación resultaba, hasta ahora, impensable. Sin embargo, los tiempos están cambiando y la salud de la reina, tal como Margarita declaró en su mensaje de fin de año, no le permite mantener el ritmo como hasta ahora.
Mary de Dinamarca con la reina Margarita y Federico. / Gtres
Aunque el gran protagonista de esta nueva etapa es, sin lugar a dudas, Federico, su esposa Mary tendrá un peso importante. Sobre todo, tras las recientes polémicas que han puesto al matrimonio en el punto de mira y que, todo apunta a que han quedado ya en el pasado.
La australiana lleva ya más de dos décadas como miembro de la Familia Real y se ha convertido en uno de sus miembros más importantes. No obstante, Mary no lo ha tenido fácil, en parte, porque, aunque la relación con la reina Margarita ahora es buena y cuenta con toda la confianza de la monarca, no siempre ha sido así.
Una relación compleja
Para la esposa de Federico de Dinamarca, sus comienzos en el país no fueron sencillos. De hecho, la propia reina Margarita esperaba otro tipo de esposa para su hijo, después de que el entonces heredero contara con un historial amoroso bastante peculiar. Es más, cuando fue consciente de que la relación con Mary iba en serio, Margarita llegó a organizar una fiesta con solteras que ella consideraba adecuadas, tal como reveló Alexander von Schönburg en el libro Lo que no sabes sobre la realeza, pero te gustaría saber. A la reina no le gustaba que su hijo saliera con una mujer extranjera y abogada.
Mary de Dinamarca con la reina Margarita y Federico. / Gtres
La reina no tuvo suerte con esta maniobra porque, después de muchas relaciones fallidas, Federico ya tenía claro que Mary era la elegida. Quizás el príncipe estaba ya cansado de fracasos y es que no hay que olvidar que la soberana opinaba de todas las relaciones de su hijo y ninguna candidata daba el perfil.
Finalmente, a la reina Margarita no le quedó otro remedio que aceptar a su nuera, aunque tampoco se lo puso especialmente fácil. De hecho, no es ningún secreto que entre ellas ha habido algunas diferencias a lo largo de los años, aunque con el paso del tiempo han sabido limar asperezas e incluso pasar a una relación de mutuo apoyo.
Aunque la monarca fue la encargada de elegir el vestido de novia de Mary de Dinamarca -uno de los más criticados y menos favorecedores que se recuerdan, por cierto-, también le dedicó unas bonitas palabras tanto a ella como a su padre durante la celebración del enlace. Además, con el paso de los años, Mary ha ido demostrando su compromiso, no solo con Federico, sino con la familia y la institución, y esto es algo que para Margarita tiene un gran valor.
Mary de Dinamarca en su boda. / Gtres
A lo largo de las dos décadas que la australiana lleva siendo miembro de la Familia Real se ha podido ver una importante evolución en ella, que no solo se ha ganado el cariño de los daneses, sino que, además desempeña su papel de manera magistral. Algo que merece la confianza de la reina Margarita, que es consciente de que su hijo necesita a su lado una mujer que tenga el mismo compromiso y el sentido de la responsabilidad que ella misma ha demostrado durante su más de medio siglo de reinado.