Las ‘joyas prohibidas’ que ha lucido la Infanta Cristina
Así ha sido la reunión entre Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina en Barcelona
La discreta reaparición de la Reina Sofía tras la separación de la Infanta Cristina
El abogado de Urdangarin descarta el divorcio con la infanta Cristina y habla de darse "un tiempo"
Conoce a los hijos de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin: edades, dónde viven y a qué se dedican
La publicación de las imágenes de Iñaki Urdangarin junto a su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia, ha puesto en el punto de mira a la Infanta Cristina. La hija de los Reyes Juan Carlos y Sofía y el exdeportista anunciaban el pasado 24 de enero la “interrupción de su relación matrimonial” después de casi veinticinco años casados. Una noticia impactante que, sin embargo, no significa que la pareja se vaya a divorciar.
La Infanta Cristina con Urdangarin. / Gtres
De hecho, tanto el abogado de Urdangarin como su hijo mediano, Pablo, han apuntado a la posibilidad de una reconciliación. El letrado aseguraba que Iñaki lo ha pasado muy mal y que su intención es retomar su matrimonio. Algo que confirmaba el hijo de los exduques, que sentenció que una reconciliación sería lo más natural. A pesar de que no ha habido confirmación sobre estas intenciones por ninguna de las partes, las imágenes de doña Cristina e Iñaki juntos en Barcelona apuntan a esta dirección.
Pero al margen de la situación actual de la pareja, lo cierto es que antes del estallido del Caso Nóos, ambos participaban en actos oficiales. Una realidad que cambió en el momento a partir del mes de diciembre del año 2011. Fue precisamente ese año cuando vimos al matrimonio por última vez en el Día de la Hispanidad y pocos años después, en 2014, don Juan Carlos abdicaría la Corona y daría paso a una nueva etapa.
La Infanta Cristina con la Tiara Prusiana. / Gtres
Hasta esa fecha, era doña Sofía la reina titular y, por tanto, la que tenía acceso a las alhajas más destacadas del joyero de la familia real. Piezas, algunas de ellas, que pertenecían al lote de ‘joyas de pasar’ designado por la Reina Victoria Eugenia, con el objetivo de que se fueran transmitiendo de reina a reina y quedaran siempre en el joyero de la institución. Estas piezas ahora son de uso exclusivo de doña Letizia, como reina consorte de España, pero en la etapa de doña Sofía se permitieron algunas licencias.
Doña Sofía con la tiara Cartier. / Gtres
El término ‘joyas de pasar’ fue una idea de doña María de las Mercedes de Borbón para referirse a las piezas que el conde de Barcelona había recibido de su madre, según se explicaba en uno de los codicilos anexos al testamento de la anterior reina: «las alhajas que recibí como regalo del rey don Alfonso XIII y de la misma infanta Isabel. Desearía si es posible, se adjudicasen a mi hijo don Juan, rogando a este que las transmita a mi nieto don Juan Carlos. El resto de mis alhajas: que se repartan entre mis dos hijas».
La reina Victoria Eugenia junto a Alfonso XIII en una imagen de archivo. / Gtres
El lote de joyas de pasar está compuesto por:
-Una diadema de brillantes con tres flores de lis
-El collar de chatones más grande
-Un collar de 37 perlas grandes
-Un broche de brillantes del cual cuelga un perla en forma de pera
-Un par de pendientes con un brillante grueso: los chatones
-Dos pulseras iguales de brillantes
-Un broche con perla gris pálido rodeada de brillantes
-Cuatro hilos de perlas grandes
Esta colección no incluye otras piezas que fueron recuperadas posteriormente por el Rey Juan Carlos, como la Tiara Cartier o la Rusa. Victoria Eugenia no consideró la Cartier como ‘joya de pasar’ y por eso fue a parar a manos de la Infanta Cristina de Borbón y Battenberg. En la década de los 80 el rey Juan Carlos la adquirió para la Reina. No se sabe si se incluirá en el lote de pasar, pero todo apunta a que pueda ser así.
Doña Letizia con la Tiara Rusa. / Gtres
En el caso de la Tiara Rusa, don Juan Carlos la devolvió a la colección de real después de comprársela a su hermana, la Infanta Pilar, que la había heredado de su madre. El padre de Felipe VI también quiso adquirir la Tiara de las Aguamarinas, que estaba en posesión de la rama Torlonia, pero no se hizo con ella.
A pesar de que las ‘joyas de pasar’ son exclusivas para las reinas, la realidad es que en alguna ocasión se ha obviado esta regla. Quien lo ha hecho es la Infanta Cristina. En su boda con Iñaki Urdangarin, la entonces duquesa de Palma lució la Tiara Floral que Franco regaló a la Reina Sofía por su compromiso, pero también los pendientes de chatones que, según Victoria Eugenia, eran de uso exclusivo de la reina titular.
Doña Cristina con los chatones. / Gtres
Aunque está ha sido la ocasión más llamativa, también en la boda de Victoria de Suecia vimos a doña Cristina con la tiara Cartier, una pieza que, aunque no es, a priori, de uso exclusivo de reinas, sí que se ha limitado de alguna manera extraoficial su utilización a las consortes, como Victoria Eugenia, doña Sofía y la Reina Letizia. Especialmente llamativo que en ese enlace la Infanta Cristina llevara la Cartier, ya que la propia doña Sofía optó por la Melleiro, un modelo más discreto.
Por el momento, se desconoce si estas dos piezas junto a la Tiara Prusiana o la de La Chata entrarán en el ‘lote de pasar’, aunque lo más natural es que sea así. La Reina Sofía cuenta con otras importantes alhajas que pueden heredar sus hijas, como los Niarchos.