Los gestos que demuestran que la de la princesa Leonor y la reina Sofía es una reconciliación impostada
Estaba planificada la hora, el lugar, el escenario y la pose para la foto. La reina Letizia bien sonriente, Paloma Rocasolano, Irene Urdangarin y Victoria Federica de Marichalar en un segundo plano, y la Princesa de Asturias comedida, prudente y, por supuesto, al lado de su abuela, la reina Sofía. El lavado de imagen puesto en marcha por Zarzuela desde el desagradable incidente ocurrido en la catedral de Palma en Semana Santa culminó el pasado fin de semana con un posado que fue de todo menos espontáneo en las puertas del Teatro Alcalá, donde la familia del Rey Felipe VI acudía a ver el musical de Billy Elliot. Lo que más llamó la atención fue la actitud relajada de la reina Letizia y el afán de doña Sofía por que su nieta Leonor no se moviera de su lado. Había mucho que demostrar esa tarde. Pero sobre todas las cosas urgía demostrar la buena relación entre Leonor de Borbón y Sofía de Grecia. Abuela y nieta debían parecer más unidas que nunca.
La reina Sofía sujeta con firmeza la mano de la princesa Leonor / Gtres
Y, ¿verdaderamente lo estaban? La estampa familiar muestra a una reina Sofía agarrando con fuerza la mano de su nieta Leonor, quien permaneció a su lado durante todo el posado. A sus 12 años, la princesa de Asturias hizo gala de un correcto saber estar que queda muy lejos de aquel manotazo en la catedral de Palma que sacudió la imagen de la institución que está llamada a representar. En su último posado con la reina emérita, Leonor demostró un gran saber estar, sin embargo, en un momento quizá más relajado demostró con sus gestos que no quería permanecer en esa impostura. Estaba deseando soltarse de la mano de su abuela y sus gestos la delatan.
Leonor no estrecha los dedos de su abuela / Gtres
En concreto fue en mitad del aluvión de flashes que disparaba la prensa. Una vez se colocaron ante los fotógrafos y doña Sofía se aseguró de que en la imagen abuela y nieta saldrían cogidas de la mano, se rebajó la tensión y Leonor aprovechó para intentar zafarse de la mano de su abuela. Eso sí, sin éxito. Tal y como demuestra la secuencia de imágenes, Leonor no agarra la mano de doña Sofía y, de hecho, si no fuera porque esta sostiene firmemente la de su nieta, ambas se soltarían por completo. Leonor no estrecha los dedos de su abuela y, sencillamente, se deja coger. Sin más.
La princesa Leonor simplemente se deja coger la mano / Gtres
Ese gesto no ayuda a que se transmita con eficiencia esa imagen de unidad entre abuela y nieta. Ya se intentó enmendar aquel manotazo a la salida de la catedral con un beso que doña Sofía da en la frente a su nieta, pero no fue suficiente y el del fin de semana pasado era un posado muy necesario para relanzar la imagen de la institución. Lástima que no saliera del todo bien. El espontáneo gesto de Leonor queriendo zafarse de su abuela evidencia la cruda realidad de la familia del Rey. Nada es lo que parece.