Ana de Inglaterra cumple 75: la jubilación, a plazos, de la escudera de Carlos III
La hermana del rey Carlos III cumple 75 años
Sigue siendo una figura fundamental para el día a día de la institución

Cumple 75 años y aunque no le ha puesto fecha a su jubilación, sí que tiene un plan para ir poco a poco reduciendo su agenda. Digna hija de su madre, pero también de su padre, el compromiso de la princesa Ana con la Corona permanece inalterable y seguirá así hasta el final de sus días. La hermana del rey Carlos III, una de las mujeres más importantes de su vida, su escudera y consejera, sopla las velas tras una de las etapas más complejas de la monarquía. Un año marcado por la enfermedad del monarca y la de la princesa de Gales, que han puesto sobre la mesa las carencias de una institución cada vez más reducida en la que sus miembros tienen que hacer un esfuerzo extra para llegar a todo.
Puede que Ana no esté de acuerdo con todo lo que plantea el rey, pero nunca dejará de apoyarle. La princesa sigue siendo un activo muy poderoso para la Corona, de hecho, año tras año es la royal que más agenda tiene. La edad no hace mella en su actividad, mucho menos en su compromiso. Un total de 474 actos oficiales en el último año, por encima del resto de miembros de La Firma.
El rey Carlos III con la princesa Ana. (Foto: Gtres).
Sin embargo, hace algunas semanas sorprendió al mundo cuando una fuente cercana a la hermana del rey dijo que tenía intención de seguir los pasos de su padre y planear una retirada paulatina. Eso sí, hasta los 90 años seguiría en activo, tal como hizo el príncipe Felipe. «Ha dicho que su plan es seguir trabajando hasta los 80, luego empezar a reducir su actividad un poco y después imitar al príncipe Felipe y retirarse por completo a los 90», recogió el diario The Times.
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La princesa no se ha pronunciado directamente sobre estos planes, pero todo apunta a que su deseo es seguir al pie del cañón hasta que pueda, pero sin dejar de lado el cuidado de su salud y la posibilidad de disfrutar de su vida personal, especialmente tras el accidente que sufrió en 2024. Además, en más de una ocasión ha hablado de cómo su padre ha sido su ejemplo: «Mi padre ha sido mi maestro, mi apoyo y mi crítico, pero sobre todo es su ejemplo de una vida plena y de servicio público lo que más querría emular», dijo tras su fallecimiento. El duque de Edimburgo anunció su retirada de la vida pública en mayo de 2017, a los 95 años. La decisión fue comunicada oficialmente por el Palacio de Buckingham tras una reunión urgente con todo el personal de la Casa Real. Falleció cuatro años después.


La princesa Ana en Ascot. (Foto: Gtres)
Un cumpleaños de perfil bajo
Pese a que sigue siendo un pilar fundamental para la monarquía y, sobre todo, para el rey Carlos III, la princesa real prefiere mantener un perfil discreto. Ana da respuesta a numerosos compromisos de agenda, pero sus actos apenas llaman la atención de los medios. Nada que ver con la cobertura que se hace de los compromisos del rey, los de la reina o los de los príncipes de Gales.
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Ella prefiere la discreción, algo que se aplica también a las celebraciones de su cumpleaños. Nada de grandes fastos, tan solo alguna fotografía y mensaje oficial y tiempo en familia. Deber, devoción y ejemplaridad definen la trayectoria de la tía del príncipe de Gales, que no ha dejado de cumplir con sus obligaciones desde que alcanzó la edad adulta.
Un ejemplo para Carlota de Gales
El rol de la princesa Ana es especialmente significativo para las futuras generaciones. Ella encarna el espejo en el que tendrá que mirarse la hija del príncipe de Gales, Carlota, ya que se espera que se le otorgue el título que lleva ahora la hermana del monarca. Un título, el de princesa real, creado a ejemplo del madame royale francés, y del que dispondrá Guillermo cuando sea rey y tras la muerte de su tía. No hay nada que determine que se le vaya otorgar a Carlota, pero la historia y las tradiciones hacen pensar que será así.